30/11/13

Cerebral 15


15.

Entretanto, Benson había pedido a Franquin que le retransmitiera los datos recibidos del proyecto pirateado, confirmándole que eran datos encriptados que podrían identificar la máquina en que corría el programa. El día siguiente, míércoles, lo llamaba para ponerlo al tanto.

( Día 17, miércoles )

- Han instalado el programa en un computador chino Tianhe-1A, un supercomputador que se conoce desde el año 2010 y opera con chips Nvidia Tesla. Ese año, le ganó a un CRAY XT5 Jaguar.
- ¿Entonces el robo fue de los chinos?
- No necesariamente. Los chinos pueden haber vendido uno de estos computadores a Corea del Norte. Les sería útil para sus proyectos de misiles balísticos y de colocación de satélites.
- ¿Entonces lograron reproducir e instalar también el sistema operativo?
- Así parece. Pueden haber comprado algunos de los primeros Blue de IBM o antiguos Cray en el mercado negro. Así, tendrían el sistema operativo. Y, ya que su máquina usa chips Nvidia, no habrán tenido dificultad para ello.
- En fin, ya sabemos donde fue a parar el programa. ¿Podemos esperar una transferencia de la información que recojan?
- No lo creo. Lo que recibimos corresponde a una pequeña ráfaga de datos, que solo dura un par de segundos. Detectarían y bloquearían fácilmente una transmisión mayor.
- ¿Y podemos enviar de vuelta una orden para bloquear o destruir el programa?
- Instalé la bomba lógica y depende de que no la hayan descubierto. Se activará en cuanto traten de copiar la memoria de su tercer sujeto. pero si logran hacer la ingeniería inverse y decodificar el programa, podrían encontrarla y sacarla de la copia de seguridad que, sin duda, habrán hecho.
- ¿Y recibiríamos de nuevo la indicación de puesta en marcha?
- Quizás: si no la anulan también. Depende de sus ingenieros. Esperemos ser mejores que ellos.
- De acuerdo. Informaré a nuestra policía, aunque en ésto no nos puede ayudar.

Servais recibió la información de este diálogo entre Benson y Franquin. Minutos después le llegaba un llamado de la policía de Aquisgrán.
- Han puesto una bomba en la oficina de GeZi. Como ud sabe, no había nadie ahí, pero el criminal quizás no lo sabía, pero debe haber sabido que Rosenwald fue liberado.
- ¿Solo afectó a esa oficina? ¿No podía tener otro blanco?
- Fue muy calculado y específico. La bomba fue puesta en el sistema de aire acondicionado, junto a la rejilla que daba a esa oficina. Su poder era calculado para destruir esa oficina y solo causar daños menores en las vecinas. Y fue llevada ahí por un robot del que hemos encontrado pequeños trozos. Habría sido imposible para una persona avanzar por los ductos, y el sistema de vigilancia habría detectado a un intruso si hubiese entrado en forma normal.
- ¿Avisaron a Rosenwald?
- Ya le mandamos todos los detalles.
- ¿Sabe como ubicaron su oficina?
- Esto era fácil. Conociendo la dirección de la página web, podían consultar Whois para saber a quien pertenece y así obtener la dirección. Luego deben haber revisado el edificio y conseguido los planos de la instalación de aire acondicionado.
- Ésto y mandar un robot con explosivos implica mucha preparación.
- Sin duda. No les faltan recursos.
- Si fue tan bien preparado, es extraño que no esperaran a Rosenwald. Tiene poco sentido destruir su oficina vacía.
- Se corrió la voz de que había salido en libertad. Deben haber pensado que iría a su oficina. Pero quién entró fue la sirvienta que hacía la limpieza una vez por semana. La bomba debe haber activada por un detector de movimiento y estalló cuando ella entró, matándola.
- ¿Han podido identificar sospechosos?
- Es imposible por ahora. Nuestros expertos estudian los restos de la bomba. Ud sabe que siempre hay una firma y veremos si la podemos asociar a otro hecho o a algún criminal, pero tomará tiempo.
- De acuerdo. ¿Les podemos ayudar en algo?
- Si obtienen antecedentes de posibles involucrados, nos podrían ser útiles. Lo mismo si avanzamos aquí: le mantendré al tanto.
- Gracias. Adios.

En ese momento llegó la inspectora Yernault. Informó a Servais que el día anterior había sido descubierto el cadáver de un joven en su auto, en un estacionamiento de las afueras de la ciudad de Ottignies, la que queda cerca de la universidad de Lovaina-la-Nueva. Ella encabezaba el equipo a cargo del caso y acababa de descubrir que la víctima era un estudiante de psicología que había participado en el estudio de Franquin y Marchant, por lo que le había parecido necesario avisar al comisario. Había sido degollada desde atrás. "Igual que Brasseur" notó Servais. Estos dos elementos parecían ligar los dos casos entre sí. ¿Estarían tratando de eliminar a todos lo que supieron del pirateo del proyecto MEMO?

Con este caso y la información recibida de Franquin, Servais se comunicó entonces con Rosenwald. Éste ya había recibido la información de la policía de Aquisgrán y también la de Benson. El comisario aprovechó de hablar brevemente al espía del nuevo joven degollado y de contarle que el asesino también había visitado los padres de Ronstadt, de donde había logrado huir, aunque lo habían alcanzado a interpelar. Rosenwald se mostró entonces preocupado por el joven Alex Lorand que lo había ayudado a retener a Josefina Mousin. Los asesinos podían considerar que era otro "cabo suelto" que debía ser eliminado. Servais estuvo de acuerdo y decidió advertir al joven y tratar de protegerlo, él y su familia. Como Rosenwald había recibido una bomba en su oficina, llamó de inmediato a los Lorand y les aconsejó alejarse de su casa hasta que la revisara el escuadrón anti-bombas. Avisó luego a éstos, para que fueran a revisar la casa.

Por orden de Servais, Trompel y Yernault salieron detrás de la camioneta del escuadrón de bombas. Cuando se acercaban a la residencia Lorand, en la avenida de las Dríadas, en Boitsfort, vieron venir en sentido contrario un motociclista que, al verlos, se dió rápidamente la vuelta para huir en sentido contrario. Trompel adelantó la camioneta y se puse a perseguir el motociclista, que parecía ser el mismo que se le había escapado cerca de la casa de Ronstadt.

El hombre trató de escapar dirigiéndose hacia un sendero para peatones, al lado de una cancha de juegos, pero no logró saltar encima de la cadena que impedía el paso de vehículos. Su moto se enredó en ella y él salió proyectado, chocando violentamente contra un poste de alumbrado. Los policías se habían bajado de su auto y se acercaron corriendo. El delincuente no volvía en sí y vieron que su casco estaba destrozado. Mientras Trompel lo revisaba, Yernault pidió el envío de una ambulancia.

En ese momento sintieron una explosión. Detrás de ellos, la casa Lorand estaba en llamas. Trompel dejó al herido con la inspectora y volvió hacia la camioneta del escuadrón de bombas. Uno de los técnicos ya se ponía en pie, a medio camino entre el vehículo y la casa. Pero otro, que había abierto la puerta yacía en el suelo, cerca de la casa. Su gesto, seguramente, había detonado la bomba y ambos habían sido botados por el desplazamiento de aire, pero el que estaba más cerca parecía herido, con el uniforme en parte quemada. Felizmente llevaba la gruesa protección propia de su oficio y, lentamente, se fue incorporado.

Llegada la ambulancia, los paramédicos sacaron el casco del motorista descubriendo que tenía una herida sangrante en la cabeza y, sin duda una conmoción cerebral, ya que seguía desmayado. Le aplicaron una compresa y lo subieron a la camilla. Los bomberos estaban llegando y empezaron a apagar el incendio. Su paramédico examinó el policía botado por la explosión pero no le encontró nada grave. Trompel comunicó lo ocurrido a Servais. Éste le ordenó acompañar al herido al hospital en la ambulancia y a los de bombas a volver a su cuartel, mientras Yernault se quedaba frente a la casa, en espera de los técnicos que, junto a los bomberos, analizarían la escena.

En la ambulancia, Trompel, con su celular, tomó una foto del rostro del criminal y sus huellas digitales, enviando todo a la central. En el hospital, esperó el diagnóstico, que no tardó en llegar: el hombre tenía una fractura del cráneo y un hematoma subdural pero no parecía haber hemorragia cerebral. Podía volver en sí en cualquier momento. Curada la herida, fue enviado a un box de recuperación, donde Trompel lo esposó a la barandilla de la cama. Si era el "John Death" señalado por Rosenwald, intentaría sin duda escapar apenas volviera en sí.

Finalmente llegó otro policía para montar guardia y Trompel pudo volver a la central. Dió las últimas informaciones a Servais. No quedaba más que esperar los resultados de la búsqueda de antecedentes asociados a la foto y las huellas del malhechor. Confirmaron que no aparecía en las bases de datos nacionales y enviaron la información a Interpol, así como a Rosenwald.

El día siguiente recibían información de la policía alemana: el criminal se llamaba Wolfgang Riebenstahl, ex-miembro de la policía de Alemania Oriental. No tenían ninguna información acerca de sus actividades: desde la reunificación, era un "fantasma". Lo habían identificado a partir de los archivos de la ex-RDA.

La encuesta había terminado. Servais y Trompel trabajaron en el informa final que debían remitar a la Justicia.

FIN
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Ésta es por ahora la última novela disponible. Si no la ha leído, le invito a leer la hipernovela "Omyx", donde Trompel termina su carrera.

15/11/13

Cerebral 14


14. ( Martes, día 16 )

El día siguiente, Servais se puso a revisar el material proporcionado por Rosenwald. Había una lista de lugares en que Globalteck había hecho "negocios" y de equipos que había comprado, como también de desapariciones y accidentes sospechosos de personas que habían tenido contacto con ellos. Pero de nada ayudaba a la policía belga. Debía hacer otra cosa: interrogar a Alex Lorand, el joven que había segundado en Rosenwald para secuestrar a Josefina Mousin. Lo llamó al teléfono indicado por el agente de la CIA y lo invitó a presentarse. Cuando llegó, lo interrogó junto a Trompel, pero no logró ampliar mucho la información de que ya disponía.

