Capítulo 3. El establecimiento de los "dioses" en la Tierra
Al abrir el archivo sobre el Golfo, Trompel encontró primero la transcripción de algunos antecedentes sobre la situación de la región en los tiempos más remotos:
"Cuando los nefilim llegaron a la Tierra, hace unos 450.000 años, alrededor de la tercera parte del suelo firme estaba cubierto de capas de hielo y glaciares. Con tantas aguas de la Tierra heladas, las lluvias eran escasas, pero no en todas partes. Debido a las peculiaridades de los patrones de viento y al terreno, entre otras cosas, algunas zonas de la tierra que en la actualidad están bien provistas de agua eran estériles entonces, y algunas zonas que en la actualidad sólo tienen lluvias estacionales, tenían lluvias durante todo el año por aquel entonces.
Los niveles del mar también eran más bajos, debido a la gran cantidad de agua capturada como hielo sobre las masas de tierra. Las evidencias indican que, durante las dos eras glaciales principales, los niveles del mar estaban entre 180 y 215 metros más bajos que en la actualidad. De ahí, que hubiera tierra firme donde ahora hay mares y costas. Donde los ríos seguían corriendo, creaban profundas gargantas y cañones, si sus cursos les llevaban por terrenos rocosos; si sus lechos discurrían por terrenos blandos y arcillosos, llegaban a los mares glaciares a través de inmensas tierras pantanosas.
Llegando a la Tierra en mitad de una situación climática y geográfica de este tipo, ¿dónde iban a establecer su primera morada los nefilim? Sin duda, buscarían un lugar que tuviera un clima relativamente templado, donde unos simples refugios fueran suficientes, y donde se pudieran mover con ropas ligeras, y no con pesados trajes aislantes. También debieron buscar agua para beber, lavarse y otros propósitos industriales, así como para el sostenimiento de la vida vegetal y animal necesarias para la alimentación. Los ríos servirían tanto para facilitar la irrigación de grandes extensiones de tierra, como para proporcionar un medio de transporte adecuado.
Sólo una estrechísima zona templada de la Tierra reunía todos estos requisitos, así como ofrecía los grandes terrenos llanos necesarios para los aterrizajes. Así pues, los nefilim centraron su atención, como ahora sabemos, en los tres principales sistemas fluviales y en sus llanuras: el Nilo, el Indo y el Tigris-Eufrates. Cada una de estas cuencas fluviales reunía las condiciones necesarias para la primera colonización; con el tiempo, cada una de ellas se convertiría en el centro de una antigua civilización.
Los nefilim difícilmente habrían ignorado otra necesidad: una fuente de combustible y energía. En la Tierra, el petróleo ha sido una fuente versátil y abundante de energía, calor y luz, así como una materia prima vital en la elaboración de infinidad de bienes esenciales. Los nefilim, a juzgar por las prácticas y los registros sumerios, hicieron un amplio uso del petróleo y de sus derivados, y sería razonable pensar que, en su búsqueda del habitat más adecuado en la Tierra, los nefilim prefirieran un lugar rico en petróleo." (Sitchin, p.149-151)
"Cuando los nefilim llegaron a la Tierra, hace unos 450.000 años, alrededor de la tercera parte del suelo firme estaba cubierto de capas de hielo y glaciares. Con tantas aguas de la Tierra heladas, las lluvias eran escasas, pero no en todas partes. Debido a las peculiaridades de los patrones de viento y al terreno, entre otras cosas, algunas zonas de la tierra que en la actualidad están bien provistas de agua eran estériles entonces, y algunas zonas que en la actualidad sólo tienen lluvias estacionales, tenían lluvias durante todo el año por aquel entonces.
Los niveles del mar también eran más bajos, debido a la gran cantidad de agua capturada como hielo sobre las masas de tierra. Las evidencias indican que, durante las dos eras glaciales principales, los niveles del mar estaban entre 180 y 215 metros más bajos que en la actualidad. De ahí, que hubiera tierra firme donde ahora hay mares y costas. Donde los ríos seguían corriendo, creaban profundas gargantas y cañones, si sus cursos les llevaban por terrenos rocosos; si sus lechos discurrían por terrenos blandos y arcillosos, llegaban a los mares glaciares a través de inmensas tierras pantanosas.
Llegando a la Tierra en mitad de una situación climática y geográfica de este tipo, ¿dónde iban a establecer su primera morada los nefilim? Sin duda, buscarían un lugar que tuviera un clima relativamente templado, donde unos simples refugios fueran suficientes, y donde se pudieran mover con ropas ligeras, y no con pesados trajes aislantes. También debieron buscar agua para beber, lavarse y otros propósitos industriales, así como para el sostenimiento de la vida vegetal y animal necesarias para la alimentación. Los ríos servirían tanto para facilitar la irrigación de grandes extensiones de tierra, como para proporcionar un medio de transporte adecuado.
Sólo una estrechísima zona templada de la Tierra reunía todos estos requisitos, así como ofrecía los grandes terrenos llanos necesarios para los aterrizajes. Así pues, los nefilim centraron su atención, como ahora sabemos, en los tres principales sistemas fluviales y en sus llanuras: el Nilo, el Indo y el Tigris-Eufrates. Cada una de estas cuencas fluviales reunía las condiciones necesarias para la primera colonización; con el tiempo, cada una de ellas se convertiría en el centro de una antigua civilización.
Los nefilim difícilmente habrían ignorado otra necesidad: una fuente de combustible y energía. En la Tierra, el petróleo ha sido una fuente versátil y abundante de energía, calor y luz, así como una materia prima vital en la elaboración de infinidad de bienes esenciales. Los nefilim, a juzgar por las prácticas y los registros sumerios, hicieron un amplio uso del petróleo y de sus derivados, y sería razonable pensar que, en su búsqueda del habitat más adecuado en la Tierra, los nefilim prefirieran un lugar rico en petróleo." (Sitchin, p.149-151)