5. ( Día 7 )
El sábado en la mañana se juntaban Marchant, Benson y Mousin en la sala donde seguía Franquin. Una enfermera lo había aseado y Marchant había verificado sus signos vitales. Mientras el médico observaba la pantalla que mostraba el estado de las conexiones y que le permitía ver las transmisiones entre la máquina y el cerebro de Franquin, Benson se instaló en otro terminal, donde podía acceder a su virus y apuntar éste hacia el programa maestro. Mousin observaba, instalado ante un terminal que le permitía acceder a todas las máquinas del centro de informática y dispuesto a ayudar en lo que fuese necesario.
- Voy a lanzar el virus -anunció Benson-.
- Adelante -contestó Marchant-.
Una lista de instrucciones desfiló rápidamente por la pantalla de Benson.
- Todo bien -anunció Marchant-. No veo alteraciones.
- Vamos en la mitad del proceso -informó Benson-.
Pasaron unos minutos.
- Terminado -dijo Benson-. Voy a llamar el menú general. Aquí está. Veo una opción "Suspender transferencias", una "Detener conexiones" y otra "Suspender comunicaciones". ¿Cuál es la más conveniente?
- Ponga "Suspender comunicaciones" -contestó Marchant-. En ésto estaban según el registro de operaciones. Franquin y Brasseur se estaban comunicando cuando el joven fue atacado.
- Hecho.
- Bien. Se cerró el circuito abierto entre Franquin y Brasseur. Ahora, seleccione "Detener conexiones".
- Listo.
- Perfecto. Los signos vitales de Franquin no se vieron alterados. Quedó liberado.
- ¿Entonces puedo poner "Terminar y salir"?
- Así es. Hemos terminado. Lo voy a auscultar. Debería poder volver en sí.
Unos momentos después, Marchant confirmó que Franquin estaba en perfectas condiciones, pero no había despertado.
- Le voy a inyectar una pequeña dosis de adrenalina. Con ésto debería poder volver en sí.
Franquin, efectivamente, comenzó a agitarse y abrió los ojos. Encontrándose acostado y con tres personas mirándolo no podía sino extrañarse.
- ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy así? ¿Y qué hacen ustedes aquí?
Quiso levantarse, pero Marchant lo detuvo.
- ¡Calma! Ha estado una semana en coma.
- ¡Por ésto tengo tanto hambre! ¿Tuve un accidente? ¿Estoy herido? ¡Pero sigo en le laboratorio!
- En efecto, sigue aquí. En cierta forma fue agredido por la conexión neural.
Marchant le explicó lo ocurrido. Luego lo ayudó a levantarse y lo llevó a su casa, para que se recupere durante el fin de semana. Habían acordado reunirse el lunes siguiente para revisar lo ocurrido y decidir los pasos a seguir.
- El sistema nervioso central está compuesto por un número de neuronas aproximado a los veinte mil millones. Cada neurona, a su vez, a pesar de ser una sóla célula, es un órgano complejo que transmite impulsos eléctricos sobre la base de intercambios químicos y modificación de la sensibilidad de su membrana. También se ha descubierto que la célula nerviosa se configura sobre la base de un citoesqueleto formado de numerosos microtúbulos compuestos cada uno de trece pares de polímeros protéicos que pueden tomar dos estados diferentes debido a la polarización eléctrica. Así, en el citoesquelto de cada neurona podría realizarse la enorme cantidad de 10E27 (10 elevado a 27) cambios ("operaciones") binarios por segundo, muy por encima de lo que podría hacer un computador (10E14).
- La pérdida de conciencia se relaciona con la interrupción de la actividad eléctrica en los niveles superiores sea por un evento traumático sea por la inhibición de las conexiones (sinapsis) entre neuronas por un agente químico (lo que producen los agentes de anestesia, por ejemplo). El trauma puede ser físico (destrucción de células) o eléctrico (electroshock). En esta novela se supone que el trauma mortal sufrido por Brasseur causó una descarga eléctrica en su conexión con Franquin de tal potencia que habría bloqueado las transmisiones en el cortex de éste, causando la pérdida de conciencia. Obviamente no hay seguridad científica de que ello pueda ocurrir y menos aún que se pueda revertir computacionalmente.