- Me llamaron por teléfono y no sé cómo consiguieron mi número ni cómo supieron que era amigo de Josefina. Me dijeron que necesitaban hablar con ella en privado, sin que su padre lo supiera. Solo tenía que recoger a la persona que la interrogaría y hacer que ella subiera a mi auto. Me aseguraron que no le pasaría nada y me pagarían mil euros. Ante esa suma y la seguridad de que no le pasaría nada malo, no me podía resistir. Pero me asusté cuando ese hombre le puso cloroformo. Me aseguró de nuevo que no le pasaría nada malo y exigió que lo acompañara hasta el hotel donde iban a quedarse. Me fuí después de dejarla en su habitación. Y unas horas más tarde, los mil euros estaban en mi cuenta.
- ¿De que banco?
- La ABN AMRO.
- ¿Tiene datos del origen de la transferencia?
- Es de otra cuenta del mismo banco pero fuera del país.

Quizás con una orden judicial pudiese obtener más información, pero sería difícil obtenerla. Josefina Mousin no había querido presentar una demanda contra su amigo, aunque había decidido cortar toda relación con él. La ABN AMRO tiene sucursales en varios países de Europa y Asia, así como en las islas Jersey y Guernsey, y en Curacao. Sin duda las sucursales de las islas podían servir de enlace para operaciones encubiertas.

A poco de despedir a Lorand, recibía una llamada de Franquin.
- Comisario, hemos recibido datos del computador donde instalaron nuestra copia falsa del Proyecto MEMO.
- ¿Y han obtenido datos útiles para nosotros?
- Hay algunos datos que no sé interpretar. Deberé llamar a Benson, en Murcia: pueden ser datos comprimidos recopilados por las trampas que insertó. Si algo le puede ser útil, le avisaré.
- ¿Y nada le indica el origen del envío, la ubicación de esa máquina?
- Utilizan repetidores de la red Tor. Pero el último servidor Tor, que es el que vemos, está en Alemania. La policía alemana lo podría ubicar y exigir la información sobre el enlace anterior. Pero aún así, podría ser difícil llegar a la fuente ya que Tor tiene unos 3.200 "nódulos", que pueden reenviarse los datos entre sí varias veces antes de llegar al destinatario final.
- Déme esa dirección: la enviaré a Europol para que intervengan los alemanes.

  • Nota: Tor Project Inc. es una empresa sin fines de lucro (real) fundada hace 10 años en Massachusetts, que espera popularizar la navegación anónima por la web. Depende de voluntarios cuyas computadoras ayudan a redireccionar y ocultar el tráfico de internet. Se creó en 1996 como un proyecto del Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos, supuestamente para camuflar la actividad en línea de disidentes en países que censuran Internet, como Irán y China. Recibe alrededor del 80% de su presupuesto anual de 2 millones de dólares de filiales del gobierno de EE.UU. que apoyan la libertad de expresión y la investigación científica. Atiende a unos dos millones de usuarios diarios.

Servais anotó el IP, luego hizo el requerimiento a Europol y envió también la información por e-mail a Rosenwald, que -supestamente aún detenido- había vuelto en secreto a Berlín. De éste recibió a los pocos minutos el agradecimiento junto con la información de la CIA correspondiente al retrato hablado del asesino, que Trompel había entregado al agente norteamericano.
- La CIA conoce a este hombre y lo ha llamado "John Death". Su nacionalidad y su nombre real son desconocidos y nunca ha podido ser detenido. Hemos sabido de su presencia en al menos seis ciudades de difentes países. Aparece, mata sin dejar huellas, y vuelve a desaparecer. Parece experto en cruzar fronteras sin ser identificado. Creemos que solo opera por contrato a pedido a servicios de seguridad de países anti-occidentales como Irán y Corea del Norte. No suele dejar testigos. Quienes han podido describirlo han vivido poco tiempo, sufriendo un accidente o desapareciendo sin dejar rastro. Recomendamos proteger a su testigo si aún está con vida.

Servais llamó de inmediato a Trompel y lo envió con Yernault a la casa de los padres de Ronstadt. El joven seguía detenido, pero era posible que el asesino no lo supiera y podía ir a buscarlo a su casa. Cuando salían del auto y se acercaban a la entrada vieron salir al criminal, reconociéndolo por el retrato hablado. Los policías sacaron su arma y lo interpelaron. A una velocidad incríble, el hombre lanzó dos puñales hacia los policías -debía tenerlos en las mangas, listos para lanzar con cada mano- y se echó a correr. Uno de los cuchillos cortó el brazo izquierdo de Trompel. Los detectives dispararon y una de las balas dió en un hombro del delincuente, lo cual no lo detuvo. Alcanzó a dar vuelta a la esquina, donde se subió a una moto y huyó a toda velocidad.

Yernault le hizo un torniquete a Trompel para detener la sangre que corría por su brazo. Recogieron los puñales como medios de prueba, para hacer un análisis de huellas. Luego, mientras su compañero permanecía en la entrada, ella llamó a la puerta y le abrió el señor Ronstadt. Se identificó y entró. Mostró el retrato hablado.
- ¿Ud hablaron con este hombre?
- Acaba de salir, en efecto. Dijo que venía de la Universidad San Lucas y quería hablar con Kurt acerca de su participación en una investigación.
- ¿Cómo se identificó?
- Nos mostró una credencial con el logotipo de la universidad, pero no llevaba su nombre y no nos lo dijo.
- ¿Que le dijeron?
- Que Kurt había sido detenido y que no sabíamos cuando lo soltarían.
- ¿Nada más?
- No. Se fue en seguida.
- Bien. Este hombre no pertenece a la universidad y es un peligroso criminal. Si lo ven de nuevo, llámenos en seguida y, sobretodo, no lo dejen entrar.

Se despidió y llevó a Trompel a la clínica que atendía a los policías para que le revisaran la herida.

1/11/13

Cerebral 13

13. ( Día 15, lunes )

En Aquisgrán, la oficina de GeZi parecía aún más chica que la que ocupaba ocasionalmente Trompel cuando era detective privado. Acompañado del colega alemán que lo había recibido en la estación del TGV, fueron a la oficina cuya dirección ya tenía este último y tuvieron la suerte de encontrar ahí al secuestrador, lo que pareció aún más extraño al detective. Incluso parecía estarlos esperando y reconoció de inmediato lo ocurrido.

- En efecto, tuve que encargarme de retener a Josefina Mousin. Uds ya sabrán que no le pasó nada y, si me acusan de secuestro, podré demostrarles que este hecho formaba parte de una operación mayor, destinada a rastrear una falsa empresa que realiza espionaje científico e industrial en la Unión Europea y en Estados Unidos.
- Una operación mayor... ¿encargada por quién?
- Trabajo para la CIA.
- No me haga reir.
- No es broma. Hable con el encargado de prensa de la embajada de Estados Unidos en Berlín. Se lo confirmará. Hace tiempo que estamos investigando la falsa empresa Globalteck, que se dedica al espionaje y al mercado negro de tecnología. Supuestamente tiene una sucursal aquí, áunque oficialmente parece estar en Bulgaria, donde no podemos entrar. He servido un par de veces para pasarles información errónea y tuvimos suerte de que me contactaran para este secuestro y organizarnos con la ayuda del ingeniero Benson para arreglar una transferencia segura del software y el correspondiente rastreo.
- ¿Conocía a Benson?
- Ya nos había ayudado en un par de casos. Apenas supimos que Globalteck andaba tras el proyecto MEMO de la universidad San Lucas, lo pusimos sobre aviso, pensando que quizás pidieran su ayuda ya que había colaborado en el caso de d'Aosta y BreinWerken. Fue una suerte que lo invitaran a venir personalmente a Bruselas. Así fue más fácil instalar las trampas.
- ¿Hay una relación entre los dos secuestros, el de d'Aosta y el de Mousin?
- Pensamos que BreinWerken estaba al servicio de Globalteck, pero no se pudo comprobar en ese entonces. Obviamente hay una semejanza en el modus operandi. ¿Hirieron primero a d'Aosta, no es cierto? Aquí, atacaron a Brasseur, pero se le fue la mano al delincuente o no entendió lo que debía hacer, y pasaron al secuestro y al chantaje.
- ¿Ud no tuvo nada que ver con lo de Brasseur?
- ¡En absoluto! Ví la noticia en el diario y me espantó. Yo no tengo nada que ver en ésto. No soy un asesino. Deben haber contratado a otra persona primero, pero cometieron un error y, como ésta fracasó, recurrieron -felizmente- a mis servicios para secuestrar a Josefina Mousin.
- ¿Cómo se contactaron con ud y cómo involucró al joven que la atrajo para raptarla?
- Me llamaron a mi teléfono móvil. Lo encontraron en la página web de GeZi. Para que la participación de Lorand, deben haber preparado el terreno de algún modo. Me dieron su teléfono y, cuando lo contacté, no presentó ningún reparo. Me extrañó un poco, pero preferí no pedir explicaciones, para no descubrirme. Podrán contactarlo y preguntarle. A esta hora, ya no debe haber peligro para él.
- ¿Su nombre es Lorand?
- Alex Lorand. No conozco su dirección pero les puedo dar su teléfono.
- De acuerdo. Lo interrogaremos.
- ¿Ud mandó la información del caso al diario Le Soir?
- ¿Cual información? Yo no he mandado nada a los diarios.

