13/3/12

Paralelo 9

9.

Aparentemente, el pequeño grupo había sido observado desde las casas y algunos primusianos se atrevieron a salir y a acercarse. Uno de ellos reconoció a los Maestros y se dirigió a ellos.
- Maestro Ibrahim, Maestro Urim, qué bueno verlos. Temíamos de que los hubieran asesinados, como a todos los guardias.
- Singular Rebec, me alegro verlo y ver que otros compatriotas están bien. Nosotros no supimos lo que pasó, porque los Injustos nos encerraron en una celda del Palacio. ¿Qué hicieron aquí?
- Los extranjeros mataron a todos los guardias pero no tocaron a los civiles. Parece que los reconocieron por sus cascos y los que se lo sacaron pudieron escapar. Pero sus armas no servían de nada frente a las de los intrusos. Mientras algunos hicieron caer la torre, otro grupo muy grande utilizó una especie de aparato volador y se fueron hacia el interior del país. Regresar anoche y luego todos se se fueron. Al menos aquí en la ciudad, no quedó ninguno. ¿Vinieron del Mundo Injusto?
- Es lo que hemos podido concluir. Lo peor es la destrucción del Gran Reloj, porque significaría el Fin de los Tiempos si, con la ayuda de nuestros amigos que acaban de llegar del Mundo Justo, no podemos resucitar el Tiempo.

Se había reunido una pequeña multitud alrededor de los Maestros y los europeos. De pronto, otra persona avanzó hacia ellos, los demás abriéndolo paso con reverencia.
- ¡El Imperius está aquí! -dijo el Superior Mandelium, inclinándose ante él, como también los demás-. ¡Qué alegría de que lo hayan respetado y goce de buena salud!
- ¡Felizmente estaba en mi casa cuando llegaron y los Injustos no me encontraron!
- Entonces está de acuerdo en que fueron los Injustos.
- No lo dudo. Y la destrucción del Reloj fue a sabiendas de que así podrían destruir nuestro mundo. Quizás esperen ahora a que todos muramos para volver y ocuparlo sin que haya resistencia. Nuestra única salvación sería encontrar la tumba del Primer Maestro y reactivar el Tiempo con un Reloj de Poder. Pero no tenemos ni lo uno ni lo otro.
- Sí tenemos un Reloj de Poder. Volvieron los dos Observadores del Mundo Justo y traen un Reloj. El problema es la Tumba.
- Me alegra mucho que hayan vuelto y hayan traído el Reloj. ¡Bienvenidos! -les dijo el Imperius a los dos visitantes-. Deberemos reunir a todos los sabios y ponernos a estudiar los textos más antiguos para buscar pistas acerca de la tumba. Toda leyenda tiende un trasfondo histórico, por lo que no podemos perder las esperanzas. ¿Hay antiguos guardias aquí? -agregó, dirigiéndose en voz más alta a la multitud-.

Se acercaron cinco primusianos vestidos de túnica gris, sacándo el casco que tenían escondido.
- ¡Avisen a todos los otros miembros del cuerpo! ¡Qué retomen sus funciones normales! Que los de mayor rango se presenten dentro de una hora en la oficina de guardia del Palacio. ¿Ha visto a algún guardia blanco?
- Todos los que hemos visto han sido vaporizados. Dudo que quede alguno vivo.
- Los Injustos sabían entonces muy bien a quién eliminar. Es una desgracia. Ya veremos qué podemos hacer. Vayamos al Palacio -agregó, hablando esta vez al grupito de cinco.

De vuelta en el Palacio, el Superior ordona a las sirvientas -que también habían vuelto a su puesto- preparar comida y mandó a un guardia buscar a los historiadores. Mientras tanto, el grupo se instaló en la biblioteca.

