29/11/11

CURAS - 2.2


Servais hizo una búsqueda en su computador, conectado a la red de los tribunales de justicia. - No aparece ninguna denuncia ni en comisarías ni en fiscalías. Así que el asesino no puede tener una fuente policial o en los tribunales.
- ¿Revisaste la lista de denunciados del arzobispado? El padre Rik Devillé ha registrado 300 quejas por abusos de sacerdotes entre 1992 y 1998. Y se siguen recibiendo denuncias.
- No tenemos este antecedente, al parecer. Sin duda esta lista no es pública.
- Pero el asesino la podría haber conseguido de algún modo. Deberíamos conseguirla y cotejarla. Se formó una comisión a cargo de un psiquiatra para recibir y analizar estas denuncias y hay un correo electrónico para comunicarse. Pidémosla.
- De acuerdo. Encárgate. Pero tenemos la confirmación de que nuestro asesino viaja. Tenías razón: es un asesino serial viajero. Se desplaza constantemente: se fue ahora de Tongre a Wavre, y son 97km. En consecuencia, es muy dudoso que tenga un buen conocimiento de los lugares en que actúa. Ésto explica el tiempo que transcurre entre un crimen y otro: responde a su necesidad de conocer estos lugares. Lo más probable es que visite previamente cada parroquia y contacte al párroco bajo algún pretexto, para conocer su residencia, antes de volver para cometer su crimen y escapar hacia otro destino.
- Un asesino serial escapa normalmente con rapidez del lugar del suceso. Es sin duda el caso, pero el que se las arregle para que una foto llegue al puesto de policía local es atípico e indica cierto atrevimiento.
- Pero esta gente acostumbre llevarse algún objeto que le recuerde su crímen, como trofeo. Quizás las fotos sean para él el equivalente.
- Es posible, pero su envío es un desafío desacostumbrado. No hemos podido determinar aún como hace para entregar las fotos, y ésto prueba también que se considera inteligente sino superior. Más aún porque ha de pensar que podríamos tener la lista de sus posibles víctimas, aunque no sea el caso.


Un par de horas más tarde, Trompel volvía con la información acerca de los sacerdotes acusados: - El padre Devillé me dijo que las únicas copias que él hizo las entregó solamente a los obispos, en su reunión plenaria. Tiene el original bajo llave e hizo personalmente las fotocopias. Nunca usó su computador, por lo que no puede haber sido hackeada. La única fuente posible es alguién que haya tenido acceso a la lista en algún obispado.
- Los encargados del teléfono de Lemie acaban de confirmarme que su esposa llamó de un lugar cercano a Wavre. Y utilizaba un celular no registrado, no el suyo, o sea posiblemente un aparato desechable comprado por su secuestrador.
- ¿No te parece una coincidencia curiosa que la señora Lemie haya trabajado a veces en el obispado de Lieja, que desapareció cuando fue asesinado el párroco de Santa Gertrudis y que llama por teléfono siempre de un lugar cercano a un nuevo asesinato?
- En efecto. Estaba pensando lo mismo. Hubo un llamado cerca de Chièvre, o sea de Tongre, y ahora cerca de Wavre. Todo indica que el asesino la secuestró y la lleva consigo. Pero, como dices, es posible que ella misma sea la fuente de su información. Y, por lo tanto, que no se trate de un secuestro sino de una complicidad. Tendremos que obtener más información sobre ella.

22/11/11

CURAS - 2.1


Capítulo 2.

La semana siguiente apareció otro sacerdote asesinado, en el poblado de Tongre-Notre-Dame. Un día después del crímen, la policía de Chièvre -la pequeña ciudad cercana- recibió también una foto del mismo, al reverso de la cual está escrito el número "2".

- Tenemos dos asesinatos de curas, con el mismo modus operandi: un disparo a boca de jarro en el corazón. La foto parece confirmar que estamos frente a un asesino en serie -comentó Servais a Trompel, cuando recibió la información.
- Pero un asesino serial típico es un "merodeador" o "cazador", que opera a cierta distancia de su base y vuelve a ella -respondió Trompel, que había leído algunos trabajos sobre psicología criminal-. Generalmente se puede establecer un radio geográfico dentro del cual se ubica su base, muy cerca de la cual no hará nada. Pero no parece ser el caso aquí: el primer crímen fue aquí en Bruselas y el segundo en Tongre-Notre-Dame: son 67 km de distancia. Parece pertenecer a la categoría menos frecuente de los "viajeros".
- Pero es muy fácil desplazarse aquí. Es posible que éste sea su radio de acción, aunque amplio. Desgraciadamente, tendremos que esperar a ver si vuelve a matar para precisar su perfil.