Trompel le mostró el diario, que se había llevado.
- Ésto es muy extraño. Parece una especie de venganza. ¿Querrán dejar en ridículo a la policía?
- Trataremos de averiguar el origen de estos infundios. Pero dudo que saquemos algo.
- Tendrá que acompañarme a la jefatura -dijo el policía alemán-, hasta que verifiquemos con la embajada de Estados Unidos que su participación en este caso es legítima.
- No tengo inconveniente, al contrario. Son los gajes del oficio. Pueden contar con toda mi colaboración. Será mejor incluso, para mantener mi pantalla, que me traten en público como delincuente.- Dirigiéndose a Trompel, agregó: - Antes de salir, quisiera solicitarle que me hagan llegar la información que el profesor Franquin reciba de la copia del programa que dejaron robar. Será capital para saber quienes están detrás de todo ésto. No creo que sea la misma Globalteck, aunque es sin duda el intermediario y la responsable del asesinato y del secuestro. Pero nos interesa sobremanera saber quienes quieren adueñarse de este tipo de tecnología.
- Ésto dependerá de nuestras autoridades y de las verificaciones que aún hemos de realizar. Pero también necesito que me de toda la información que tiene sobre Globalteck y cómo podríamos llegar a ellos. Enfrentan un serie cargo criminal por el asesinato.
- Aquí está todo lo que sé de Globalteck -contestó, entregando una pequeña tarjeta de memoria SD-. No es gran cosa, pero indico cómo me contactan y cómo los puedo informar del avance de una operación.
- ¿Ud les dijo que había liberado a Josefina Mousin?
- No. Ellos me avisaron que habían conseguido la información que pedían y que "podía disponer de ella como me pareciera". No tenía que decirles lo que haría, incluso creo que preferían no saberlo. Pero debían pagarme aún una parte del precio convenido. El banco debería informarme hoy. Evidentemente, tenemos previsto rastrear el origen del dinero y me temo que no será fácil.

Luego Trompel le mostró el retrato hablado del asesino.
- ¿Ha visto antes este hombre? Es el que asesinó el joven ayudante del Proyecto.
- No lo conozco. Pero si me deja este dibujo, lo puedo enviar a la CIA y podrían averiguar. Si obtengo noticias, se las envío.

Parecía que no quedaba mucho por añadir y el policía alemán le pasó las esposas al agente de la CIA. Luego salieron y lo condujeron a la jefatura de la policía de Aquisgrán. Ahí, Trompel redactó un pequeño informe para los locales; se hizo una copia de la tarjeta SD de Rosenwald, que Trompel se llevó de vuelta a Bruselas.

Llegado a la PJ, puso al tanto a Servais y le entregó la tarjeta. El comisario la copió en su propio computador y se la dejó para que hiciera lo mismo y estudiara su contenido. Informado de que Benson habría sido puesto sobre aviso por la CIA, decidió llamar de inmediato a éste. El americano afincado en España les confirmó que la CIA le había advertido de un posible intento de robo del proyecto MEMO y había preparado la programación de las trampas, convenciendo a Mousin de colocarlas apenas llegó a Bruselas.

15/10/13

Cerebral 12


12. ( Día 12, 3r viernes )

El día siguiente, el laboratorio confirmaba que las huellas de Ronstadt estaban en el teclado de la computadora de Brasseur. Ya no se escaparía de la acusación de asesinato y se vería obligado a denunciar a su cómplice. También habían recibido el análisis de ADN de un pelo con raíz que habían encontrado en la ropa de Brasseur. No correspondía ni a Brasseur ni a Ronstadt y debía ser, por lo tanto, del asesino.

Con estos datos, Trompel volvió a interrogar al detenido.
- Ud estuvo en la casa de Brasseur y lo acompañó ahí el hombre que después estuvo con ud en el Cactus. Verificamos que sus huellas están en el teclado del computador y hemos encontrado rastros de otra persona. Así que, o me explica lo que pasó o lo acusamos de asesinato.

El joven se derrumbó.
- Fue horrible. El hombre forzó la cerradura y entró, diciéndome que esperara. Luego me hizo entrar y ví que le había cortado la garganta al ayudante del profesor Franquin. Me dijo que "hiciera lo mío", que él había despejado el terreno. Me puse nervioso y no logré conectarme. Rompí el computador como pude; luego le dije que nos fueramos. Entonces me dijo que necesitaba relajarse y me pidió llevarlo a algún night-club, porque conocía poco Bruselas. Así que lo llevé al Cactus. Cuando hubo bebido lo suficiente, se despidió y yo me fuí también a mi casa.
- ¿Cómo supo de él? ¿Dónde se juntaron?
- Cuando me dieron las instrucciones para intentar obtener el programa o el acceso en la casa de Brasseur, me dijeron que enviarían a un "especialista" para asegurarme la entrada y que nos encontraríamos a la entrada. Me dieron la hora del encuentro y me esperaba frente a la puerta del departamento cuando llegué.
- ¿Cómo se llama?
- No lo sé. Cuando llegué, me preguntó si era Ronstadt y luego me dijo que venía a ayudarme. También me preguntó si hablaba alemán. Fue el idioma que usamos después.
- ¿Podría describirlo, para un retrato hablado?
- Seguro.
- Llamaré a un dibujante.

Del número de teléfono usado por Ronstadt, no se pudo averiguar nada: era un desechable de pre-pago. Hacer una llamada podría ser un medio para rastrearlo, pero sería arriesgado y podría poner sobre aviso a los contratantes. El retrato hablado, al contrario, podría ser enviado a todas las oficinas de la policía y a Interpol.

Esa tarde, en el diario "Le Soir", que se distribuye después de las cinco de la tarde, apareció la siguiente noticia:
  • "Jefe de informática de la Universidad de San Lucas acusado de espionaje
  • El señor Mousin, jefe del sistema informático de esa universidad, proporcionó a una empresa extranjera el software desarrollado por los profesores Franquin y Marchant en el marco de un proyecto Esprit, de la Unión Europea. Este proyecto corresponde a la investigación de la memoria de los seres humanos y de un intento de copia de dicha memoria, en apoyo a la creación de una memoria que operaría con un sistema de inteligencia artificial. Se especula que podría ser utilizado por una potencia extranjera para detectar a disidentes mediante el registro no-autorizado de su memoria. A pesar de que la hija del ingeniero Mousin fue secuestrada para obtener el software mediante chantaje, la policía ha sido incapaz de detectar la operación y no ha prestado su colaboración para rescatar a la joven."

El comisario Servais recibió el diario poco antes de la hora de su vuelta a casa.
- ¡Ésto es un infundio! -exclamó, airado-. ¿Quién les habrá dado esta información?

Llamó a Trompel y le comentó la publicación.
- No revelarán la fuente -contestó éste, basado en su experiencia como periodista-. Pero ningún editor habría autorizado esta publicación sin haber verificado los antecedentes. Si nos acusan y acusan a Mousin, deben contar con datos que no publican, seguramente tergiversados. Podemos exigir que nos los entreguen.
- Y hemos de desmentir totalmente esta información. Prepáreme un comunicado. Lo enviaremos inmediatamente a todos los medios. Y aviso a nuestro departamento legal para que los abogados hagan las reclamaciones pertinentes.
- Debemos tener cuidado con el comunicado. Podrían haber hecho publicar ésto para verificar, en una eventual respuesta, que el programa que obtuvieron es legítimo. No podemos dejar adivinar nada. Y la universidad no debería arriesgarlo tampoco.
- Avisaría a Mousin y Franquin. He recibido la información de la policía alemana -agregó el comisario-. Rosenwald no tiene antecedentes allá, pero aparece como gerente de una empresa de seguridad llamada "Geheimeziechereit (GeZi)", con sede en Aquisgrán. Quiero que vayas ahí el lunes para investigar. Arreglaré que te acompañe un colega alemán.

Luego, a través de los mecanismos de Europol, Servais se comunicó con la policía de Aquisgrán para darles los antecedentes y convenir el trabajo conjunto. Logrado el acuerdo, informó a su subordinado, que ya se había ido a casa, de donde debía dirigirse y a quién contactar. Trompel se reuniría con un inspector alemán y los dos visitarían GeZi para entrevistar a Rosenwald.

30/9/13

Cerebal 11


11. ( Día 11 jueves )

El día siguiente, mientras Trompel volvía a interrogar a Ronstadt, Servais llamaba al puesto de policía comunal de Bütgenbach y les explicó la situación, preguntando si habían observado algún movimiento anormal en el pueblo y donde podría eventualmente alojarse un secuestrador con su presa. Le contestaron que no había ninguna casa desocupada y que solo había un pequeñísimo hotel, al borde de la carretera, que podía recibir unos seis pasajeros y que funcionaba más como restaurante. Dijeron que iban a ir a consultar el registro de pasajeros. Un par de horas más tarde, llamaban de vuelta informando que había dos pasajeros en el hotel: un ciudadano alemán y una joven belga. Ésta parecía enferma cuando llegó y fue conducida a su habitación por el alemán y otro hombre que luego se fue. Explicaron que se había desmayado durante el viaje, que el hombre que se fue era médico y les había asegurado que no era grave y se recuperaría con un par de días de reposo. El alemán siempre le llevaba la comida a la habitación.

Servais pidió entonces una vigilancia permanente, mientras él, con un equipo, se dirigía hacia el pueblo. Llamó entonces a su ayudante y a Trompel. Tomaron un auto y partieron en dirección a la frontera alemana, ya que Bütgenbach quedaba a pocos kilómetros de ésta. También llamó al puesto fronterizo más cercano para que revisasen cada vehículo que pasase hacia el país vecino.

En el trayecto, Trompel rindió cuenta de su nuevo interrogatorio.
- Ronstadt no reconoce nada. Sigue insistiendo en que nunca fue a la casa de Brasseur. Dice que intercambió algunas palabras con un alemán en el club Cactus, pero no lo conocía de antes ni lo volvió a ver después. Ésto no puede ser cierto porque es muy difícil entrar solo al Cactus, especialmente para extranjeros. El portero es muy exigente. Solo se entra fácilmente acompañado por un cliente conocido, en grupo o con invitación. El barman solo vió al alemán con Ronstadt.
- Ya tenemos claro que miente. Habrá que revisar la escena del crímen, por si queda alguna otra pista.
- ¿Los técnicos no habrán tomado las huellas digitales en el teclado del computador?
- Deberían. Si lo hicieron, no habrán encontrado a nadie en las bases de datos.
- Pero no deben haber tenido las de Ronstadt. Se las haré tomar y se las mandaré.

