14/6/13

Cerebral 4


4. ( Día 6 )

El día viernes llegaba Luther Benson desde Murcia. Un chofer de la universidad lo esperaba en el aeropuerto de Zaventhem. Lo fue a dejar inmediatamente al laboratorio, siguiendo luego hacia el centro de la ciudad para dejar su equipaje en el hotel Mozart.

Marchant lo estaba esperando. Le había explicado la situación por teléfono, así que se dirigió en seguida a uno de los terminales. Ingresó la clave que le dió el médico y observó el estado de los parámetros.
- Los parámetros están bien. Por lo que veo, el proceso de integración parece haberse terminado hace poco. Solo se mantiene activo el proceso de control de los signos vitales y transferencia de datos desde el cerebro de Franquin. Pero esta transferencia es mínima, lo cual es lógico si está en coma: sus funciones cognitivas están suspendidas. Lo que falla es el acceso al menú general. Algunas líneas del programa deben haber sido alteradas accidentalmente. Desgraciadamente no es posible corregirlas ni reemplazar completamente la versión en uso, alterada, por una copia correcta sin detener todo y ya sabemos que sería extremadamente peligroso para Franquin. Es necesario producir otro tipo de "accidente" que vuelva a colocar las líneas correctas sin detener todo. Para ello, necesito conocer estas líneas y crear una especie de virus que las introduzca a la fuerza. ¿Dónde está el respaldo del programa?
- Tengo entendido que en un disco duro externo. El jefe de informática debe saber cual.
- Necesito que me lo conecte y que me diga si es una copia exacta del programa que está operando, realizada antes de que ocurriera el accidente.
- Le voy a pedir que venga.

Marchant llamó a Charles Mousin, que llegó a los pocos minutos. Éste confirmó que la copia de respaldo debía estar perfectamente actualizada, ya que se había generado el mismo viernes en la tarde, antes de que Franquin y Brasseur se conectaran simultáneamente. Benson le pidió entonces que lo conectara a otro terminal y le preguntó si tenía una aplicación de comparación automática de programas. Mousin lo confirmó, ya que era algo que se usaba con frecuencia, justamente para detectar variaciones entre diversas versiones tanto de textos comunes como de programas computacionales. Le dió la referencia para que lo pudisese usar. Cuando la conexión estuvo lista, Benson procedió a crear un nuevo directorio en el disco de respaldo y procedió a copiar en éste el programa que estaba operando. Dada su extensión, el proceso tomó cerca de una hora. Luego abrió una nueva ventana en su terminal, conectó y lanzó la aplicación de comparación y esperó la información que marcaba las discrepancias. Así, pronto descubrió las líneas que habían sido alteradas. Luego se puso a escribir un programa viral que podría lanzar para lograr que se efectuara la corrección y así recuperar el pleno control.

Marchant se fue a hacer clase. Al salir, se le acercó uno de los alumnos que se habían prestado para las pruebas y le preguntó cómo avanzaba el proyecto. Le contestó que estaba avanzando la fase de integración pero que quedaba mucho trabajo para analizar los resultados. No le dió más detalles ni le habló de lo ocurrido con Franquin. El alumno le dijo entonces que había leído en la prensa que el ayudante había sido asesinado y le preguntó si este hecho estaba ligado al proyecto, a lo que contestó que ésto era asunto de la policía y no tenía respuestas al respecto. El médico se fue luego a su casa.

Benson hizo una segunda copia del programa alterado y lanzó hacia éste su ataque correctivo, para verificar que el cambio se hacía en la forma esperada. Ésto le obligó a lanzar de nuevo el programa de comparación, esta vez entre la copia correcta y la versión ahora alterada por su virus. El primer intento no resultó como esperaba. Detectó un par de errores en su virus y los corrigió. Borró la copia a la cual había aplicado su virus experimental, reponiendo la copia exacta el programa que seguía monitoreando la comunicación con Franquin. Lanzó de nuevo su virus y volvió a efectuar la comparación. Esta vez logró su objetivo: con el virus podría restablecer las operaciones normales.

Habían pasado varias horas: era casi medianoche. Marchant se había ido y Mousin le había hecho llevar café y sandwiches. Llamó por teléfono a Marchant.
- Tengo listo el virus para corregir el programa maestro. ¿Quiere estar aquí cuando lo lance?
- Creo que, por seguridad, sería en efecto lo mejor.
- ¿Se viene ahora o podemos esperar hasta la mañana?
- Ud debe estar cansado. Franquin sigue en buenas condiciones y no creo que unas horas más lo puedan afectar. Vaya a descansar y juntémonos a las ocho de la mañana. Yo le llamo un taxi para que lo lleve a su hotel. Espérelo afuera del edificio. Estará ahí en unos diez minutos.
- Gracias. Nos vemos en la mañana.