El día fijado, en la ciudad de Luxemburgo, Servais, el inspector luxemburgués y Müller estaban en la oficina de éste a las cuatro de la tarde cuando el teléfono sonó para la llamada esperada de los secuestradores chilenos.
- « ¿Es Ud. el jefe de Mattheys? No hablaré con nadie más. »
- « Sí, soy yo, Müller. »
- « ¿Qué decidió? ¿Cuándo se viene? ¿O debemos deshacernos de su hombre?»
- « No viajaré si no me dan una prueba de que lo retiene Ud. y que está en perfecta salud. ¡Si no, olvídelo! »
- « No sé si a mi jefe le gustará ésto pero lo entiendo. Lo volveré a contactar mañana a la misma hora. » y cortaron la comunicación.
- « Muy bien » dijo el policía luxemburgués. « ¿Qué hacemos ahora? »
- « Hablemos de ello en su oficina » contestó Servais, indicando subrepticiamente a Müller.
Media hora más tarde, estaban en la oficina de Karl Hoster, el colega local de Servais.
- « La policía de Santiago me llamó anoche » dijo éste. « Ya tienen una pista y el nombre de Riderelli confirmó que era correcta. Sugieren que enviemos a alguién de aquí para contactar a ese hombre e informarles discretamente. Pero es necesario que el contacto conozca a fondo el comercio ilegal de obras de arte y ni Ud. ni yo, creo, tenemos verdaderos especialistas. Además, él que secuestró a Mattheys tratará seguramente de verificar que éste reconozca efectivamente a su jefe antes de completar la operación. Tendríamos, por lo tanto, que enviar a Müller aunque bajo vigilancia permanente. Propongo enviar también a uno de mis hombres y de hacerlos pasar por un turista y comprador ilegal. Podría entrar en la tienda de Riderelli y tratar de envolverlo. Tengo a alguién que habla español y podría aprender rapidamente lo suficiente para aparecer como un buen aficionado. Podrá vigilar a Müller durante el trayecto, hasta que la policía chilena se haga cargo en Santiago. »
- « Me parece perfecto » dijo Hoster. « Haré lo necesario para que Müller le sea entregado una vez fijados los detalles del viaje. ¿Se quedará Ud. aquí para el contacto de mañana? »
- « No. Tengo mucho que hacer en Bruselas. Hay muchas otras conexiones de Artecal que requieren ser investigadas y también un asesinato que le está ligado. Y debo hacer que se prepare el hombre que acompañará a Müller. Cuénteme después por teléfono. »
Se despidieron y Servais volvió a Bruselas.
El inspector Remi logró realizar muy rapidamente una comparación entre la libreta de Artecal y la lista de Ducquet. Encontró que una cuarta parte de las obras de Luxemburgo estaban también en la lista belga y que las fechas de esta última eran anteriores. Había más: en cada uno de esos casos, la lista de Ducquet incluía la mención « RTK » y el precio también era inferior al de la otra. Ducquet era por lo tanto un importante proveedor de van Hasselt y era evidente que « RTK » significaba Artecal. Si el sistema era el mismo para los otros destinatarios de las obras, « XRT » podía significar Christie's, "STB" Sotheby y "MTRP" Metropolitan. Los otros códigos indicaban sin duda anticuarios o coleccionistas privados. Se necesitaría contar con una lista de los principales anticuarios belgas y de los países vecinos para intenter su identificación.
Como su jefe no había llegado aún de Luxemburgo, Remi esperó el día siguiente para entregarle sus conclusiones.
- « Excelente » concluyó Servais. « Ahora vas a tener que aprender más sobre las obras de arte de Sudamérica. Si hace falta, pide al director del Museo de Bellas Artes que te ayude. Te vamos a pagar vacaciones en Chile. » y le contó lo ocurrido en Luxemburgo.
- « Voy a avisar a los chilenos de tu viaje con Müller. Te pondrán al tanto de lo que pasa allá con el tráfico de arte y te ayudarán a tratar con el anticuario de Santiago sin despertarle sospechas. »
- « ¡Voy volando, jefe! ¡Y gracias por las vacaciones! » dijo Remi al irse.
Hacia las cinco de la tarde, Servais recibió un llamado de Karl Hoster.
- « Llamaron a Müller de Santiago y habló con Mattheys que sólo pudo decir que estaba bien. Müller dijo entonces que contactaría a su agencia de viajes y tomaría un boleto para Santiago cuanto antes. Su interlocutor le prometió antonces volver a llamarlo al día siguiente para confirmar la fecha de su llegada y le dijo que reservaría una habitación en el hotel Crowne-Plaza. »
- « De acuerdo. Lo mejor será que Müller tome un vuelo de Iberia. Será lo más directo. Podrá hacer Bruselas-Madrid en Sabena o Iberia y luego ya no tendrá que cambiar de avión. »
- « De acuerdo. Le vuelvo a llamar después de la comunicación de mañana. »
- « ¿Es Ud. el jefe de Mattheys? No hablaré con nadie más. »
- « Sí, soy yo, Müller. »
- « ¿Qué decidió? ¿Cuándo se viene? ¿O debemos deshacernos de su hombre?»