Cuando llegaron al hotel cuya localización exacta la policía comunal le había dado, Servais dejó su ayudante Frenet a la entrada y pidió a los agentes locales rodear el lugar. Entró con Trompel, con la intención de subir a las habitaciones ocupadas por el sospechoso y su presa pero, al preguntar por ellos en la recepción, le indicaron que se habían ido un par de horas antes. Los policías locales debían haber llegado minutos después de su salida. Servais exigió ver el registro de pasajeros: los nombres eran los de Josefina Mousin -habían presentado su cédula de identidad- y de Otto Rosenwald. Mousin aparecía con residencia en Bruselas y Rosenwald en Aquisgrán (justo del otro lado de la frontera).
- Usaron el nombre real de la niña. ¿No es extraño? -dijo Trompel-.
- El caso no fue conocido por la prensa, así que corrían menos riesgo que registrando una identidad falsa. Me pregunto si Rosenwald es también el nombre real del secuestrador: ésto sería mucho más extraño.
- ¿Qué hacemos ahora?
- Si se fueron, hay dos posibilidades: o van a dejar a la joven en libertad, o la trasladan a otro lugar para deshacerse de ella. Voy a llamar a su padre.
- ¿No es muy arriesgado? Podrían vigilarlo todavía...
- Hizo lo que le pidieron. La suerte de la niña debe estar decidida y debe ser lo que puso al secuestrador en movimiento. Ya no les debe importar si intervenimos.

Servais no tuvo que hablar mucho e informó a sus compañeros.
- Acaban de avisarle de que pusieron a su hija en libertad. Está en una estación de servicio en la autopista a la salida de Lieja. Iba a subir a su auto para ir a recogerla, pero le dije que estabamos más cerca. La recogeremos nosotros. Vamos.

Se despidieron de la policía local y retomaron la ruta hacia Lieja. Encontraron a la joven en el lugar señalado por su padre. Servais le pidió que contara lo ocurrido.

- Después de subir al auto de mi amigo, alguién desde atrás me aplicó un paño sobre la boca y la nariz, y perdí el conocimiento. Cuando desperté, acostada, tenía los ojos vendados pero tenía los brazos y piernas libres. Me saqué la venda y ví que estaba en una habitación como de hotel, que tenía un baño privado anexo. Unas horas después entró un hombre que me dijo que no tuviera miedo, que estaba segura y no me pasaría nada. Solo me pidió que no hiciera ninguna tontería; debía tener paciencia y pronto me pondrían en libertad.
- ¿Quién la recogió, para que se subiera tan fácilmente al auto?
- Era el hijo de un colega de mi padre. He salido varias veces con él a una que otra fiesta.
- ¿Pudo ver donde había estado cuando la sacaron para soltarla?
- Era un pequeño hotel. No pude reconocer la ciudad: nunca había estado ahí. Pero al salir de ella ví que llegabamos a un cruce donde se indicaba hacia Verviers y hacia Lieja. Tomaron la dirección de Lieja y, después de media-hora, me dejaron en esa bomba de bencina. El hombre que me había atendido, y que manejaba el auto, me pidió disculpas y reiteró que nunca había estado en peligro. Nunca ví a otra persona.

Noticia del 23/09/2013: Stephen Hawking aseguró durante el rodaje de un documental que «el cerebro es como un programa en la mente, que es como un ordenador, por lo que en teoría es posible copiar el cerebro a una computadora y proporcionar así una forma de vida después de la muerte», según el diario The Guardian.

16/9/13

Cerebal 10


10.

Franquin y Marchant habían seguido estudiando las memorias de los estudiantes que su programa había registrado e integrado, dando prioridad a todo lo "extraído" de quién se había presentado como Ana Zondag. Marchant tomó muchas notas y, finalmente, en la tarde del miércoles, se decidió a informar al comisario Servais.

- He estado estudiando detenidamente los registros mentales que tenemos de Zondag-Ronstadt. Registramos aquí algunas tendencias que podrían interesarle. Hay que tener un bajo nivel de ética para aceptar de trahicionar un acuerdo de confidencialidad y una mente algo retorcida para, por ello, cambiar además de identidad. Pero según lo que puedo deducir de todos sus antecedentes, parece gozar con este tipo de operación y con las agresiones. Ha molestado frecuentemente a sus compañeros de colegio y ha tenido más de una discusión con sus profesores en la universidad por las notas que le ponían. Y la resonancia magnética muestra que tiene escasa actividad en la zona del cortex prefrontal, que es el que controla la agresividad. Muchos asesinos tienen baja actividad en esa zona. Me pregunto si no será él mismo el asesino de Brasseur.
- ¿No estaría ésto grabado en su memoria?
- No en lo que tenemos aquí. Recuerde que fue grabada varios días antes del asesinato. Quedó registrada su contratación para espiar lo que hacíamos en esa etapa de la investigación, pero lo pueden haber contratado después para abordar a Brasseur e intentar obtener el programa completo.
- Gracias por la información. Vamos a tener que volver a hablar con él, y verificar su coartada para esa noche.

Servais informó a Trompel y le ordenó interrogar de nuevo a Ronstadt, que seguía bajo custodia.
- ¿Ha tenido más contactos con algún miembro del equipo de Franquin y Marchant?
- No, no los he visto más.
- ¿Ni siquiera a Brasseur? ¿No lo visitó el viernes 8?
- No.
- ¿Dónde estuvo la noche del viernes 8?
- No lo recuerdo bien. Pero los viernes, suelo salir a divertirme.
- ¿Dónde?
- Al You, al Cactus, o al Havana Club.
- Es miembro de alguno. ¡No es fácil de entrar!
- En el Cactus entro siempre sin problema. En los otros, hay que pasar una propina al concerje.
- ¿Y adonde fue el viernes 8?
- Ya no lo sé.
- ¿A que hora va por all'a?
- Entre las 11 y las 12.
- ¿Hasta...?
- Las 4 o las 5 de la mañana.
- Trataré de verificar ésto. pero tendrá problemas si no tiene testigos.
- Pregunte à Claude, el bar del Cactus. Él me conoce.
- Ya lo veremos.

En la noche, Trompel se fue al Cactus, en el bulevar Souverain, para hablar con el barman.
- ¿Conoce a Kurt Ronstadt? -y le mostró su foto-.
- Sí, es un cliente regular.
- ¿Cuando estuvo aquí por última vez?
- La semana pasada no vino, pero estuvo aquí la semana anterior, acompañado de otra persona.
- ¿Recuerda el día y la hora?
- El viernes, según su costumbre. Debe haber sido después de media noche. Generalmente llega más temprano, y solo.
- A visto otra vez su acompañante?
- No, es la única vez que vino.
- ¿Recuerda su nombre? ¿Podría describirlo?
- Nunca oí su nombre. Era alto, fornido, y creo que rubio. Pero no podría describir mejor su cara: aquí pasa mucha gente y solo recuerdo bien a los clientes habituales.
- ¿Nada más que le haya llamado la atención?
- Los oí hablar en alemán; ésto me llamó la atención. Y tenía una mancha roja oscura en el puño de su camisa. Pensé que venían de un restorán y que podía ser de alguna salsa.

No hacía falta visitar el You Night Club ni el Havana Club. Ya estaba confirmado que Ronstadt acompañado, seguramente, el asesino habían estado en el Cactus después del hecho. Ronstadt debe haber sido quién trató de utilizar la conexión de Brasseur. Luego deben haberse ido juntos a la discoteca antes de separarse. El policía debería volver a interrogar, más duramente, a su detenido la mañana siguiente, para conseguir más datos del asesino.


2/9/13

Cerebral 9


9.

El mismo día, sonó el teléfono de Mousin.
- Señor Mousin. Ud intentó engañarnos. Inyectó un rastreador en el software que nos hizo descargar. Ha sido una mala idea. Debería haber pensado que no somos tan tontos. Tenemos los mejores ingenieros, y lo primero que hicimos fue filtrar el programa buscando cualquier virus o secuencia espía. Limpiar el programa sin producir errores es poco seguro y muy molesto para quién no lo conoce bien. Así que si quiere volver a ver a su hija, dénos una copia limpia. Y si ésta no funciona correctamente, olvídese de la muchacha.

Mousin envió de nuevo un mensaje a Franquin por la red interna, poniéndolo al tanto.
- No creo que lo hayan descubierto todo. Hemos insertado varias capas de espionaje. Un rastreador sencillo es en efecto fácil de detectar y pensamos que -en efecto- podrían detectarlo, pero que también podrían anularlo con facilidad. Al parecer, no pudieron hacer una ingeniería inversa que les permitiera separarlo. La segunda trampa es imperceptible, porque se encuentra en el sistema de control de periféricos, sin el cual es imposible que una aplicación funcione. En este caso, se detecta una conexión con otro computador, en el intercambio de mensajes de estado, se enviará a éste un mensaje que éste interpretará como un mail a ser reenviado. Y, si tiene un puerto abierto a internet, lo enviará a un servidor proxy anónimo de donde los recibiremos nosotros. Aúnque ellos los descubrieran, no podrían ni interpretar el mensaje, encriptado, ni saber de dónde le llegó a ese PC ni hacia donde iba. El tercer nivel corresponde a los levantamientos y respaldos de datos legítimos de las operaciones. Aunque es posible que lo detecten y podrían impedirlo aislando su máquina, sería mucho después de empezar a operar y, por lo tanto, de liberar a mi hija. Les dije que debía esperar la noche para poder poner otra copia a su disposición. Saben que no soy miembro del equipo y que puede ser complejo para mí hacer que una copia sea descargable sin que se disparen alarmas de acceso indebido. Tengo la lista de las líneas a eliminar y será fácil hacer el cambio, dejando las otras trampas y me tomará meno de una hora preparar esta nueva copia. Seguramente la descargarán en la madrugada, y luego, sin duda, la probarán antes de liberar a mi hija. Si están conectados, de la forma que sea, a una red, nos llegará el mensaje; tengo un canal abierto para recibirlo, con una alarma de recepción. Ya que se están comunicando por correo electrónico, estoy seguro de que así será. Lo que no sé es cuanto se demorarán en probar el programa, para que llegue el mensaje.