- Si hay sabios que saben latin, y está claro que su lengua deriva de éste, podríamos intentar saber cuando se separó su historia de la nuestra y también si, antes, ha sido la mismo -dijo Trompel a De La Rue.
- Voy a intentar aclararlo -dijo el francés, dirigiéndose luego al historiador que había llegado.
- ¿Han oído hablar o existe en sus textos el nombre de Jesucristo?
- Este nombre me es totalmente desconocido. ¿Es importante para uds?
- En nuestro mundo, lo es en efecto. Quisiera intentar precisar lo que tenemos actualmente en común. Ésto podría ayudarnos. ¿Que hay del nombre de Abraham?
- No Abraham sino Ibrahim. Uds ya conocen al Maestro Ibrahim. Es un nombre muy prestigioso, que se ha transmitido de generación en generación. Y es tan antiguo que el primer Ibrahim de nuestra historia vivió mucho antes del Primer Maestro.
- ¿Sus hijos eran Isaac e Ismael?
- Los nombres que conocemos son Ismar e Israal.
- Al que conocemos como Isaac, se le dió también el nombre de Isarel. Ismar es un derivado de Ismael. Así, parecen ser los que nosotros también conocemos. ¿Uds descienden de Ismaar o de Israal?
- De Ismar.
- Ésta es una pista histórica y puede explicar porque no concoen, al aparecer, la historia del pueblo de Israel.
- En efecto. Nuestros textos antiguos no siguieron lo que pasó a los descendientes de Israal.
- Como uds conocen el latín y su idioma actual ha derivado de éste, deben conocer la historia de Roma. ¿Conocen la historia de la fundación de esta ciudad? Con dos niños, Rómulo y Remo que fueron amamantados por una loba y más tarde recogidos por un pastor y cuidados por su mujer. Los dos hermanos decidieron fundar la ciudad en una llanura del río Tíber.
- En efecto, conocemos esta historia. Pero los dos hermanos discutieron acerca del nombre de la ciudad y decidieron que lo elegiría aquel que avistase más pájaros, prueba que superó Rómulo y otorgó a la ciudad el nombre de Roma (muy similar a su nombre). Remo, enojado, discutió con Rómulo y borró el surco de los límites de la futura ciudad. Por lo cual Rómulo lo mató.
- Entonces, seguimos acumulando puntos comunes. ¿Qué hay de la ciudad de Roma hoy?
- Ahí, solo quedan ruinas. El este de nuestro continente, a partir del golfo de Liguris, ha sido devastado por un cataclismo muy poco después de la muerte del Primer Maestro.
- Ésto debe ser el mar de Liguria, el mar cercano a Mónaco y a la frontera con Italia. ¿Tiene un mapa?

El maestro Urim sacó un gran volumen de la estantería.
- Éste es un mapa actual, aunque simplificado. Y éste otro es de cómo era cuando llegó el Primer Maestro.
- Queda claro que hubo una catastrófe reciente, como un nuevo diluvio: el mar Mediterráneo es mucho más grande. Los estrechos son mucho más amplios tanto al este como al oeste. Desaparecieron el sur de España, de Italia y de Grecia, y muchas islas. Del sur de Italia, solo queda una pequeña isla. Podría ser el Vesubio.
- Ésto es en efecto Vesus, un volcán apagado. -dijo Urim-.
- Veamos algo históricamente más próximo, para situar mnejor su Primer Maestro. Intento establecer a partir de cuando se producen las principales diferencias entre nuestra información histórica y la de uds, para poder ayudarlos mejor. ¿Qué saben de Julio César?
- ¿Cayo Julio? El que fue asesisado en los Idus de Marzo por los senadores, entre ellos Marco Junio Bruto, su hijo adoptivo, a pesar de que César era Pontifex Maximus y no se podían portar armas en el senado?
- En efecto.
- Fue quién conquistó las Galias, la región en que vivimos. Y fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania. Tenemos por aquí una copia de sus comentarios sobre esta guerra: "De Bello Gallico" y nuestros estudiantes cuentan con traducciones en lengua moderna. Julio César fue quién fundó nuestra ciudad, Lutecia, en lo que consideramos el año 1 de nuestro calendario.
- Nosotros también tenemos en nuestras bibliotecas ese texto de Julio César y existen múltiples traducciones, en diferentes idiomas. Y nuestra calendario empieza 52 años más tarde que el suyo. Si no conocen a Jesucristo, ésto significa que la historia de nuestros mundos se separó algunas décadas más tarde, antes del año 50 nuestro o 100 suyo, ya que fue entonces que se dió a conocer a Jesucristo a los romanos y unos 150 años mást tarde a sus ancestros de Lutecia. ¿Tienen registrada alguna catástrofe en ese siglo?
- Aproximadamente. En realidad, tenemos el recuerdo escrito de una serie de erupciones y terremotos en los años 125 a 130. Fue cuando se hundió el sur de Italos y de Hellas.
- Ésto corresponde efectivamente, para nosotros, a la erupción de varios volcanes, especialmente del Vesubio. La ciudad quedó cubierta de cenizas pero, para nosotros, no hubo hundimiento. ¿Tienen textos que hablan de ello?