Paralelamente, la escucha del teléfono del esposo de la mujer desaparecida aportó una sorpresa. Cada dos o tres días, ella lo llamaba y, cada vez, decía una sola frase que no aportaba nada:
- Estoy bien, no te preocupes.
- Sigo de viaje. Todo va bien.

No atendía las preguntas del marido, lo cual mantenía la sospecha de que estaba secuestrada. Sin embargo, no se hacía ningún pedido de rescate, lo cual era bastante extraño. Servais pidió entonces a los técnicos rastrear los llamados. Eran demasiado cortos para establecer su ubicación exacta y llegar a ella, pero se podía establecer un radio de ubicación, triangulando las torres que transmitían los llamados.

Cuatro días después, el día 13, el Tribunal Correcional de Wavre condenó a ocho años de cárcel al ex-párroco de Overpelt por violación de una niña de 9 años. El día siguiente, la policía local recibía una foto del mismo al reverso de la cual se había anota "Tribunales 1, Dexter 2".

Cuando Servais recibió la foto, se la mostró a Trompel:
- ¿Qué puede significar ésto? ¿El asesino se llama Dexter y da su nombre?
- ¿No conoces la serie de televisión? Dexter es un patólogo forense que toma la justicia en sus manos y mata a otros asesinos en serie cuando los descubre gracias a la información policial a la cual tiene acceso.
- ¿Así que cree poder tomar la justicia en sus manos y se cree un héroe?
- Así parece. ¿Acaso los dos primeros también fueron acusados de delitos sexuales? ¿Y este asesino podría tener fuentes internas?
- No habíamos considerado ese factor. Veamos si hay antecedentes de denuncias.

15/11/11

CURAS - 1.2


El día siguiente, en la oficina de la policía comunal de Etterbeek, comuna del delito, aparece un sobre con una foto del sacerdote. Al reverso de esta última hay un número 1. La remitieron a la PJ y Servais la recibió un par de horas más tarde, enviándola al laboratorio.

En la tarde, los resultados de los diversos estudios se fueron acumulando sobre su escritorio. Cuando ya tuvo todo lo que había pedido, llamó a Trompel para intercambiar información.
- La policía de Etterbeek recibió esta foto del cura -le dijo, pasándole la foto-. El laboratorio no encontró huellas digitales fuera de las del policía que abrió el sobre y éste tenía solamente las de quienes lo recibieron.
- ¿Un envío del asesino y un desafío para nosotros? Y este número parece ser un aviso de que habrá más. ¿Y cómo puede haber hecho llegar el sobre sin usar el correo?
- Me temo que sí, es un aviso. Parece que tiró el sobre a la entrada de la comisaría, pero nadie lo vió. En cuanto a las huellas en la casa parroquial, además de las del sacerdote y de su empleada, se encontraron de otra persona. Estaban en su escritorio, en algunos muebles y en otro escritorio que parece ser de un secretario. Si el asesino es tan cuidadoso como parece indicar la foto, lo más probable es que no sean suyas sino del secretario u otro colaborador. Tendremos que averiguar quién lo pudo visitar o ayudar en los últimos días.
- Podemos preguntar a la empleada.
- Hazlo. En cuanto a la autopsia, hay algo muy extraño. Encuentraron un anillo con un diamante en su estómago. Lo debe haber tragado cuando lo atacaron. El laboratorio lo examinó al microscopio, porque en caso de ser valioso llevaría un número de identificación. Y lo llevaba. Con este número podemos ubicar al diamantista que lo talló y él nos puede dar el nombre del cliente.
- ¿Si el cura lo tragó, habrá querido encubrir a alguién o darnos una pista? ¿O habrá sido forzado por el asesino? Ésto no cuadra con que el ataque parecía algo sorpresivo.
- Estoy de acuerdo. Es muy extraño.