Franquin reenvió el mensaje al comisario Servais. Éste preguntó:
- ¿Con este mensaje, será posible ubicar a los captores de su hija?
- Lo dudo. Podríamos saber donde está el supercomputador, pero podría estar tanto en China como en Kasajstán. La niña debe estar aquí cerca. No hay forma de que accedamos a sus comunicaciones electrónicas con los secuestradores.
- Pero nosotros interceptamos los llamados telefónicos de Mousin. Nuestros técnicos ya deben haber rastreado el origen de ese llamado.
- ¡Ojala comisario!

Servais llamó entonces a los encargados de las escuchas.
- El número de teléfono es de un GSM de una compañía extranjera. No hay forma de conocer al dueño, pero tenemos el número.
- ¿No pudieron localizar su posición?
- No con precisión. Ubicamos la estación base de GSM de Bütgenbach, y una estación base GSM urbana alcanza un radio de cobertura a su alrededor varios cientos de metros. Es practicamente todo el pueblo. Tendríamos que instalarnos allá con tres rastreadores para poder triangular una posición exacta, y el llamado deebría tener una duración mínima de dos minutos. Pero, con un GSM, podrían llamar desde cualquier otro lugar, y si pasa por otra estación base, no lo captaríamos.
- Bien. Gracias. Voy a ver cómo podríamos planear esta operación.

Trompel, enviado a Rixensart, encontró al "estudiante" en casa de sus padres. Lo detuvo y lo trajo a la central de la PJ, empezando el interrogatorio en el mismo vehículo policial. El joven no se hizo de rogar.
- Me contrataron para recopilar el máximo de información sobre ese programa. Ofreciéndome como sujeto de prueba, podía conocer los procedimientos de obtención de datos, algo así como el manual de uso. Reconozco que linda en el espionaje industrial, pero Franquin debía saber que ésto podía filtrarse.
- Y ud firmó un acuerdo de confidencialidad con la universidad. Sabía de antemano que lo iba a violar ya que, además, se disfrazó y escondió su verdadera identidad y profesión. Debió tener ayuda para ésto, ¿o también es falsificador?
- Me hicieron llegar los documentos, junto con un primer pago, un pequeño anticipo "para alentarme", según dijeron. Como estaba sin trabajo, por el monto, era irresistible.
- ¿Recibió un cheque o efectivo?
- Cincuenta mil euros en efectivo.
- ¿Y cómo se comunica con sus patrones?
- Solo tengo un número de teléfono de emergencia y una dirección de e-mail para el envío de información.
- Necesitamos ambos. ¿Llamó alguna vez a ese teléfono?
- Cuando me enteré del accidente y de que Franquin estaba en coma. Les avisé.
- ¿Y qué oyó?
- Una voz con acento alemán. Y música, como de un llamado en otro teléfono, porque se cortó rápidamente.
- ¿Qué música?
- El inicio de la Quinta Sinfonía de Beethoven, la "V".
- ¿Y cómo supo que Franquin estaba en coma?
- Me hice amigo de otro estudiante que participa en el proyecto MEMO y que estudia ingeniería. Visita frecuentemente los laboratorios de computación y ahí oyó que algo había pasado y que se habían detenido los experimentos después de la muerte de Brasseur porque el profesor Franquin estaba en coma.

Trompel transmitió esta información a su jefe, apenas dejó a Ronstadt bajo custodia. Servais verificó algunos datos y los fue comentando con el inspector.
- El número de teléfono no es el mismo que detectaron en la escucha del llamado de los secuestradores a Mousin. Parece que hay varios intermediarios involucrados.
- ¿Y qué hay del e-mail?
- El dominio pertenece a la compañía Globalteck que ya nos indicó Franquin y confirmó Ronstadt. Según WhoIs, la residencia asociada es de Bulgaria. Sería difícil lograr algo ahí.
- ¿Qué más sabemos de Ronstadt? ¿Una ascendencia alemana?
- En efecto. Sus padres viniero del este de Alemania, al final de la guerra.
- Así que pueden haber mantenido contacto allá. O incluso haber operado para servicios de espionaje. No nos interesa verificar ésto, pero podría explicar cómo llegaron a contactar a este Kurt.
- Su contacto tenía acento alemán. Podrían haber hablado en ese idioma.
- El contacto podía no saber este detalle. Puede ser un intermediario o el mismo secuestrador, y haber sido contratado solo para esta operación, con un mínimo de información y de instrucciones.
- Y el teléfono de donde llamaron a Mousin fue rastreado hasta Bütgenbach. Ésto es en las comunas de habla alemana, cerca de la frontera. Así que, si sumanos las pistas, los secuestradores podrían ser de Alemania, al servicio de Globalteck, que estaría registrada en Bulgaria.
- Preguntaré a Interpol si ese nombre les es conocido. Trata de averiguar de quién es el número de teléfono que tenía Ronstadt.

15/8/13

Cerebral 8


8.

Trompel había estado pensando en quienes podrían ser los secuestradores o, en todo caso, quienes los habrían ordenado. Se acercó a su jefe.
- Jefe, he estado pensando en lo que significa que se trate de obtener el programa de Marchant y Franquin. Sin duda debe ser alguna empresa no-occidental o incluso un gobierno, que quiere tenerlo sea para propósitos políticos sea para un desarrollo comercial. Pero lo que es clave, es que para poder usarlo deberían tener un supercomputador con idéntico poder de procesamiento, es decir un Cray de última generación. Ésto no es fácil de conseguir. El gobierno de los Estados Unidos lo considera material estratégico y toda venta al exterior debe contar con una autorización especial. Es imposible que un grupo pirata cuente con este tipo de máquina.
- ¿Cómo podrían entonces usar este programa?
- Preguntémoslo a Franquin.

Servais tomó el teléfono y llamó al ingeniero para hacerle la pregunta.
- En efecto, no creo que alguién que haya adquirido un Cray en forma legal nos quiera piratear. No es la forma de trabajar de las instituciones científicas serias.
- ¿Podrían conseguir o fabricar un supercomputador capaz de emular su Cray?
- Un supercomputador asiático no tendría el mismo sistema operativo, que es indispensable. La única forma en que podría ser factible, sería adquirir y hacer trabajar en paralelo varias máquinas antiguas. Me parece que sería factible con unos cuatro Blue de IBM de hace diez años. Éstos, los podrían haber conseguido en el mercado secundario o en el mercado negro. Pero en el mercado de segunda mano sería fácil conocer el comprador: IBM les sigue la pista, para los servicios de mantención. Sin embargo, desde el mercado secundario siempre existe la posibilidad de que pasen al mercado negro y sean transferidos ilegalmente a países que no cuentan con el beneplácito del gobierno norteamericano. Ha apasado más de una vez. Incluso la CIA ha aprovechado esta posibilidad filtrando máquinas con bombas lógicas, es decir con programas ocultos que la Compañía podía activar a distancia para espiar las actividades o incluso desactivar totalmente el computador si se usaba para controlar actividades claves de un enemigo.
- ¿Quiénes podrían estar al tanto de estas ventas?
- Aparte de los vendedores ilegales y la CIA, no veo quienes. Aunque Interpol podría tener algunas pistas. Deben conocer casos pasados y ésto les podría orientar.
- De acuerdo. Gracias por la información. Contactaré Interpol, a ver si nos pueden ayudar.

( Miércoles, Día 10 )

El día siguiente, Marchant recibió de la secretaría general de la universidad los datos pedidos acerca de los estudiantes que habían participado en sus pruebas. Todos menos uno coincidían perfectamente con la información que ya tenía. Sin embargo, la "estudiante de historia", Ana Zondag, era desconocida para las autoridades. Se lo comentó a Franquin:
- Nuestra "alumna de historia" no estudiaba historia en absoluto. Tampoco era "alumna". Debió falsificar su credencial de estudiante ya que no aparece en los registros de la universidad.
- Analicemos los contenidos de su memoria. Sabremos mucho más.
...
- Aquí veo la transcripción de su memoria episódica. Según su propia historia de vida, es ingeniero en informática. Y no es mujer, sino hombre. Y su verdadero nombre es Kurt Ronstadt, no Ana Zondag.
- ¿Qué hay de sus contactos en las últimas semanas?
- Tiene un contrato con una empresa llamada Globalteck para describir nuestros proyectos, y le recomendaron cambiar de identidad. ¡Lo contrataron para espiarnos! Voy a avisar al comisario Servais.

Hizo el llamado de inmediato.
- ¿Saben donde vive? -preguntó Servais.
- Su ficha dice que en la calle Berkendael, en Saint-Gilles, pero según su memoria, aún vive con sus padres, en la calle de la Reina, en Rixensart.
- Asumiremos que la dirección de Saint-Gilles debe ser falsa. Pero le deben haber dado un número de teléfono válido para contactarlo, para las pruebas.
- En efecto. Es el 9.640.00.94.
- Un GSM. Lo rastrearemos. E iremos a visitar a sus padres.

1/8/13

Cerebral 7


7. ( Martes, Día 9 )

En la mañana siguiente, Servais recibió un llamado de Franquin.
- Comisario, acabo de encontrar un mensaje de texto de Mousin en nuestra red interna. Déme su correo electrónico para enviarle copia. Se trata de su hija.

Servais se lo dió y, a los pocos minutos, recibía el e-mail que expresaba lo siguiente:
- Mi hija ha sido secuestrada. No puedo hablar de ello con la policía y no debe acercarse. Pero los secuestradores no pueden acceder a nuestras comunicaciones internas y ud puede retransmitir este mensaje al comisario Servais. Los secuestradores quieren una copia del programa Franquin-Marchant y me han dado 48 horas para proporcionárselo a cambio de hija. La puedo ver cada seis horas y por unos minutos en "streaming" de una cámara web a través de un repetidor que enmascara la dirección IP y está bien. Les expliqué que era imposible darles una copia física del programa ya que requiría varios discos duros y sería imposible sacarlos de la universidad. Lo que voy a hacer es darles una clave para acceder a una copia del programa que podrán descargar. Pero esa copia contendrá una trampa que me enviará información de todos los proxys (relevos) por donde pasará y, así, podremos saber donde están. Y cuando traten de usarlo, les parecerá correcto a primera vista pero arreglaré que varias funciones estén deshabilitadas y reeemplazadas por instrucciones de retransmisión que, si siguen conectados a internet, nos devolverá información de su propio computador.
Trabajé en ello con Benson antes de que se fuera. Se la había ocurrido que si estaban dispuestos a atacar a Brasseur no abandonarían fácilmente y buscarían otra manera de conseguir el programa. Así que nos pareció conveniente preparar nuestra propia versión pirateada.

