20/9/11

Vacaciones - 1.3


Después de una reparadora noche de sueño, Gordon Harris lo pasó a buscar al hotel y, después de escapar de media hora bloqueados en la congestión de la capital, enfilaron hacia Teotihuacan, el mayor sitio arqueológico, a unos 45 kilómetros de distancia del centro de la ciudad. En el camino, el arqueólogo sorpendió a Trompel explicándole que Teotihuacan no era una ciudad azteca sino anterior, dado que la parte monumental que es posible observar data del período que va del 300 al 400 dC.  Hay evidencia arqueológica que Teotihuacan había sido un lugar multi-étnico, e incluía pueblos de filiación étnica zapoteca, mixteca y maya, pero la identidad étnica de los primeros habitantes es completamente desconocida. La ciudad fue un importante nodo comercial y político que llegó a tener una superficie de casi 21 km2, con una población de 100 mil a 200 mil habitantes. Los toltecas y mexicas (aztecas) excavaron posteriormente los restos de la ciudad para extraer objetos preciosos de ella.

También le explicó que el término "azteca" no era exacto. Este gentilicio es una derivación de Aztlan, una isla mítica del cual decían provenir los nahuas, pueblo que habitaba en las zonas de Tenochtitlan y de Tlatelolco cuando llegaron los españoles. Aún hoy, en gran parte de México y de los países más al sur se habla el náhuatl. El término nahua se refiere a todos aquellos que hablaron o actualmente hablan dicha lengua. Durante la conquista, los habitantes de la Gran Tenochtitlan eran en su mayoría nahuas y fueron conocidos como "mexicas" debido a que se autodenominaban a sí mismos mexihcah. Las crónicas españolas del siglo XVI modificaron la palabra y los nombraron "mexicanos", como aparecen en la historia colonial. Solamente desde el siglo XIX en adelante, la mayoría de los historiadores fuera de México han usado el nombre o la denominación de azteca para referirse a los mexica.

Aunque pueda evocar la Atlántida, los historiadores creen que Aztlán corresponde en realidad a una identificación del islote de México-Tenochtitlan, donde se consolidó el mito de la elección del sitio después de la construcción de la ciudad. Los mexica se instalaron ahí, en el Altiplano Central, entre los siglos XII y XIV, producto de una gran migración chichimeca. En esa época, Teotihuacan -cuyo nombre en náhuatl significa La Ciudad de los dioses o El lugar donde se hacen los dioses- ya estaba destruída y abandonada, cosa que ocurrió  alrededor del año 800.


En Teotihuacan, se destacan por su diseño las esculturas y los templos de Tláloc y Quetzalcóatl, los palacios de Quetzalmariposa y el de los Jaguares. La Calzada de los Muertos cruza por el centro la zona arqueológica, midiendo 4 Km. de longitud por 40m. de ancho, y comunica la Ciudadela con la Plaza de la Luna. A la mitad del recorrido destaca el Conjunto Plaza Oeste y toda la calzada está bordeada de conjuntos habitacionales, probablemente ocupados por sacerdotes en tiempos prehispánicos.


Trompel y Harris fueron primero al Templo de Quetzalcóatl, que se ubica en el interior de la Ciudadela. Cuenta con una fachada que ostenta cabezas de serpientes acompañadas de motivos acuáticos como conchas y caracoles, representaciones de Tláloc y de la serpiente emplumada. Luego se encaminaron hacia la Pirámide del Sol, ubicada en el centro de la zona arqueológica. Este monumento fue construido entre los años 1 y 150 d.C. sobre una cueva natural. Es un imponente monumento que se eleva a 63 metros; con base cuadrangular de 222 x 225 metros. El frente del edificio mira hacia el poniente y en él se encuentran las escalinatas que llevan a la cúspide.

Después de darle estas información, Harris dejó solo al visitante, para dedicarse a las investigaciones que deseaba realizar. Le dijo que necesita verificar las canaletas que bordean la Calzada de los Muertos ya que parecía que formaban un conjunto con una finalidad que no parecía ser de mera irrigación.


Trompel no se animó a escalar la Pirámide del Sol, que le pareció demasiado alta, y prefierió -como muchos- escalar la Pirámide de la Luna, en el extremo norte de la Calzada de los Muertos. Construida en la misma época que la del Sol, su base cuadrangular mide 150 x 120 metros y tiene 42 metros de altura. Desde arriba, disfrutó una excelente vista panorámica del conjunto.

Finalmente bajó y se dirigió hacia el Palacio de los Jaguares, ubicado al suroeste de la Plaza de la Luna, donde había quedado de juntarse nuevamente con Harris para volver a la ciudad. Antes de partir, pudo admirar ahí los restos de pintura mural con figuras de jaguares en las paredes de las habitaciones que rodean el patio, los que habían dado su nombre al edificio.

Durante toda la visita al conjunto arqueológico, sacó fotografía a más no poder. De vuelta en su hotel, se puso a revisarslas en la pantallita de su cámara digital, descubriendo con extrañeza, que las de las pirámides del Sol y de la Luna, a diferencia de las otras, parecían subexpuestas. ¿Acaso algo, en estas pirámides, absorbía la luz solar, al punto de oscurecer las fotografías? Harris ya se había ido y no pudo preguntarle acerca de este extraño efecto.

En su habitación habían dejado un ejemplor del diario "La Reforma". Se puso a revisarlo y encontró un artículo que daba cuenta de la nueva política policial decidida por el presidente Calderón:
    "El gobierno propone la eliminación de todas las fuerzas municipales y la creación de 32 fuerzas estatales, una para cada estado. "Si logramos que en México no haya una policía federal sino 32 policías estatales muy fuertes, muy confiables, muy bien equipadas, eso nos permitirá darle la vuelta a una parte sustancial de este problema" dijo Calderón.
    En el norte, en los estados fronterizos con Estados Unidos, todas la tareas de seguridad estarán en manos de los militares. En el resto del país, la estrategia se centrará en el uso de las fuerzas federales para combatir a los carteles, incluyendo el ejército y la policía federal. Los 240.000 policías municipales son considerados corruptos en su mayor parte y poco fiables. Son en realidad un ejército de los carteles que sirven en calidad de vigías, asesinan rivales, e incluso ayudan a luchar contra las fuerzas federales.
    La campaña para limpiar la policía local se ha topado con una sangrienta resistencia por parte de los carteles. El nuevo alcalde de Santiago, una ciudad colonial cerca de Monterrey -en el norte-, fue secuestrado, torturado y ejecutado por miembros de su propia policía a mediados de año después de que prometiera una limpieza generalizada." [Datos reales]
[Fotos del autor]