Con ese número, logran ubicar al diamantista que talló el diamante, quién les da el nombre del comprador, el empresario André Lemie. Así fue como el comisario Servais llegó a la casa de Lemie. Le mostró el anillo.

- ¿Ud compró este anillo no es cierto?
- Me parece, en efecto, que es el que compré y regalé a mi esposa por nuestras bodas de plata, hace dos años. ¿Por qué lo tiene ud?
- Lo hemos encontrado en la casa del párroco de Santa Gertrudis, que fue asesinado ayer. ¿Estaba su esposa con él?
- Me extraña mucho que lo hayan encontrado ahí, aunque no es imposible. Ella forma parte del comité económico que ayuda al cura a llevar las cuentas de la parroquia. Pero no creo que haya estado ahí ayer. Se fue temprano a Lieja, de donde la habían llamado para arreglar unas cuentas del obispado, lo que hace ocasionalmente, porque el obispo es un viejo amigo mío.
- ¿Podría llamar a Lieja, para confirmar que está allá?
- En seguida.

Después de un intercambio aparentemente con el secretario y luego con el propio obispo, Lemie, muy conmovido, confirmó las dudas de Servais:
- No llegó a Lieja. Y me dicen que no la habían llamado. Es muy extraño.
- ¿Cuando le dijo ella que la habían llamado?
- Ayer por la mañana. Había salido temprano para ir a misa, como hace muchas veces, pero luego me llamó por su móvil para decirme que debía ir a Lieja y se quedaría allá un par de días.
- ¿No le sorprendió?
- No, porque lo hace regularmente. Aunque, pensándolo bien, es un poco extraño que me avise después de salir. Siempre lo hacía con anticipación.
- ¿Podemos buscar aquí huellas de su esposa? La cotejaríamos con las que hemos encontrado en la casa parroquial. Así sabríamos si fue allá o no. Nos bastaría algún objeto que ella haya manipulado antes de salir y que no haya sido limpiado ni tocado por otra persona.
- ¿Les podrían servir su cepillo y el pequeño espejo con aumento que usa para maquillarse?
- Sería perfecto. Me los llevaré al laboratorio y se los haré llegar de vuelta.

Se cotejaron las huellas encontradas en la casa del sacerdote con las de la mujer, tomadas de estos objetos, y se comprobó que coincidían. Era evidente que había estado ahí, pero no se podía saber qué había pasado con ella. Servais dicidió entonces considerar provisoriamente a la mujer como secuestrada. La policía no pudo encontrar otras huellas en la residencia parroquial, fuera de éstas, de las de la sirvienta y las del propio párroco. El asesino debió usar guantes y, sin duda, pudo entrar sin levantar sospecha porque no había indicio de efracción. Evidentemente, en una casa parroquial, cualquier persona sería recibida con mucha facilidad. Como la desaparición de la mujer parecía vinculada al crimen del sacerdote, Servais dispuso la escucha del teléfono del marido, por si recibía un pedido de rescate.

El funeral del párroco de Santa Gertrudis tuvo lugar en la catedral de San Miguel y Gúdula, de Bruselas, y fue presidido por el cardenal De Villers. Éste, en su sermón y panegírico, destacó que el sacerdote había sido acusado injustamente de pedofilia, como había concluido la investigación canónica. Pero, como sabía Trompel, la investigación judicial aún estaba abierta.

8/11/11

CURAS - 1.1


    La "cura" es la sanación de una enfermedad. Pero "el cura" es un sacerdote. Ambos sentidos son válidos aquí. ¡Descubra en qué sentido!
Capítulo 1.

Como hacía algunas veces cuando se levantaba temprano y nada lo esperaba con urgencia en la oficina, Jef Trompel había ido a misa a la parroquia de Santa Gertrudis que le quedaba cerca. Desde que el templo había sido demolido por su inseguridad, el oficio se hacía en el salon parroquial contiguo. Al llegar, vió que, en el muro del local, alguién había escrito "El diablo inventó Internet" y otro había agregado "No existen ni Dios ni el diablo".