Servais acusó recibo por la misma vía y pidió a Franquin que le avisara a la hora que fuera si había alguna novedad. También preguntó cómo se comunicaban los secuestradores con Mousin y pidió información sobre todos los que habían participado en el proyecto, como los alumnos que se habían prestado como objeto de experimento. Franquin le contestó que los secuestradores habían llamado a Mousin por teléfono a su oficina y le mandó los datos de los estudiantes en un archivo anexo. El comisario pidió la intervención de los teléfonos de la casa y de la oficina de Mousin; así podría monitorear los llamados aún sin que Mousin lo supiera. Luego llamó a Trompel y lo puso al tanto, ordenándole verificar los datos de los alumnos.

En la universidad, Franquin y Marchant se habían reunido para seguir estudiando lo ocurrido. Franquin puso al médico al tanto del mensaje de Mousin y decidieron dar prioridad a la información que podía ser útil a la policía. Marchant revisó los datos que tenían de los estudiantes, pero éstos no le sugirieron nada anormal. Sin embargo, envió la lista de nombres a la secretaría general de la universidad pidiendo los antecedentes ahí registrados y explicando el motivo. Propuso luego a su coequipo revisar las copias mentales realizadas: si alguno estaba implicado, podrían seguramente encontrar ahí algunas pistas. La copia mental programada era mucho mejor que un detector de mentiras: registraba todo el contenido de la memoria del sujeto, lo cual no podía ser falsificado.
  • La capacidad total de la memoria se estima en el equivalente a unos 20 millones de libros de 500 páginas (o sea todo lo que contienen hoy todas las bibliotecas de la Tierra). Gran parte de esta capacidad, sin embargo, queda fuera de nuestro alcance consciente: corresponde a "reglas de uso" del "sistema", a informaciones básicas (como lo acumulado en la primera infancia) y a recuerdos que quedan "empolvados por el tiempo" (o sea de difícil "resucitación" por falta de uso).
  • "Copiar" la memoria de un sujeto, como se pretende en el proyecto aludido en esta novela, supone ubicar los rastros correspondientes al "archivo episódico" y al "archivo conceptual" del sujeto y, de algún modo, transferir esta información al sistema computacional. Producir la copia no es en sí el mayor problema, ya que se han diseñado hace tiempo redes neuronales artificiales y se puede prever que, con el tiempo, será posible llegar -quizás- a una amplitud adecuada. Individualizar en el cerebro las uniones sinápticas que correspondan a determinados tipos contenidos es algo que recién se intenta lograr. De mayor ficción es, por ahora, la idea de que se pueda, además, "sacárles una copia". Más aún si se toma en cuenta que es posible que parte de la memoria no estaría solamente "contenida" en las conexiones sino también almacenada en proteínas u otros componentes de las células nerviosas. Sin un proceso consciente (o semi-consciente) parece por lo tanto extraordinariamente difícil "extraer" contenidos de la memoria. [Se supondrá aquí, sin embargo, para los efectos de la novela, que es posible.]

El proceso de "integración" realizado por el supercomputador significaba que contaban ahora con una "meta-memoria" es decir una especie de mapa de los contenidos. Los conocimientos (archivo conceptual) de los diversos sujetos forman un gran conjunto, pero las historias personales (archivo episódico) seguían específicas y solo se interconectaban cuando los diversos sujetos habían coincidido en alguna actividad. Buscar una eventual implicación de uno de ellos en el asesinato de Brasseur suponía investigar estas historias personales en las últimas semanas: tendrían que encontrar discrepancias o, de no haberlas, hacer una lista de todos los contactos personales y pasarla al comisario para que los investigue.

- Ordenemos primero una revisión de consistencia -sugirió Marchant-. Es algo que estaba previsto de todas maneras porque podría indicar fallas en el proceso de integración. Pero también nos puede mostrar si alguno de los alumnos ha mentido en algo importante: tendría memorizada una historia que no coincidiría con su historia real.
- Excelente idea -contestó Franquin, buscando en el menú la opción, que ya estaba programada, y poniéndola en marcha-.
- Me voy al hospital -dijo Marchant-. Ésto podría demorar horas. Avíseme si obtiene algo inesperado.
- Lo llamaré. Por ahora, hay que dejar que el computador trabaje. Voy a ocuparme también de mis clases, para retomar el ritmo normal.

15/7/13

Cerebral 6

6. ( Lunes, día 8)

El lunes siguiente en la mañana, Servais, Marchant, Franquin y Mousin se reunieron en la universidad. Benson ya se había marchado el sábado para volver a España. Marchant le preguntó a Franquin qué recordaba del día del accidente.

- El viernes estuvimos revisando los algoritmos de interconexión necesarios para la integración de las memorias individuales. Había un par que debía ser mejorado. Cuando estaba a punto de volver a casa, me llamó Brasseur desde su casa, diciéndome que había encontrado una solución. Lo arreglé y nos pusimos de acuerdo en verificar el procedimiento contectándonos ambos, en un proceso que podríamos llamar de telepatía asistida por computador, como ya lo habíamos hecho varias veces. Todo iba bien hasta que recibí una fuerte descarga incomprensible, como si fuese un rayo, y perdí el sentido. Hasta que desperté aquí viendo a Marchant que me observaba y Benson en los controles.
- La descarga ocurrió cuando mataron a Brasseur -explicó Servais, pasando a relatar lo que habían descubierto en la casa del joven.
- ¿Qué pasó con los equipos? -preguntó Franquin.
- Uds habían puesto en marcha el proceso de integración y el superordenador siguió funcionando perfectamente, por lo que hemos podido comprobar -explicó Mousin-. La conexión con Brasseur fue cortada por el apagado de su computador y luego alguién trato de reingresar desde su máquina y luego, horas más tarde, desde otra ubicación que no pudimos rastrear. El cortafuego funcionó perfectamente y no hubo perjuicios. El equipo también siguió registrando sus signos vitales y ondas cerebrales mientras estuvo en coma. Pero la descarga imprevista debida al trauma de Brasseur afectó las rutinas de acceso al menú de control y tuvimos que esperar que Benson viniera a repararlo para poder desconectarlo sin riesgo.
- ¿Por ésto estuve casi una semana en coma?
- Así es. Las rutinas de seguridad funcionaron muy bien, advirtiendo de los riesgos de desconectarlo fuera de protocolo, pero no estaba prevista una sobrecarga como la producida por la muerte de Brasseur.
- ¿Quién iba a pensar en algo así?
- Deberíamos haber pensado, al menos, en la posibilidad de un infarto cerebral y haber puesto un filtro para que algo así no afectara a quienes estuviesen conectados. ¡Ésto es culpa mía! -admitió Marchant-. Lo siento mucho.
- No se culpe. Siempre hemos trabajado verificando que los sujetos fuesen personas sanas. Este tipo de accidente era del todo imprevisible -replicó Franquin-.
- ¡No pueden programar computadores pensando en que sus usuarios podrían ser asesinados! -abundó Servais-.
- De todos modos. Trabajamos con el cerebro y deberíamos tener mejor en cuenta la variabilidad de las condiciones si queremos poder generalizar nuestras conclusiones.
- Ésto es cierto -siguió Franquin-. Y ahora tenemos un material excepcional: la transmisión de las ondas del deceso de Brasseur que podremos estudiar y serán un aporte extraordinario a nuestra investigación, aunque no compensan su lamentable pérdida.
- Uds podrán seguir sus estudios como les parezca -dijo Servais-, pero aquí estamos ante un hecho criminal de la mayor gravedad. Y es prioritario descubrir el autor de este ataque, y su primera obligación consiste en ayudarnos en este sentido. Yo veo dos frentes a cubrir: que es lo que buscaban obtener y quienes pueden estar involucrados. Como el doctor Marchant sabe, hace años una empresa alemana intentó reclutarlo para obtener los secretos de otro proyecto Esprit de informática neuronal y, cuando se negó, secuestró para ello a un ingeniero suizo, Jacques d'Aosta, que participaba en éste. ¿Puede tratarse de algo parecido?
- BreinWerken se dedicaba a la robótica y estaba interesada en aplicaciones de inteligencia artificial. Lo que hacemos ahora es bastante diferente, y no creo que sean ellos, si algunos escaparon a la cárcel, que estén interesados -contestó Marchant-. Pero bien puede ser otra empresa o incluso el servicio de espionaje de algún país asiático. El conocimiento que podemos obtener aquí y, sobre todo, las aplicaciones derivadas podrían ser extraordinarias, tanto en materia de valor comercial como de seguridad pública.

En la tarde, cuando Servais iba a salir de su oficina, le pasaron un llamado urgente de Charles Mousin.
- Mi hija ha desparecido. No llegó a casa a la hora de costumbre y mi mujer la fue a buscar al colegio pero no la encontró. Habló con su profesora pero ella no sabe nada: la niña salió como siempre con el grupo de sus compañeras.
- ¿Consultaron a sus compañeras y a otros padres?
- Hay una compañera que dijo que la había dejado conversando con alguién. Parecía conocerlo, pero ella misma nunca lo había visto. Siguió su camino y no supo más de su amiga. Nadie más sabe nada.
- Tendré que ir a ver a esta niña. ¿Me puede dar su dirección?
- No la tengo, pero aquí tengo su teléfono, en la lista del curso.
- ¡Cuantos años tiene su hija?
- Quince años.
- Me parece lo suficiente para saber que no ha de hablar o irse con desconocidos.
- Así es, y ésto nos desconcierta.

