16/11/10

La conspiración - Fin

Epílogo

El Tribunal Electoral decidió encargar a ingenieros de la Universidad Católica de Lovaina la revisión del proceso para ver si era posible obtener los resultados reales sin volver a efectuar la votación. Como la PJF contaba con el programa original de cómputo de votos y la versión alterada, pudieron calcular con exactitud los resultados reales que eran, evidentemente, muy inferiores. Pero como las máquinas habían sido instaladas en un número de mesas inferior al tercio del total -dado que se pretendía justamente realizar una experiencia piloto- los resultados para el PNI significaron apenas la pérdida de cinco escaños. Si la votación había sido influenciada por la propaganda del partido, ya no era posible remediarlo.##Pero la causa judicial contra el partido llevó a la anulación de su personalidad jurídica, lo cual planteaba un problema más complejo para los diputados elegidos: ya no pertenecían a partido alguno, cosa sumamente extraña en Bélgica, donde no está prevista la elección de candidatos sin partido. La mayoría optó entonces por afiliarse al Partido Verde y unos pocos a otros partidos. El dominio del PNI sobre la Cámara quedó así totalmente diluído.


Un año después...

El diario La Dernière Heure titulada en portada:##"Diputada Darbée se casa con policía que investigó PNI"


5 años después...

Cumplida su sentencia de cárcel por su participación en la conspiración, Oblensky es deportado a Rusia, que pidió su extradición para juzgarlo por otros crímenes en esa nación. Se le encargó a Trompel acompañarlo en el avión para entregarlo en Moscú a las autoridades rusas. El vuelo Bruselas-Berlín-Moscú debe cruzar el espacio aéreo de Borduria, un país que pertenecía a la órbita soviética y se ha mantenido bajo un régimen dictatorial comunista. Poco después de ingresar en este espacio aéreo, el piloto recibió un llamado de la torre de control de Stalinava, la capital del país.

- Acaban de penetrar en el espacio aéreo borduriano. Llevan a bordo un peligroso enemigo del pueblo y exigimos que aterricen para entregárnoslo.

Piloto a copiloto: - ¿Tenemos suficiente combustible para evitar el espacio borduriano?
- No para salir y proseguir hasta Moscú: el desvío es largo. Pero podríamos devolvernos a Berlín.
- Ésto no es ninguna solución: debemos llevar este avión a Moscú.
- Entonces debemos aterrizar.

Piloto a torre de control: - ¿Cómo se llama esta persona?
- Estepan Andronikov.
- Vamos a revisar la lista de pasajeros.

...

- No hay nadie a bordo con ese nombre. No podemos darles satisfacción.
- Hemos verificado en Bruselas que subió a bordo. Debe estar en su lista con otra identidad. Revisen los documentos de todos los pasajeros. Si no lo identifican, deberán desembarcar todos aquí y acusaremos a su tripulación de encubrimiento y atentatdo contra la seguridad nacional. Y lo identificaremos nosotros. No traten se salir de nuestro espacio aéreo: tenemos dos jets de combate que van a su encuentro.
- ¡No pueden hacer ésto: es contrario a las normas internacionales del transporte aéreo!
- Las suyas quizás. Pero aquí tenemos nuestras propias leyes y las aplicaremos como nos parezca.
- Haremos lo que podamos. Vuelo SB1542 fuera.

- ¡Estos bordurianos están locos!
- ¡Ellos,no: su presidente! Es el último dictador comunista y nunca ha aceptado la glasnost. Su servicio de seguridad es peor que la STASI y la KGB juntas. Todo el país es un gran campo de concentración. Nunca me ha gustado pasar por aquí y menos hacer escala en Stalinava. ¡Algo así tenía que ocurrir alguna vez!
- ¿Qué hacemos?
- Que las azafatas revisen todos los pasaportes. Los de Unión Europea no pueden ser falsificados. Que traigan aquí todos los demás. Pasaremos la lista a Interpol.