- « No viajaré si no me dan una prueba de que lo retiene Ud. y que está en perfecta salud. ¡Si no, olvídelo! »
- « No sé si a mi jefe le gustará ésto pero lo entiendo. Lo volveré a contactar mañana a la misma hora. » y cortaron la comunicación.
- « Muy bien » dijo el policía luxemburgués. « ¿Qué hacemos ahora? »
- « Hablemos de ello en su oficina » contestó Servais, indicando subrepticiamente a Müller.
Media hora más tarde, estaban en la oficina de Karl Hoster, el colega local de Servais.
- « La policía de Santiago me llamó anoche » dijo éste. « Ya tienen una pista y el nombre de Riderelli confirmó que era correcta. Sugieren que enviemos a alguién de aquí para contactar a ese hombre e informarles discretamente. Pero es necesario que el contacto conozca a fondo el comercio ilegal de obras de arte y ni Ud. ni yo, creo, tenemos verdaderos especialistas. Además, él que secuestró a Mattheys tratará seguramente de verificar que éste reconozca efectivamente a su jefe antes de completar la operación. Tendríamos, por lo tanto, que enviar a Müller aunque bajo vigilancia permanente. Propongo enviar también a uno de mis hombres y de hacerlos pasar por un turista y comprador ilegal. Podría entrar en la tienda de Riderelli y tratar de envolverlo. Tengo a alguién que habla español y podría aprender rapidamente lo suficiente para aparecer como un buen aficionado. Podrá vigilar a Müller durante el trayecto, hasta que la policía chilena se haga cargo en Santiago. »
- « Me parece perfecto » dijo Hoster. « Haré lo necesario para que Müller le sea entregado una vez fijados los detalles del viaje. ¿Se quedará Ud. aquí para el contacto de mañana? »
- « No. Tengo mucho que hacer en Bruselas. Hay muchas otras conexiones de Artecal que requieren ser investigadas y también un asesinato que le está ligado. Y debo hacer que se prepare el hombre que acompañará a Müller. Cuénteme después por teléfono. »
Se despidieron y Servais volvió a Bruselas.
El inspector Remi logró realizar muy rapidamente una comparación entre la libreta de Artecal y la lista de Ducquet. Encontró que una cuarta parte de las obras de Luxemburgo estaban también en la lista belga y que las fechas de esta última eran anteriores. Había más: en cada uno de esos casos, la lista de Ducquet incluía la mención « RTK » y el precio también era inferior al de la otra. Ducquet era por lo tanto un importante proveedor de van Hasselt y era evidente que « RTK » significaba Artecal. Si el sistema era el mismo para los otros destinatarios de las obras, « XRT » podía significar Christie's, "STB" Sotheby y "MTRP" Metropolitan. Los otros códigos indicaban sin duda anticuarios o coleccionistas privados. Se necesitaría contar con una lista de los principales anticuarios belgas y de los países vecinos para intenter su identificación.
Como su jefe no había llegado aún de Luxemburgo, Remi esperó el día siguiente para entregarle sus conclusiones.
- « Excelente » concluyó Servais. « Ahora vas a tener que aprender más sobre las obras de arte de Sudamérica. Si hace falta, pide al director del Museo de Bellas Artes que te ayude. Te vamos a pagar vacaciones en Chile. » y le contó lo ocurrido en Luxemburgo.
- « Voy a avisar a los chilenos de tu viaje con Müller. Te pondrán al tanto de lo que pasa allá con el tráfico de arte y te ayudarán a tratar con el anticuario de Santiago sin despertarle sospechas. »
- « ¡Voy volando, jefe! ¡Y gracias por las vacaciones! » dijo Remi al irse.
Hacia las cinco de la tarde, Servais recibió un llamado de Karl Hoster.
- « Llamaron a Müller de Santiago y habló con Mattheys que sólo pudo decir que estaba bien. Müller dijo entonces que contactaría a su agencia de viajes y tomaría un boleto para Santiago cuanto antes. Su interlocutor le prometió antonces volver a llamarlo al día siguiente para confirmar la fecha de su llegada y le dijo que reservaría una habitación en el hotel Crowne-Plaza. »
- « De acuerdo. Lo mejor será que Müller tome un vuelo de Iberia. Será lo más directo. Podrá hacer Bruselas-Madrid en Sabena o Iberia y luego ya no tendrá que cambiar de avión. »
- « De acuerdo. Le vuelvo a llamar después de la comunicación de mañana. »