Servais llamó a Trompel y le contó lo ocurrido.
- Parece seguro que la hija de Mousin conocía al que la abordó. Solo así lo puede haber seguido.
- Entonces podría ser un amigo de la familia.
- O alguién que trabaja con su padre y que ella haya conocido.
- ¿Piensa que podría estar relacionado con el ataque a Brasseur?
- No me extrañaría. Me parece la mejor explicación. No puede ser una mera coincidencia. Tratarán de chantajear a Mousin para obtener lo que quieren, ya que no pudieron con Brasseur. Deben pensar que vigilamos y protejemos a Franquin et Marchant, mientras Mousin, aunque no está directamente involucrado en el proyecto MEMO, les puede dar el acceso que desean.
- Hable con Mousin y pida fotos de los amigos. Consiga fotos de todos sus cercanos en la universidad y luego vaya a ver a la compañera y muéstrele las fotos.
- De acuerdo, jefe.

*
En un lugar desconocido, alguién llama por teléfono...
- Señor Mousin, su hija está en nuestro poder y se encuentra bien. Si quiere verla de nuevo, es muy fácil: consíganos una copia del programa de copia e integración de registros cerebrales en que trabajan los señores Franquin y Marchant. Lo volveré a llamar dentro de 48 horas. Y más vale que no haga tratos con la policía.

Cuando Trompel quiso hablar con Mousin para pedirle fotos, éste se disculpó. Dijo que su hija se había ido donde unos parientes. Al pedirle precisiones, respondió con evasivas. Le quedó claro al detective que algo estaba ocurriendo y que Mousin temía ahora la relación con la policía. Sin duda la niña estaba secuestrada y le habían advertido que evitara la intromisión policial. Servais, puesto al tanto, dispuso una discreta vigilancia de la casa y de la oficina de Mousin y obtuvo autorización para intervenir los correspondientes teléfonos.

1/7/13

Cerebral 5


5. ( Día 7 )

El sábado en la mañana se juntaban Marchant, Benson y Mousin en la sala donde seguía Franquin. Una enfermera lo había aseado y Marchant había verificado sus signos vitales. Mientras el médico observaba la pantalla que mostraba el estado de las conexiones y que le permitía ver las transmisiones entre la máquina y el cerebro de Franquin, Benson se instaló en otro terminal, donde podía acceder a su virus y apuntar éste hacia el programa maestro. Mousin observaba, instalado ante un terminal que le permitía acceder a todas las máquinas del centro de informática y dispuesto a ayudar en lo que fuese necesario.
- Voy a lanzar el virus -anunció Benson-.
- Adelante -contestó Marchant-.

Una lista de instrucciones desfiló rápidamente por la pantalla de Benson.
- Todo bien -anunció Marchant-. No veo alteraciones.
- Vamos en la mitad del proceso -informó Benson-.

Pasaron unos minutos.
- Terminado -dijo Benson-. Voy a llamar el menú general. Aquí está. Veo una opción "Suspender transferencias", una "Detener conexiones" y otra "Suspender comunicaciones". ¿Cuál es la más conveniente?
- Ponga "Suspender comunicaciones" -contestó Marchant-. En ésto estaban según el registro de operaciones. Franquin y Brasseur se estaban comunicando cuando el joven fue atacado.
- Hecho.
- Bien. Se cerró el circuito abierto entre Franquin y Brasseur. Ahora, seleccione "Detener conexiones".
- Listo.
- Perfecto. Los signos vitales de Franquin no se vieron alterados. Quedó liberado.
- ¿Entonces puedo poner "Terminar y salir"?
- Así es. Hemos terminado. Lo voy a auscultar. Debería poder volver en sí.

Unos momentos después, Marchant confirmó que Franquin estaba en perfectas condiciones, pero no había despertado.
- Le voy a inyectar una pequeña dosis de adrenalina. Con ésto debería poder volver en sí.

Franquin, efectivamente, comenzó a agitarse y abrió los ojos. Encontrándose acostado y con tres personas mirándolo no podía sino extrañarse.
- ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy así? ¿Y qué hacen ustedes aquí?

Quiso levantarse, pero Marchant lo detuvo.
- ¡Calma! Ha estado una semana en coma.
- ¡Por ésto tengo tanto hambre! ¿Tuve un accidente? ¿Estoy herido? ¡Pero sigo en le laboratorio!
- En efecto, sigue aquí. En cierta forma fue agredido por la conexión neural.

Marchant le explicó lo ocurrido. Luego lo ayudó a levantarse y lo llevó a su casa, para que se recupere durante el fin de semana. Habían acordado reunirse  el lunes siguiente para revisar lo ocurrido y decidir los pasos a seguir.
  • El sistema nervioso central está compuesto por un número de neuronas aproximado a los veinte mil millones. Cada neurona, a su vez, a pesar de ser una sóla célula, es un órgano complejo que transmite impulsos eléctricos sobre la base de intercambios químicos y modificación de la sensibilidad de su membrana. También se ha descubierto que la célula nerviosa se configura sobre la base de un citoesqueleto formado de numerosos microtúbulos compuestos cada uno de trece pares de polímeros protéicos que pueden tomar dos estados diferentes debido a la polarización eléctrica. Así, en el citoesquelto de cada neurona podría realizarse la enorme cantidad de 10E27 (10 elevado a 27) cambios ("operaciones") binarios por segundo, muy por encima de lo que podría hacer un computador (10E14).
  • La pérdida de conciencia se relaciona con la interrupción de la actividad eléctrica en los niveles superiores sea por un evento traumático sea por la inhibición de las conexiones (sinapsis) entre neuronas por un agente químico (lo que producen los agentes de anestesia, por ejemplo). El trauma puede ser físico (destrucción de células) o eléctrico (electroshock). En esta novela se supone que el trauma mortal sufrido por Brasseur causó una descarga eléctrica en su conexión con Franquin de tal potencia que habría bloqueado las transmisiones en el cortex de éste, causando la pérdida de conciencia. Obviamente no hay seguridad científica de que ello pueda ocurrir y menos aún que se pueda revertir computacionalmente.


14/6/13

Cerebral 4


4. ( Día 6 )

El día viernes llegaba Luther Benson desde Murcia. Un chofer de la universidad lo esperaba en el aeropuerto de Zaventhem. Lo fue a dejar inmediatamente al laboratorio, siguiendo luego hacia el centro de la ciudad para dejar su equipaje en el hotel Mozart.

Marchant lo estaba esperando. Le había explicado la situación por teléfono, así que se dirigió en seguida a uno de los terminales. Ingresó la clave que le dió el médico y observó el estado de los parámetros.
- Los parámetros están bien. Por lo que veo, el proceso de integración parece haberse terminado hace poco. Solo se mantiene activo el proceso de control de los signos vitales y transferencia de datos desde el cerebro de Franquin. Pero esta transferencia es mínima, lo cual es lógico si está en coma: sus funciones cognitivas están suspendidas. Lo que falla es el acceso al menú general. Algunas líneas del programa deben haber sido alteradas accidentalmente. Desgraciadamente no es posible corregirlas ni reemplazar completamente la versión en uso, alterada, por una copia correcta sin detener todo y ya sabemos que sería extremadamente peligroso para Franquin. Es necesario producir otro tipo de "accidente" que vuelva a colocar las líneas correctas sin detener todo. Para ello, necesito conocer estas líneas y crear una especie de virus que las introduzca a la fuerza. ¿Dónde está el respaldo del programa?
- Tengo entendido que en un disco duro externo. El jefe de informática debe saber cual.
- Necesito que me lo conecte y que me diga si es una copia exacta del programa que está operando, realizada antes de que ocurriera el accidente.
- Le voy a pedir que venga.

Marchant llamó a Charles Mousin, que llegó a los pocos minutos. Éste confirmó que la copia de respaldo debía estar perfectamente actualizada, ya que se había generado el mismo viernes en la tarde, antes de que Franquin y Brasseur se conectaran simultáneamente. Benson le pidió entonces que lo conectara a otro terminal y le preguntó si tenía una aplicación de comparación automática de programas. Mousin lo confirmó, ya que era algo que se usaba con frecuencia, justamente para detectar variaciones entre diversas versiones tanto de textos comunes como de programas computacionales. Le dió la referencia para que lo pudisese usar. Cuando la conexión estuvo lista, Benson procedió a crear un nuevo directorio en el disco de respaldo y procedió a copiar en éste el programa que estaba operando. Dada su extensión, el proceso tomó cerca de una hora. Luego abrió una nueva ventana en su terminal, conectó y lanzó la aplicación de comparación y esperó la información que marcaba las discrepancias. Así, pronto descubrió las líneas que habían sido alteradas. Luego se puso a escribir un programa viral que podría lanzar para lograr que se efectuara la corrección y así recuperar el pleno control.

Marchant se fue a hacer clase. Al salir, se le acercó uno de los alumnos que se habían prestado para las pruebas y le preguntó cómo avanzaba el proyecto. Le contestó que estaba avanzando la fase de integración pero que quedaba mucho trabajo para analizar los resultados. No le dió más detalles ni le habló de lo ocurrido con Franquin. El alumno le dijo entonces que había leído en la prensa que el ayudante había sido asesinado y le preguntó si este hecho estaba ligado al proyecto, a lo que contestó que ésto era asunto de la policía y no tenía respuestas al respecto. El médico se fue luego a su casa.

Benson hizo una segunda copia del programa alterado y lanzó hacia éste su ataque correctivo, para verificar que el cambio se hacía en la forma esperada. Ésto le obligó a lanzar de nuevo el programa de comparación, esta vez entre la copia correcta y la versión ahora alterada por su virus. El primer intento no resultó como esperaba. Detectó un par de errores en su virus y los corrigió. Borró la copia a la cual había aplicado su virus experimental, reponiendo la copia exacta el programa que seguía monitoreando la comunicación con Franquin. Lanzó de nuevo su virus y volvió a efectuar la comparación. Esta vez logró su objetivo: con el virus podría restablecer las operaciones normales.

