15/3/11

Colonización 5.4.


Al dyaus Seth se le asignó la tarea de desarrollar el astropuerto de la península del Sinaí. Pero al dirigirse hacia allí desde Nippur, donde bajó a tierra desde la nave-nodriza, perfirió quedarse en la bella zona del Líbano. Había recibido mapas y fotos aéreas de la zona que debía ocupar y no le hacía ninguna gracia tener que instalarse por largo tiempo en este desierto. El Líbano, por el contrario, era una tierra "de leche y miel", con abundante vegetación y clima templado.

Cuando Piter se dió cuenta de que Seth no seguía avanzando en su viaje y parecía querer quedarse a gozar de la vida en lugar de realizar la misión confiada entró en cólera y envió nuevamente a Ishtar a corregir al díscolo y obligarlo a seguir los planes acordados por los dyauses. Pero Seth se negó a prestar atención a Ishtar e incluso lo echó de su campamento.

Ishtar abordó entonces nuevamente su nave de combate y disparó algunos tiros de advertencia a poca distancia de las tiendas del equipo de Seth, que se vió así forzado a levanatr el campamento y avanzar en la dirección establecida, perseguido por "una columna de humo en el día [la nube que podía generar para evitar ataques con rayos] y de fuego en la noche [el que escapaba de sus motores]" [ como recuerda el Éxodo la presencia del dyaus Yahvé acompañando a los israelitas por el desierto ].

Grabado antiguo de la nave "ImDuGud" de Ishtar donde se ven aperturas bajo las alas: ¿entradas de troneras o algún tipo de arma?

Pero al llegar a la península, Seth -que también conocía el asentamiento de GizEh por haber ido a descansar ahí- no resistió a la tentación de proseguir hasta este lugar, pensando -además- en la posibilidad de conseguir la ayuda de Marduk para defenderse de Ishtar y retrasar o anular su propia misión. Marduk lo recibió cordialmente, de acuerdo a la condición de dyauses secundarios que ambos compartían y sin saber que Ishtar estaba al acecho para ver si Seth iba finalmente a hacer su trabajo.

Seth no confesó su verdadero propósito a Marduk: lo engañó, dándole todos los detalles sobre la misión que se le había encargado y solicitándole ayuda. Después del descanso que necesitaban él y su grupo de anunnaki después de cruzar el desierto en vehículos terrestres, cargando gran cantidad de equipo para su instalación, se dirigiría a su destino pero requería más mano de obra y grandes cantidades de alimento. Marduk acogió la demanda y prometió su apoyo, empezando a calcular de cuantos humanos podría prescindir y por cuanto tiempo, así como cuanto tiempo sería necesario para acumular los alimentos requeridos.

Los días fueron pasando, Seth ganándose cada vez más la confianza de Marduk. Al punto que éste aceptó finalmente de llevar a su visitante a conocer el interior de la gran pirámide y explicarle el funcionamiento de este enorme generador de energía. Luego de un primer recorrido, Seth pidió repetirlo para verificar que "había entendido todo bien". Fue entonces que se aprovechó de un descuido de Marduk para dejarlo encerrado. Éste había quedado algo rezagado en el gran vestíbulo mientras Seth se acercaba a la salida. A traición, hizo caer el gran bloque de piedra que sellaba el pasillo y dejó a su anfitrión adentro. Luego se reunió con su propio séquito, se dirigió a la residencia de Marduk y mató a los nefilim que le eran más cercanos, nombrándose gobernador de GizEh.

Ilustración de D.Childress: "Les technologies des dieux", p.265. - Aún hoy se pueden observar el bloque que impide la entrada y el pozo por el que se hizo el rescate (marcados en rojo).

Pero si Marduk había enseñado a Seth el modo en que se generaba energía, no le había dicho nada de los sistemas de comunicación que también se concentraban en la pirámide, aprovechando directamente esa fuente energética. De la llamada "sala real", salían estrechísimos conductos por lo que rayos de microondas se dirigían hacia el cielo. Podían ser captados por un satélite geoestacionario -el mismo que retransmitía la energía hacia las centrales receptoras de otros asentamientos- y, de ahí, transmitidos a la estación orbital o a la nave-nodriza cuando estaban en la posición adecuada. Marduk calculó en que momento podría lanzar un mensaje hacia la nave de Piter y se vió forzado a esperar algunas horas. Como la pirámide no era en sí un lugar de emisión, sino de transmisión, debió recorrerla para reunir algunos de los elementos necesarios para poder modular los rayos, fabricándose un aparato básico adecuado para lanzar un SOS. Llegada la hora correcta, que podía calcular gracias a las fluctuaciones observables en los captadores y los amplificadores del vestíbulo, lanzó su mensaje hacia el espacio.

Piter lo recibió y lo reenvió de inmediato a Ishtar, que acampaba al otro lado del mar Rojo. Le envió asímismo los planes más secretos de la pirámide, que le permitirían liberar a Marduk. Ishtar levantó vuelo de inmediato en su nave, aterrizando a proximidad de la pirámide. Varios de sus nefilianos lo seguían en naves menores y fueron a bloquear una eventual salida de Seth. Cargando uno equipo de penetración, Ishtar y dos compañeros se introdujeron en la pirámide y siguieron el corredor rescendente hasta llegar a la cámara subterránea, que drenaron completamente. Luego ampliaron el ducto de drenaje que venía de arriba, para poder ascender, y perforaron un pasadizo para llegar al gran vestíbulo más allá del bloque que empedía el acceso por la vía normal. Marduk quedaba libre. Se devolvieron por la nueva vía acondicionada y se dirigieron hacia las residencias, donde ya se vigilaba a Seth, mientras sus acompañantes temblaban de miedo ante el prosible furor de los dyauses superiores.

Ishtar traía la sentencia: Seth quedaba expulsado de la comunidad nefiliana. Se pondría a su disposición una pequeña nave desarmada y debería dirigirse a un contienente donde no hubiese aún asentamiento anunnaki. En cuanto a sus compañeros podían elegir entre acompañarlo o proseguir con la misión original que les correspondía. Marduk pasaría a ser su jefe, al menos hasta que otro fuese designado.

Seth, con un muy pequeño grupo, se alejó entonces hacia el levante, donde tras varios días de viaje, encontró otra región con un gran río. Había descubierto el Ganges y ahí se estableció.

[ Existe un antiguo texto mesopotámico titulado "Los mitos de Kur" que alude a "las guerras de la pirámide". Antiguos textos de la India también hablan de los dioses del cielo que viajan en aparatos voladores y describen incluso combates aéréos. ]