Contrariamente a la costumbre, pasaban los minutos y el cura no aparecía. Finalmente, se presentó el sacristán, que anunció que no habría misa porque el sacerdote había tenido un accidente. La forma en que lo dijo convenció a Trompel de que algo muy inusual estaba ocurriendo. Así que se dirigió hacia la sacristía y alcanzó al sacristán. Le mostró su credencia de la PJ y le preguntó qué había pasado en realidad.
- Lo acaban de encontrar medio desangrado en la casa parroquial. Llegó la ambulancia pero los paramédicos dijeron que era demasiado tarde. Había muerto. Ya se ha avisado a la policía pero no sé si ya llegaron. Ud podría ir por allá, ya que es inspector.

Trompel salió entonces para concurrir a la casa parroquial de la calle de Santa Gertrudis, que quedaba a la vuelta. Estaba entrando en la oficina donde estaba el sacerdote cuando sonó su móvil. Era el comisario Servais.
- Me acaban de avisar que el párroco de Santa Gertrudis fue asesinado. Como vives por ahí cerca, ¿podrías encargarte? Ya avisé a la morgue y a los del laboratorio técnico.
- Ya estoy en la escena, jefe. Fuí a misa y me avisó el sacristán. La vista no es muy agradable. Cuando terminen los técnicos me iré a la oficina y le daré mi informe.

Un par de horas mas tarde rendía cuenta de lo observado ante su jefe.
- El sacerdote fue ultimado de un balazo en el pecho, a corta distancia. Sin duda conocía a su agresor y éste sacó quizás la pistola en forma sorpresiva. La puerta no había sido forzada. Los técnicos levantaron huellas y las van a comparar con las del cura y de su empleada. Ella fue quién descubrió el cuerpo cuando llegó a trabajar, a primera hora, y avisó a la policía y al sacristán. Es una mujer mayor, que se encarga de la cocina y de la limpieza, todas las mañanas de lunes a viernes.
- Bien. Esperaremos los resultados del laboratorio y de la autopsia.

Mientras tanto, en un vehículo que salía de la ciudad...

- Vengo llegando del Congo, porque dejaron de pagarnos -dice el hombre à la mujer que lo acompaña-. Y me encuentro con toda esta suciedad de los curas. Y tú, sirviéndolos y poniéndole incluso los cuernos a tu marido con un obispo.
- Solo soy su amigo...
- Claro, con muchas ventajas, especialmente nocturnas...
- Me quedaba en su casa porque era demasiado tarde para volver a Bruselas, después de revisar su contabilidad. ¿Cómo supiste que me quedaba ahí?
- Tengo un amigo cuyo hermano es secretario del obispo. ¿O crees que uds son tan inteligente que nadie iba a darse cuenta.
- Pues ésta es una calumnia.
- ¿ Acaso el obispo no ha sido acusado y expulsado?
- Estás equivocado. Fue el obispo de Brujas el denunciado y castigado. Yo ayudo al obispo de Lieja, que es un viejo amigo de mi marido. - Y ahora te encuentro en la casa del párroco de Santa Gertrudis. ¿También te acostaste con él?
- Estás loco. Sabes muy bien que vivimos aquí cerca. Es nuestra parroquia y yo le ayudaba con las cuentas de las obras sociales.
- Quizás tengas razón. Solo hay tres tipos de curas: los que se acuestan con mujeres, los que lo hacen con hombres y los que se acuestan con niños. Me importa poco lo que hagan adultos, pero los pervertidos deben pagar sus crímenes.
- En ésto estamos de acuerdo.

1/11/11

Vacaciones - Fin

Epílogo


La policía llevó a Trompel a su hotel, mientras Mézière era conducido a su casa en Cancún. Apenas de vuelta en su habitación, el detective vió pasar en el cielo un par de aviones no-tripulados y sintió nuevamente, a la distancia, un abundante intercambio de disparos. Al mismo tiempo un bus dejaba frente al hotel un grupo de turistas que parecían bastante asustados. Salió a preguntarles qué había pasado. Le dijeron que los militares los habían reunido rápidamente en las ruinas y los habían enviado de vuelta antes de realizar un ataque porque los narcotraficantes ocupaban salas subterráneas del sitio arqueológico. El acceso estaría cerrado por un par de días, para permitir una completa revisión y asegurar que no quedaba peligro alguno.