Habían pasado varias horas: era casi medianoche. Marchant se había ido y Mousin le había hecho llevar café y sandwiches. Llamó por teléfono a Marchant.
- Tengo listo el virus para corregir el programa maestro. ¿Quiere estar aquí cuando lo lance?
- Creo que, por seguridad, sería en efecto lo mejor.
- ¿Se viene ahora o podemos esperar hasta la mañana?
- Ud debe estar cansado. Franquin sigue en buenas condiciones y no creo que unas horas más lo puedan afectar. Vaya a descansar y juntémonos a las ocho de la mañana. Yo le llamo un taxi para que lo lleve a su hotel. Espérelo afuera del edificio. Estará ahí en unos diez minutos.
- Gracias. Nos vemos en la mañana.

1/6/13

Cerebral 3

3.

El doctor Marchant llegó el martes al mediodía. Se dirigió de inmediato al laboratorio donde habían mantenido al profesor Franquin alimentado por sonda intravenosa. Se sintió aliviado al comprobar que sus signos vitales eran normales pero se sentía intranquilo en cuanto a lo que podría haber sucedido con su cerebro. Se instaló en uno de los terminales del supercomputador del proyecto MEMO, introdujo su contraseña y activó una rutina de acceso que le permitiría comprobar todos los parámetros. 

Si bien Servais había pensado inicialmente que el caso no era de orden policial, lo ocurrido con Brasseur había completamente las cosas. Por lo tanto, advertido de la llegada del médico, había ido a la universidad y observaba las actuaciones del especialista, que le comentaba brevemente lo que estaba haciendo.

- Los parámetros son normales. Las transmisiones entre el cerebro de Franquin y la máquina son las mínimas: corresponden a un estado de reposo, como en el caso del sueño o de un coma inducido. La rutina que opera actualmente es la que consume más tiempo de los procesadores: la integración de los contenidos obtenidos de los cerebros de los sujetos experimentales. Pero hay un problema con la rutina de control: está en "loop", o sea en un círculo vicioso que no me permite efectuar operaciones. Hace falta que un experto se introduzca en el programa para interrumpir esta secuencia y restablecer el acceso al menú general o al sistema de cierre. Ésto queda fuera de mi alcance.
- ¿No pueden apagar los aparatos?
- No sin un grave riesgo. Cuande se procede a "copiar" un cerebro, no se puedo interrumpir sin correr el riesgo de afectar al sujeto conectado. Por ésto, cuando alguién toca a Franquin se dispara en forma automática la advertencia de peligro.
- ¿Quién podría ayudarnos? El jefe del Departamento de Informática dijo no estar al tanto ni poder ayudar.
- Creo que el único capacitado para ello es Luther Benson, el jefe del área de informática y especialista en redes neuronales del Laboratorio de Informática Cerebral de Murcia, en España. Lo conozco, a raíz del caso del ingeniero d'Aosta asaltado en el Jardín Botánico en 1998. Ambos trabajaban en un proyecto Esprit de creación e inserción de implantes cerebrales artificiales. Es consultor del presente proyecto y está al tanto de gran parte de su desarrollo.
- Me acuerdo de d'Aosta y que ud nos ayudó en este caso. ¿Cree que puede haber alguna relación entre ese caso y el actual?
- Desde el punto de vista científico están relacionados. Ambas se inscriben en el estudio de las redes neuronales del cerebro y especialmente de la estructura y contenido de la memoria. En Murcia trabajaban en el desarrollo de microchips capaces de contener parte de la memoria y sustituir ésta en casos de accidentes cerebrales. d'Aosta, que colaboraba en ese proyecto, tuvo un accidente y fue el primero en recibir este tipo de implante. Lo que tratamos de hacer aquí es una ampliación de este trabajo.
  • Una "red neuronal" es una construcción informática (generalmente simulada en un ordenador de alto poder de procesamiento, aunque ya existen algunas máquinas construídas según el modelo cerebral) que trata de imitar lo mejor posible la estructura del cerebro y su forma de operar. Una red neuronal no se programa en la forma tradicional, sino que se ajusta progresivamente en función del uso (proceso de aprendizaje). El interés por las redes neuronales surgió en el campo de la informática en 1959 cuando Frank Rosenblatt (1928-1969), psicólogo de Cornell, creó el "perceptrón", una red de 400 células fotoeléctricas conectadas con elementos asociadores, destinada a reconocer patrones visuales sencillos (letras). Se planteaba como alternativa al modelo de computador desarrollado por Von Neumann, el que se sigue utilizando en la industria actual. La investigación relativa a redes neuronales artificiales constituye una rama de la informática que se vincula estrechamente a la investigación fisiológica y psicológica relativa a las funciones cognitivas del cerebro, con la que se combina para formar las ciencias cognitivas.
  • Aunque la estructura y el modo de funcionar de las neuronas fueron descubiertos por Ramón y Cajal (1852-1934, Premio Nobel 1906) hace un siglo, fueron John Eccles (1903-1997) y Gerald Edelman (1929-, Premio Nobel 1972) quienes sentaron las bases neurocientíficas del llamado "conexionismo", la principal teoría psico-fisiológica acerca del funcionamiento del cerebro y de la cognición. Quién, quizás, integró mejor la perspectiva informática y la psico-fisiológica ha sido Marvin Minsky (1927-), profesor del MIT, en su libro "La Sociedad de la Mente", en 1987.
- Entiendo. La misma gente que capturó a d'Aosta en 1998 podría estar interesada, pero los responsables están aún en la cárcel, si no me equivoco. Ésto no quita que algún otro consorcio industrial podría estar involucrado. No puedo descartar entonces una hipótesis de espionaje industrial.
- En efecto, me parece posible.
- ¿Que podemos hacer para el profesor Franquin?
- Hasta que podamos desconectar el equipo sin riesgo, lo hemos de mantener tal como está ahora. Es el mismo tratamiento que en un caso de coma de origen desconocido. No tiene fiebre, así que no requiere medicación. Solo alimentación, higiene y apoyo kinesiológico, para mantener la tonicidad de sus músculos. Podemos recostarlo aquí en una camilla y mantenerlo cómodo.
- De acuerdo. Ésto significa que necesitamos al señor Benson, de Murcia. ¿Podría contactarlo? ¿Podrá venir?
- Voy a hablar con él de inmediato. Ante la gravedad de la situación, no creo que haya ningún impedimento.
- Pero me gustaría poder entender lo que ocurrió, para encauzar adecuadamente la investigación criminal. ¿Si este proyecto es aún confidencial, qué me puede revelar?
- Me parece que lo confidencial corresponde esencialmente a aspectos eminentemente técnicos. Le puedo explicar en qué estabamos trabajando. Ud sabe quizás que se han hecho grandes avances, en los últimos años, en la capacidad de detectar la actividad de las neuronas e incluso de registrar con más claridad los pensamientos*. También se conoce mejor la localización de la memoria y la forma de activar los recuerdos. MEMO tiene dos grandes componentes: primero lograr una copia digital completa de los contenidos de la memoria de un sujeto y luego integrar los contenidos de varios sujetos en una gran memoria común, organizada y funcional, que pueda ser utilizada en un sistema de inteligencia artificial, para luego averiguar si puede funcionar en forma independiente. No sabemos aún hasta donde podremos llegar. Algunos expertos creen que deberíamos poder hacer surgir una "mega-mente", pero tengo mis dudas.
  • Numerosos progresos se han hecho en materia de control directo de aparatos a partir de la actividad mental: en 2005 se consiguió ya que un mono manejase un brazo robótico con su cerebro para alimentarse con frutas y vegetales asidos por este brazo. A fines de 2008 se anunció el inicio de la comercialización de cascos de control mental para controlar juegos de video y están actualmente a la venta por Internet (US$299 en http://emotiv.com/).
  • Durante el congreso "The Brain Revolution" (Roma 2010), se estimó que la primera reproducción en computadora de la actividad del cerebro humano estará lista en 2030. Ya se utiliza el supercomputador "Blue Gene" de IBM, que cuenta ahora con 10.000 procesadores, para "copiar" el cerebro del ratón, que se espera tener operativo en 2013 (IBL News, 26-4-2010). Se ha establecido que se necesita un millón de los actuales procesadores ARM 968E para simular mil millones de neuronas, cifra que hay que multiplicar por 90 para completar el cerebro humano (PC World, 12-07-2011).
- ¿Y en qué etapa estaban ahora?
- Ya hemos podido "copiar" contenidos cerebrales de varios sujetos. El profesor Franquin y su ayudante copiaron sus propios cerebros y verificaron la validez de los datos, aunque no pudimos concluir si representan o no la totalidad de la mente. Después de copiar también los datos de unos cuantos estudiantes que se prestaron voluntariamente para ello, habíamos llegado al momento de intentar la integración. Según el programa, Franquin y Brasseur debían empezar la operación ayer. No sé si lo que hicieron el viernes en la noche fue alguna operación de revisión, de evaluación, o si decidieron iniciar la integración. Pero, como le dije, ésta debía empezar ayer y está en curos, pero deberían haber estado aquí juntos para ello.
- ¿Y no debía estar ud presente?
- No, en realidad. Es esencialmente un proceso informático. Si resultaba bien, me correspondía evaluar y analizar el resultado, para proyectar las siguientes experiencias. Pero lo que acaba de ocurrir es un tropiezo importante. Si el procesor Franquin se recupera, nos llevará quizás tiempo descubrir lo que realmente ocurrió y programar las siguientes etapas, con nuevos controles que nos aseguren que no haya un nuevo accidente. Si no se recupera, habrá una investigación rigurosa por parte de la universidad y de la DG III, la Dirección General para la Industria de la Comisión Europea, que se encarga de los proyectos ESPRIT (http://www.cordis.lu/esprit/). En este caso, es posible que el proyecto deba ser abandonado.

*

En un lugar desconocido...
- ¿Que ha sabido de la gente del proyecto MEMO?
- Parece que Franquin está en coma y no lo han podido despertar aún. Marchant no sabe de informática y no podría ayudar. El jefe de informática, Mousin, no sabe nada del proyecto pero tiene acceso al supercomputador y a las copias de respaldo.
- Éstas son las que necesitamos. Y éste puede ser el hombre adecuado. Debemos planear algo. Y no confiaré más en el imbécil que mató a Brasseur.