3/2/09

Artecal 1.5.

La escucha del teléfono fue nuevamente frustrante. Una vez por semana recibía el llamado de una mujer que lo llamada « Pepé », preguntaba por su salud y contaba chismes sin interés. Se pudo verificar que era su hija y no había nada que pareciese relacionarla con el caso policial. Antes de la salida del cartero de la oficina de correo se revisaba lo que era destinada a Leroi y no había nada interesante tampoco: las cuentas de teléfono, de luz y gas. Pero a fin de mes hubo un giro de dinero enviado por Demazedier que el destinatario fue a cobrar a la oficina de correos. Los fondos habían sido depositados en efectivo y enviados desde otra oficina de correos de Bruselas, en la avenida de Waterloo. 

Otra semana pasó y una carta llegó finalmente a nombre de Demazedier, enviada por el banco: era la cartola mensual. A penas llegó a su casa, el anciano marcó un número de teléfono. Una voz contestó solamente « ¿Sí? ». Él no pronunció ningún nombre y dijo solamente « Su estado de cuenta llegó », leyó las cifras y cortó la comunicación. El número al cual llamó fue identificado y también puesto bajo escucha. La dirección correspondiente se obtuvo de la compañía de teléfonos: era una pequeña oficina en un edificio de la avenida del Souverain. Según el portero del edificio, nadie venía nunca ahí. El administrador informó que los gastos comunes se pagaban por transferencia bancaria y el propietario era la compagnie « Artecal », nombre que sugería una empresa ligada al arte y, por lo tanto, una posible conexión con Ducquet y su negocio. La escucha del teléfono, que era un contestador automático, revelaría sin duda algo más. Y pronto dió frutos. 

Dos días después hubo un llamado en la mañana. Una voz de hombre dijo « Mañana a las doce, delante de la fosa de los leones, en el zoólogico de Amberes. » y cortó. A las nueve de la noche hubo otro llamado. Esta vez se digitó un código y el mensaje fue escuchado y luego borrado. Se había sin duda fijado una cita y de un modo bastante sospechoso. Servais armó por lo tanto una operación de vigilancia en el zoólogico de la ciudad de Amberes. Sus hombres se instalaron desde las once treinta en los alrededores del foso de los leones, alternándose a suficiente distancia para observar a los otros visitantes sin despertar sospechas. 

Cerca del medio día, había tres personas solas y unos pocos pequeños grupos en el lugar indicado. Cinco para las doce, un hombre joven se acercó rápidamente y se lanzó en los brazos de una mujer. Se alejaron abrazados, seguidos por un policía que se convenció pronto de que se trataba solamente de una pareja de enamorados, a la vista de sus fogosos besos. A las doce en punto, una mujer se acercó a un hombre y le dió un apretón de mano. Se fueron caminando y conversando sin mirar nada, seguidos por otros dos detectives para seguir a cada uno si se separaban. A las doce cinco, otro hombre se acercó del tercero de los individuos, el cual llevaba un diario bajo el brazo. El recién llegado le dijo algunas palabras después de lo cual le dió la mano. Parecía un proceso de identificación entre dos desconocidos. Se dirigieron hacia la entrada del zoológico y salieron, también seguidos por dos policías. Todos fueron fotografiados. No hubo nuevos encuentros en los quince minutos siguientes y los últimos detectivos dejaron su puesto. 

Los dos hombres entraron en un restaurante cercano y almorzaron juntos. Luego salieron juntos y se dirigieron hacia la estación de ferrocarriles. Antes de llegar, uno de ellos entró en un edificio de la calle Breydelstraat que llevaba una placa indicando "Verbiest & Co. - Diamants". El otro entró en la estación y compró un pasaje para Amsterdam. El seguimiento se suspendió ahí. Había aún demasiadas dudas para seguir a alguién en el extranjero y el hombre que entró donde Verbiest podría probablemente ser ubicado nuevamente en el futuro de ser necesario. Pero se trataba posiblemente de un asunto de tráfico de diamantes, lo cual parecía por ahora sin relación con el caso Ducquet-Demazedier. 

La otra pista era más prometedora. La mujer bien podía ser Seraphine Demazedier. Caminó con su compañero durante unos diez minutos para luego separarse de él sin apretón de mano. Cada uno se fue por su cuenta. Después de salir del zoológico, el hombre se fue hacia el sector de las tiendas y se perdió en la muchedumbre de un centro comercial. Ella se fue a la estación, que está al lado del zoológico, y compró un billete para Bruselas. ¡Otro indicio más! Un detective tomó el mismo tren y la vió bajarse en la Estación Central. Luego, ella subió por la calle Colonies y, llegada a la esquina de la calle Royale, tomó un tranvía 93 en dirección de Ixelles. El policía no alcanzó a subir al tranvía. El comisario dispuso entonces que el detective hiciera regularmente el trayecto en esa línea de tranvías entre la calle Royale y el terminal de la plaza Brugman, en Ixelles. No era factible vigilar todos los tranvías pero con tiempo y algo de suerte esperaban volver a encontrar a la mujer. 

El día siguiente, Demazedier bajaba por la avenida Louis Lepoutre para llegar al paradero del tranvía en la esquina de la avenida de Waterloo. Cuando ya se acercaba, una mujer que ya estaba en el paradero la miró y vino a su encuentro.

- «¡Julienne, qué sorpresa! Yo creía que estabas en Marsella.» le lanzó. 
- «Y yo te creía en París, Catherine» le contestó Demazedier. «¿Estás turisteando en Bruselas?» 
- «Mi agencia tiene muchos clientes belgas. Están enloquecidos con el valle del Loira y sus castillos. Después de París, por cierto. Así que mi agencia decidió abrir una sucursal aquí y me mandó hace un mes para hacerme cargo. ¿Y tú, estás de paso?» 
- «También tengo muchas veces asuntos que tratar aquí y tengo arrendado un pequeño departamento. Mi compañía de seguros tiene clientes belgas suficientemente importantes para que los servicios de un detective sean necesarios de vez en cuando. Como hablo bastante bien flamenco, era la persona adecuada.»

Llegó el tranvía y subieron juntas. Mientras Catherine se bajo en la avenida Louise, Séraphine-Julienne continuó hasta el parque Real.