Cuando Trompel vió que revisaban todos los pasaportes y cuando una de las azafatas llegó a su asiento, preguntó qué estaba ocurriendo.
- Orden del capitán. Parece que las autoridades bordurianas pidieron cotejar la lista de pasajeros, especialmente los no-europeos.
- ¿Puedo hablar con el capitán?
- No, señor. Ningún pasajero puede entrar en la cabina y el capitán está demasiado ocupado para atender a los pasajeros.
- No soy cualquier pasajero: estoy en misión oficial de la Europol. - y le mostró su credencial de la PJF.
- Voy a avisar al capitán. Espéreme.

Un momento después volvió y le dijo que se acercara a la cabina. Lo acompañó y llamó a la puerta. El capitán salió y cerró la puerta.
- ¿Ud es policía? ¡A lo mejor nos puede ayudar!
- ¿Qué es lo que pasa? ¡No es común revisar los pasaportes durante el vuelo!
- Claro que no. Pero tampoco es habitual que los bordurianos nos obliguen a aterrizar y nos exijan entregarles a un pasajero cuyo nombre no aparece en la lista de pasajeros. Afirman que están seguros de que subió a bordo en Bruselas y que puede aparecer bajo otro nombre.
- Podría ser el hombre que acompaño. Es un traficante de armas que ha sido extraditado después de cumplir condena en Bélgica y que va a ser enjuiciado ahora en Rusia. ¿Qué nombre le dieron?
- Estepan Andronikov.
- Déjeme revisar el expediente que llevo conmigo. Lo conocemos como Oblensky, pero a lo mejor es conocido bajo otros nombres en otras partes, lo cual podría constar en el expediente. Le avisaré con la azafata.

Momentos después, Trompel confirmaba a ésta que entre los nombres utilizados alguna vez por Oblensky estaba el de Andronikov.

El aterrizaje debió hacerse "a la antigua", confiando solamente en los ojos: el aeropuerto de Stalinava no tenía siquiera el más sencillo ILS para guiar los aviones. La camioneta guía llevó el aparato cerca de un edificio con aspecto de garaje, cerca del cual lo esperaba un importante contingente militar. A pesar de que el capitán avisó que habían ubicado a Andronikov, la torre de control le ordenó que hiciera bajar a todos los pasajeros.Cuatro hombres empujaron una escalería hasta la puerta trasera y luego un oficial subió a bordo. Ordenó a las azafatas que hicieran bajar a todo el mundo en fila india y que se dirigieran hacia el edificio.

La tropa había formado una doble fila y los pasajeros avanzaron entre las dos filas de soldados, todos armados de metralletas. En la puerta había otro oficial que miraba con atención los rostros y hacía seña de que entrasen. Cuando Trompel llegó ahí con Oblensky, el oficial se cuadró y saludó al preso, hablándole en el idioma local. Luego se dieron un apretón de manos, se besaron a la manera rusa y se fueron hacia un lado. Trompel protestó:
- ¡Hey: debo llevar a este hombre a Moscú!
- ¡No irá a Moscú! ¡Llegó adonde pertenece y es bienvenido aquí!

Agregó una orden en borduriano y dos soldados encajaron sus metralletas en el pecho del detective. La fila de pasajeros se había detenido.
El oficial que había subido a bordo llegó en ese momento. Intercambió algunas palabras con su colega y luego anunció a voz en cuello que todos podían volver a bordo.
- ¿Y qué hay del enemigo que buscaban? - lanzó Trompel, que había sido liberado, hacia el oficial con quién había hablado.
- ¡No es asunto suyo! ¡Vayáse si no quiere problemas aquí!

Todos regresaron a bordo sin recibir excusa alguna y se dió al avión el permiso para despegar. El inspector llegaría a Moscú sin su prisionero.

FIN


La próxima semana, nueva novela:
"Colonización"