Zzyvherr quería interrogar a Thorn acerca de lo que ocurría en su clan, esperand osaber si la batalla estaba cerca. Pero ninguno hablaba la lengua del otro. Zzyvherr había ganado su autoridad gracias a su porte y su habilidad para la caza. Pero era lejos de ser inteligente y no había pensado a este aspecto del secuestro. Debió rendirse a la evidencia y aceptar que no había sido la mejor de sus decisiones. Llegada la noche, Thorn pudo ver a la luz de la Luna que el clan se reunía alrededor de una zona circular cerrada por una empalisada. De cada cabaña salió un hombre vestido y con la cabeza adornada de plumas de color. Éstos penetraban en ese lugar mientras los otros, con las mujeres y los adolescentes se reunían alrededor. Oyó entonces cantos cada vez más rápidos, marcados por el ritmo de tambores. La gente que alcanzaba a ver se puso a bailar y repetía los estrebillos. Esta tribi celebraba de este modo el plenilunio, igual que se propio clan. | | Después de una hora de soledad, otro asiático entró en la pieza donde estaba encerrado Weinbraith y se puso a interrogarlo acerca de lo que había ocurrido en Ethercom. Como no veía ninguna razón para guardar el secreto acerca de los daños y furioso por la muerte de sus colegas, dió cuenta rápidamente de los acontecimientos. Pero prefirió callar lo que sus pesquisas habían logrado descubrir. Descontento, el asiático encendió el computador y lanzó un programa que hizo aparecer varios gráficos en la pantalla. Obligó a Weinbraith a observarlos y se sintió pronto hipnotizado. Pero era extraño: se sentía como desdoblado. Había un yo que veía una especie de bruma de color cambiante, entendía las preguntas y contestaba. Y otro yo que veía al primero y seguía siendo capaz de controlar las respuestas. Si el objetivo era obtener de él "la verdad", quedaba claro que la aplicación no servía para nada ya que respondía lo que quería y no lo que querían escuchar, auqneu seguía con la impresión de estar soñando. En el otro extremo del mundo, Chem Pei, el presidente de SatelCorp, observaba el interrogatorio en su pantalla de video. Una microcámara le permitía observar la escena en tiempo real. Se sorpendió al oír que los operadores habían muerto. No era su propósito. Era cierto que había pasado lo mismo con losprimeros monos sometidos a la prueba, pero el programa había sido corregido y, en los últimos ensayos, los monos volvían en sí después de una hora de inconciencia, lo que era más que suficiente para cubrir el período proyectado para el ataque general. Afinar mejor tal efecto podría tomar varias semanas. Gracias a sus enormes instalaciones, que contaban con el mejor de los laboratorios de neurotecnologías, tenía expertos y aparatos que permitían lograrlo. Pero no querían esperar más. Simepre podrían hacer algunas pruebas complementarias reduciendo la intensidad de los relámpagos. Esa noche había plenilunio, pero a nadie le importó. |
La caza necesaria para obtener carne había sido exitosa el día anterior, por lo que Hoofd decidió, junto al Consejo, hacer una batida por el bosque en dirección del este para intentar saber donde estaba realmente el enemigo, cual era su potencia y si era el autor de la desaparición de Thorno. Estaba claro que deberían ir más lejos que nunca porque no habían encontrado nunca a ningún desconocido en el bosque sino solo sus competidores del otro clan. Los hombres fueron enviados dos a dos con la orden de evitar todo contacto y de vigilar la luminosidad del bosque para poder volver antes de la caída de la noche. Cuando el sol se puso, dos equipos volvieron con la ansiada información: habían descubierto un claro donde había construcciones de un tipo que nunca habían visto y Thorn estaba atado a una de ellas. Habían escapado por un pelo de un pequeño grupo de cazadores que volvía con un corzo colgado de una pértiga. | | En ausencia de Weinbraith, Juana Suarez fue encargada del trabajo de identificación de la fuente de los ataques. Lanzó su perro de caza hacia el IP 63.48.71.555.26.8. El 8 final indicaba la máquina y el 26 la red interna a la cual pertenecía. Al llegar al sector 26, la mujer descubrió algo muy extraño: para ir hacia el puesto 8 veía, en realidad virtual, veía que el perro se lanzaba por un sendero empedrado: una vieja línea telefónica con modem ADSL, un sistema que se había dejado de usar unos años antes ya pero que las compañías telefónicas aún soportaban en sus redes fijas. La líena estaba activa y había un potente computador conectado. ¿Dónde estaba realmente este computador? El dominio internet de Satelcorp era de la serie .net et, por lo tanto, VeriSign -que distribuía estos dominios- debía saber donde estaba el servidor principal. Requerida por NetPolice, VeriSign reveló que estaba en Manila, en las Filipinas, donde también estaba la sede central de SatelCorp, como todos sabían. Pero la máquina 26.8 podía estar estar en Tumbuctú con una empresa tan grande como ésta. Había que poner un trazador sobre la pista de la subred 26, que debía pasar por un central telefónico. La localisación de éste diría en que zona georgráfica se encontraba. El trazador encontra la conexión: en la región de ... ¡Rochefort! Y la compañía dió el número de teléfono y la dirección exacta. No estaba en Raochefort mismo, sino en Jamblinne, un pueblito a una decena de kilómetros. Saber más sería asunto de la Policía Judicial. |