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Colonización 3.3.

Enlil decidió dejar a un pequeño equipo de técnicos ocuparse de la central energética en Gize.Heh pero hizo contruir el astropuerto más al norte de Haaki, en una zona más alejada del mar y menos pantanosa, que llamamos Nibru.Ki [Nippur]. También estaba más cerca de la zona donde encontramos las canteras y otros materiales necesarios para construir las plataformas.

En toda la zona al norte del golfo donde amarizaban, se le encargó al kentoi Ea (nombre que significa «casa-agua»), que era maestro en ingeniería, planificar y supervisar la construcción de canales, de diques en los ríos, así como el drenaje de los pantanos. Le encantaba salir a navegar por estos cursos de agua ya que sentía las aguas como su hogar. Construyó su casa en la ciudad de Haaki que nombraron E.RI.DU («hogar de ir desde lejos») y que quedó bajo la jefatura de Enki. [Es efectivamente una las cinco primeras ciudades que existieron en Mesopotamia, como también Nippur.]

Los exploradores -en naves de sobrevuelo a baja altura- habína detectado importantes depósitos de minerales y metales preciosos en el hemisferio sur, el Abzu. Como ingeniero-jefe, Enki hizo construir barcos que servirían para el transporte de los materiales extraídos, ya que no disponían aún de suficiente fuente energética para el transporte áereo pesado de larga distancia a baja altura. Con los primeros barcos, se dirigió a esta zona con una gran cantidad de trabajadores y estableció el campamento del Abzu (Sudáfrica), comenzando luego la explotación minera.

Las labores a cargo de Ea, en el norte, y Enki, en el sur, fueron sumamente pesadas para muchos anunnaki. La más aborrecida era la de cavar la tierra: debieron cavar los lechos de los ríos para hacerlos navegables y cavar canales para la irrigación. Pero aún peor fue la suerte de los operarios que fueron enviados a la base minera: debían cavar las minas para sacar los minerales de la Tierra. Oro, plata, platino y uranium eran en extremo valiosos, porque escaseaban incluso en Omyx. Aunque tenían herramientas muy avanzadas, el trabajo bajo tierra era agotador y la comida era muy mala. Sufrieron la presión de sus jefes durante años hasta que se levantó un líder que los convenció de rebelarse.

Un antiguo texto sumerio (la epopeya «Cuando los dioses como hombres») cuenta que:

"Cuando los dioses, al igual que los hombres, tenían que trabajar y sufrir la labor-la labor
de los dioses era grande,
el trabajo era pesado,
la aflicción era mucha.
Ellos se quejaban, murmuraban,
refunfuñaban en las excavaciones.
Hagamos frente a nuestro... el Oficial Jefe,
que nos libere de nuestro pesado trabajo.
Al rey de los dioses, al héroe Enlil,
¡vamos a enervarle en su morada!
Así pues, proclamad la guerra;
vamos a combinar las hostilidades y la batalla.
Los dioses siguieron sus palabras.
Prendieron fuego a sus herramientas;
fuego a sus hachas prendieron;
llevaron a mal traer al dios de la minería en los túneles
lo atraparon mientras iban
a la puerta del héroe Enlil.
Era de noche, en mitad de la guardia.
...
¡Cada uno de nosotros ha declarado la guerra!
tenemos nuestro ... en las excavaciones;
el exceso de fatigas nos ha matado,
nuestro trabajo era pesado, la aflicción mucha. "
(De Sitchin, El 12º Planeta, pp.175-176)