Mayo de 1944 (Un mes antes del episodio anterior)
El agente de la resistencia se había ido a Lovaina para encontrar a "Max", el jefe de la facción realista de la Resistencia belga. Max era en realidad un eminente historiador, profesor de la universidad, que vivía muy cerca del Instituto Superior de Filosofía, en la Tiensestraat.
- Ud sabe que el gobierno belga en el exilio, desde que se reagrupó en Londres, está muy molesto con el rey Leopoldo porque éste declaró la rendición y sigue insistiendo en la neutralidad de Bélgica.
- El rey siempre ha tratado de mantenerse al margen, en la esperanza de congraciarse a Hitler y conseguir así, más adelante, la independencia del país. -contestó Max.
- Así es, pero al no pronunciarse acerca de las detenciones de judíos y del envío forzado de jóvenes a trabajar en las fábricas alemanas ha enfurecido aún más al gobierno. Consideran que se ha transformado en colaborador. Y ahora que los aliados están planeando un gran desembarco para reconquistar Europa, creen que sería un obstáculo para la acción libertadora y este obstáculo debe ser eliminado.
- ¿Llegarían a promover hasta un atentado en su contra?
- Así es. Acabamos de enterarnos de que lo han ordenado y un mensaje ha sido enviado al Frente de la Independencia.
- ¡Los comunistas! ¿Quién más cumpliría una orden de este tipo? ¡Debo avisar cuanto antes a Clase, para que mobilice al Ejército Secreto!
-¡Nada de ésto! Puede avisar a Clase pero sólo para que esté al tanto. No conviene que se produzca una escaramuza entre diferentes grupos de la Resistencia. Sólo los alemanes ganarían con ésto.
-¡Tiene razón! Entonces, podemos alertar al rey y él puede pedir que se le aumente la protección.
- Sería bueno que lo sepa para que se cuide en el interior del palacio, pero no puede pedir más protección. Los alemanes le pedirían razones y, en este caso, desvelaría que mantiene contactos con la Resistencia. Ésto es imposible.
- ¿Pero cómo impedimos que atenten contra el rey?
- Me parece que hay que buscar una manera de alertar a los alemanes. Revelarles los planes de Pierlot [el jefe del gobierno belga en el exilio].
- ¿Cómo haríamos ésto?
- Hacerles llegar una copia de la orden enviada al Frente de la Independencia. Hacerles creer que la interceptaron por azar. Así tomarán medidas para proteger al rey.
-¡Buena idea! Podría hacerse. Si tuvieramos la orden y si pudieramos estar seguros de que la comprendieran sin revelar nuestros códigos.
- Yo les puedo conseguir la orden en un código que serán capaces de traducir, sin riesgo para uds. Le sugiero que use al Fantasma para plantarla.
- ¿Sabe lo del Fantasma?
- Ya debe saber que mi equipo es el mejor en materia de Inteligencia y de comunicaciones. Tenemos recursos incluso superiores a los de los Aliados. Pero no intervenimos en la acción directa, justamente para proteger nuestra red y nuestras fuentes. Encontrará el mensaje mañana donde ya sabe. Lo demás es cosa suya. Pero le sugiero que actúe rápido. Calculamos que el mensaje auténtico llegará aquí en diez días. Y el Frente estará listo para actuar una semana más tarde. Es todo el plazo de que dispone.
-Haremos lo necesario. Avisaré a Clase esta misma noche. Hará recoger el mensaje y planeará la operación con el Fantasma. Gracias por avisarnos. Se lo debemos.
- Ya sabe que puede contar con nosotros.
El día siguiente, a las seis de la tarde, cuando comenzaba a oscurecer, Max salió de su casa como cada día para dar un paseo por el parque Sint-Donatus, que unía la calle Tiensestraat con la Naamsestraat. En el parque, disimulado donde había un basurero, estaba el buzón donde recibía y dejaba los mensajes. Se acercaba muchas veces a éste, tirándole el envoltorio de un caramelo o algún otro "engañito" para la boca. Y había tomado la costumbre de demorarse siempre un poco simulando que miraba lo que había en el basurero así como de recoger y tirar adentro cualquier otro envoltorio que estuviera en el suelo. Así, colaboraba con la limpieza del lugar... y recogía sus mensajes. Ese día recogió el texto que le mandaba el agente del tiempo. De vuelta en su casa lo revisó, extrañándose por los precisos datos sobre movimientos de tropas alemanes que antecedían el mensaje codificado relativo al rey Leopoldo. Ese agente contaba realmente con un sistema de espionaje extraordinario.
Antes de salir del parque, cambió de lugar algunas piedras cerca del último banco. Era la señal que advertiría al Ejército Secreto de que deseaba un encuentro directo.
La tarde siguiente, después de pasar por el parque, Max entró en la iglesia de San Miguel, a la salida del parque del lado de la Naamsestraat. Se dirigió a uno de los confesionarios. Después de rezar un par de minutos, entró, quedando oculto por la cortina.
- Padre, traigo la lista de mis pecados -dijo.
- La paz será tu recompensa -le fue contestado, completando la clave de reconocimiento.
Resumió brevemente lo que le había dicho el agente y pasó por el enrejado el documento que le había dejado. Luego se retiró y volvió a sa casa.
El oberst Scheibert (colonel) de la Belgische-Heeres-KŸstenartillerie, la división encargada del control de la costa belga, se encontraba con su oficial de inteligencia.
- ¿Hauptmann, vió lo que este centinela recogió anoche? ¿El uniforme y los documentos?
- Así es. Algo extraño. La identificación me parece una hábil falsificación. No hay ningún teniente Von Richter en las divisiones asignadas a Bélgica. -respondió el oficial de inteligencia- Ya lo verifiqué. El uniforme debe haber sido destinado a algún contacto de la resistencia. El que lo llevaba se escabulló. Pero perdió también otra cosa: información destinada a apoyar los planes de la resistencia.
- ¿Encontró información de los terroristas?
- El cinturón tenía una hoja con información que ningún oficial alemán habría llevado ahí: información sobre el desplazamiento de varias de nuestras unidades belgas en los próximos días y un mensaje en clave que, sin duda, debe ser una orden para actuar.
- ¿Cómo pueden haber obtenido esta información? ¿Y ha podido descifrar esa orden?
- La lista de movimientos demuestra que tienen una muy buena fuente. Deberemos investigar ésto. Y sí, he podido traducir la orden. Usa una clave que conocemos desde hace algún tiempo pero que usan poco. Es extraño que esté escrita, pero ésto se debe quizás a su importancia. El texto es "El circo quiere deshacerse del león" y ésto significa que "El gobierno quiere eliminar al rey".
- ¿El gobierno belga quiere que la resistencia mate al rey Leopoldo?¡Es una locura!
- No lo es. Están enemistados desde que el rey capituló. El gobierno en el exilio lo ha declarado traidor. En algún momento los Aliados tratarán de reconquistar Europa y los gobernantes belgas deben querer librarse del rey antes.
- ¿Y qué haremos nosotros?
- No es asunto nuestro. Voy a transmitir ésto a Berlín. Lo evaluarán y decidirán qué hacer.
El 7 de junio de 1944, por orden del Führer, el rey Leopoldo y su familia fueron transferidos a Alemania, en un lugar en los bordes del río Elba. No hubo ningún atentado en la ruta. Habían burlado al Frente de la Independencia.