Dos de las "ventanas" superiores del "castillo" en ruinas, al ser iluminadas de noche por atrás permitían a los navegantes ubicar el único paso existente en la cercana barrera de corral y acercarse de este modo sin peligro a la costa. Los traficantes se valían de este sistema -ya usado por los mayas cuando el sol se ponía y sus rayos cruzaban las aperturas- para traer y desembarcar droga desde sus pequeños submarinos. Y, al parecer, habían logrado acceder a salas subterráneas que nadie conocía, donde podían acumular y manipular sus productos, para luego aprovechar las idas y venidas de "turistas" para llevarlos a otras regiones.

El gerente del hotel contó al belga luego que el New York Time había revelado hace tiempo una nueva estrategia de Estados Unidos -iniciada tímidamente por G.W.Bush- de “ataques con bisturí” contra el narcotráfico, y que la DEA actuaba ocasionalmente en conjunto con el ejército mexicano para realizar operaciones en territorio mexicano. Sospechaba que estaba implicada la CIA, que se había convertido en organización para-militar con poco control del Congreso norteamericano. El gerente pensaba que era la CIA la que había descubierto la presencia de los traficantes en las ruinas de Tulum y había coordinado el ataque a la residencia de Vicente Gamboa. Trompel sabía muy bien que el origen del ataque era otro y que la red de túneles de la casa de Gamboa podía muy bien estar conectada a las ruinas, tan cercanas.

Hastiado de todo lo ocurrido, Trompel decidió abandonar el país a la brevedad. Se comunicó con los representantes de su agencia en México y logró que cambiasen sus reservas de regreso. Podría dejar Tulum el día siguiente y la capital al otro día. El día de su partida, en Tulum, apareció un cadáver en la calle frente al hotel. Se supo pronto que era uno de los narcotraficantes que había escapado de la acción de la policía. En el vehículo que lo llevaba al aeropuerto de Cancún, el chofer le comentó que había surgido el rumor de que se habían formado comandos paramilitares que atacaban a los narcotraficantes. Pero, en el caso del hombre recién asesinado en Tulum, algunos también creían que era una acción de "Santa Muerte", una especie de súper-héroe temido por la gente humilde y el único temido por los delincuentes y traficantes de la región, generalmente muy supersticiosos. Algunos lo describen como un dragón que escupe fuego, pero la policía local -que también lo teme- habría recibido descripciones que hablan de alguién con una máscara que, efectivamente, simula una calavera.

"El Paraíso" en que Trompel esperaba pasar sus vacaciones se había convertido más bien en una antesala del infierno. Se alegraba sin embargo de salir incolume de esta imprevista e indeseada aventura.

*
    Se calcula que la industria de la droga maneja del orden de 70.000 millones de dolares. De éstos, solamente 5.000 milloens se quedan en América Latina. ¿Quién se queda con el resto?
    Junio 2011: El ex secretario de Estado George Shultz, el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, el secretario general de la OTAN Javier Solana, tres ex presidentes latinoamericanos provenientes de Brasil, Colombia y México, y el actual primer ministro de Grecia (entre otros) presentaron un informe conjunto —bajo el nombre de Comisión Global de Políticas sobre Drogas— en el que consideraron un fracaso la guerra contra las drogas y en el piden un nuevo paradigma en la actual política contra ellas. Reconocen, como lo hizo Rockefeller cuando se puso término a la prohibicón del acohol en los Estados Unidos, que el intento de usar la fuerza para detener el consumo ha sido desastroso. Recomiendan enfoques alternativos para controlar las sustancias y un mayor énfasis en el tratamiento de los adictos.
    "La suposición de Estados Unidos de que limitar la oferta puede de alguna forma hacer seguro para nosotros el tolerar el extendido abuso de las drogas ha probado ser en sí mismo un narcótico formador de hábitos que ha reducido nuestra sensibilidad a la pudrición moral" dice Angelo Codevilla, académico del Instituto Claremont y autor de un ensayo llamado "Our Borders, Ourselves" (algo así como "Nuestras fronteras, nosotros") publicado hace poco.
    FIN
    La próxima semana: "CURAS"