29/9/09

La herencia 7.2.

Al mediodía siguiente, Trompel recibía en su oficina un llamado de Servais.
- No hemos identificado aún el muerto, pero ya sabemos que murió de una sobredosis de droga. Y tenía una herida cortante en la pierna. Debe haber estado en tu casa de Spa, porque su tipo de sangre corresponde al que se encontró allá. El análisis del ADN podrá confirmarlo. Pero acabamos de enterarnos de otra cosa. El viernes, un hombre elegante se presentó en la oficina de la empresa Lamercan S.A. de la cual Lefranc era el principal accionista y presentó un documento según el cual el mismo Lefranc, como representante de Lamercan, le debía la cantidad de un millón de dólares. Reclamaba el pago que, según el documento, debería haberse realizado hace una semana. El gerente desconocía la deuda así como la empresa que ese hombre representaba, llamada InterSystem Ltd, con sede en Andorra. El gerente le informó de la muerte de Lefranc y le sugirió contactar al notario encargado del testamento. También tuvo la precaución de sacar una fotocopia del documento, que le pareció bastante sospechoso porque sabía que era casi la totalidad del capital que Lefranc mantenía invertido en Lamercan. El desconocido dejó una tarjeta con el nombre de Karl Teplisty, gerente de InterSystem, con una dirección de e-mail y un teléfono. Un teléfono que hoy no contesta.

No se nos habría avisado de no ser porque el empleado a cargo de la seguridad de los sistemas digitales de Lamercan descubrió esta mañana un intento de intrusión en los computadores de la empresa. Intentaron penetrar en el sistema financiero y ordenar una transferencia por el mismo monto. Tienen un muy buen sistema de detección y rastreo, que registra todo lo que intenta hacer el hacker pero lo deja aislado de la información real. De este modo es posible saber lo que desea y se trata de identificar el origen del ataque. Hemos enviado un experto de la brigada de delitos digitales para que analice estos datos.

Acabo también de llamar al notario y de prevenirlo. Teplisty no lo ha ido a ver aún. Si va, que lo tramite y lo haga volver, de tal modo que podamos estar ahí para interrogarlo. En realidad debió saber que Lefranc estaba muerto y por esto trató de embaucar al gerente. Luego trataron sin duda de hackear la empresa, quizás después de visitar sin éxito las dos casas de Lefranc. Te informaré más apenas haya novedades. Pero anda con cuidado, por si ese mensaje bajo el muerto es algún tipo de amenaza.

- Me pregunto de donde vendría. ¿Sería aún de La Paz o de Santiago? ¿Se habrían enterado de mis vínculos con Lefranc y me estarían buscando después de tanto tiempo?
- Quizás lo sepamos si descubrimos quién es el muerto y si arrestamos a ese Teplisty.
- De acuerdo. Estaré esperando tus noticias.

Un día después, Trompel recibía de nuevo una llamada de Servais.
- El muerto ha sido identificado. Se trata de un tal Gregorio Morán, oriundo de Potosí, en Bolivia. Como muchos sudamericanos, entró por Madrid y quedó fichado por la policía de frontera española, que es muy rigurosa en la admisión de inmigrantes. Se vino hace unos seis meses con un contrato de trabajo de InterSystem y se dirigía a Andorra. El contrato fue lo que le permitió entrar sin dificultad a España. Es probable, por lo tanto, que esté relacionado con el Sendero del Sol o los narcotraficantes bolivianos.

También hemos hecho averiguaciones en Andorra acerca de InterSystem. No existe ninguna empresa registrada allá con ese nombre. El número de teléfono de Teplisty tiene el código de área correcto pero el número local no existe. La dirección de e-mail corresponde a un servicio real, pero depende de un proveedor masivo de mails por web que dice no tener información más específica. Proporcionó sin embargo la dirección IP desde donde se envió el mensaje: es un computador que se encuentra en Amsterdam, la capital europea del narcotráfico. 
Arrestar aquí a Teplisty sería también del mayor interés. Tanto más que nuestros expertos han podido verificar que el contrato que presentó es totalmente falso, como lo pensaba el gerente de Lamercan. Espero que podamos interrogarlo pronto ya que fue a ver al notario hace unos minutos y éste le pidió que volviese mañana a las diez, para tener tiempo de estudiar el contrato y confrontarlo con las condiciones del testamento. Lo iré a esperar.

En cuanto al intento de intrusión en el sistema financiero de esta empresa, nuestro experto pudo rastrear el número IP del computador desde donde se realizó el ataque: se hizo desde el mismo computador de Amsterdam. Y para lograrlo, según nuestro especialista, hay que ser muy bueno, tener un muy buen programa y tomarse bastante tiempo. Avisaremos la policía holandesa para que lo investigue. El cargo por intento de defraudación electrónica es bastante importante allá, pero si podemos probar además el vínculo con el asesinato de Guy Lefranc será aún peor para los delincuentes. Quizás sea bueno que tú vayas a Amsterdam como delegado nuestro, de modo oficioso, para poder darles de primera mano todos los detalles que puedan requerir sobre lo ocurrido en Sudamérica. ¿Qué crees?
- Si me manda la PJF, aunque no sea en forma oficial, no tengo inconveniente. Se lo debo a los Lefranc.
- De acuerdo entonces. Voy a mandar un requerimiento oficial por Europol por lo de la intrusión electrónica con nuestras hipótesis relativas al crímen de Lefranc. Veré quién estará a cargo allá y le ofreceré tu visita. Si le parece bien, te lo confirmo.
- Bien. Esperaré tus noticias.

Un par de horas más tarde, Servais informaba a Trompel que el inspector holandés a cargo del asunto se llamaba Wienants, era inspector principal y tenía su oficina en el ayuntamiento. Lo estaría esperando el día siguiente. Podía tomar un TGV (tren de alta velocidad) a primera hora y estaría allá a la hora de almuerzo. El investigador hizo entonces la reservación por Internet. Luego buscó un hotel, para reservar una habitación para un par de noches. Se encontró con que había simultáneamente varios congresos en la ciudad y pocos hoteles tenían disponibilidad inmediata. Tuvo que reservar en el hotel Amstel, muy caro para él, pero no había alternativa en otro hotel suficientemente decente.