15/10/12

Ecología 4

4.

Trompel no se había equivocado. La explosión de la bomba iba a ser el punto de partida de una creciente efervescencia en torno al tema. El día después de su encuentro con el redactor en jefe, el sitio web del "Servicio Público Federal de la Salud, Seguridad de la Cadena Alimentaria y Medio Ambiente" (ministerio de la Salud) aparecía "hackeado".

En lugar de sus noticias y enlaces a sus servicios y otros organismes emparentados (http://www.health.belgium.be/eportal?fodnlang=fr), la portada presentaba resúmenes de las críticas a la teoría del cambio climático, denuncias del "negociado" y peligro de las vacunaciones masivas y acusaciones acerca de las restricciones a los alimentos transgénicos, todo lo cual "solo servía a las transnacionales para impedir el avance de los países en desarrollo y mantenerlos en la extrema pobreza" o incluso "controlar el crecimiento de su población a través de la hambruna".

El secretario del ministerio se había comunicado con la dirección de la PJ apenas le fue señalado el pirateo por el encargado de la página web, incapaz de restablecer la página oficial.

Si la bomba del bulevar Lambermont había provocado la reacción concertada de los diversos movimientos ecologistas belgas y mensajes de protesta en sus respectivas páginas web, la alteración ilegal de la página del ministerio llevaba la "guerra" al ámbito digital. Mensajes tanto en apoyo de las políticas oficiales como en contra se multiplicaron en las redes sociales. Y después del ministerio, estas otras organizaciones vieron afectados sus servidores web. En algunas casos cambiaba abruptamente el contenido del sitio y, en otros, se impedía derechamente el funcionamiento del servidor mediante ataque de denegación de servicio, es decir bombardeándolo de tantos pedidos que le resultaba imposible responder a cualquiera de ellos. Ésto demostraba la existencia de un grupo con suficiente poder para desarrollar una acción de gran envergadura, y el Departamento Informático de la PJ debió formar un equipo especial para encargarse en exclusividad de esta guerra digital que, quizás, estaba ligada a los hechos de violencia física ya registrados.

El auto de Remy había sido llevado al estacionamiento de la central de la PJ. Dos días después, otro policía que pasó al lado sintió olor a descomposición. Hizo abrir el maletero y descubrieron ahí un cadáver. Debió haber sido colocado ahí la noche del día en que Remy desapareció. De día pasaba mucha gente y habría sido imposible, pero de noche no pasaba casi nadie, y no había ninguna cámara de vigilancia cerca. La autopsia confirmó esta hipótesis. El fallecido tenía en un bolsillo una tarjeta del hotel "Auberge Grand Place" pero no tenía documentos de identidad. Se le tomó una foto, y Servais se fue a dicho hotel, en la calle des Pierres ("de las Piedras"), cerca de la "Gran Plaza", para obtener toda la información posible sobre este desconocido.

Antes que un hotel, se trataba más bien de una posada de bajo costo, con sencillas habitaciones, baño compartido y escasos servicios, cuya única posible ventaja, aparte del bajo precio, era la proximidad de la Plaza Mayor. Así, el comisario supo que el hombre se llamaba De Groote y había presentado un DNI holandés. Había llegado una semana antes y no lo habían visto en los dos últimos días (lo que era obvio para el policía, ya que había estado en la maleta del auto). En su habitación, encontró una pequeña valija con ropa para un par de días y, lo único que podía constituir una pista, folletos en neerlandés (holandés) de varios grupos ecologistas, todos rayados, con direcciones subrayadas y marcados algunas veces con la palabra "leugen" (mentira). Así, ¿podría tratarse de un activista anti-écologista que, quizás, se había cruzado en el camino de la "Ecología Nueva"? Como era holandés, Servais envió un requerimiento a la policía de ese país a través de Interpol.

El día siguiente, la policía holandesa informó que era un investigador privado y que, en sus oficinas en La Haya, habían encontrado un expediente acerca de la ONG "Ecología Nueva" que coincidía con una anotación en su agenda correspondiente a su viaje a Bruselas para visitar ésta. 

1/10/12

Ecología 3

3.

Mientras tanto, Servais había sido informado de que el automóvil de Remy había sido encontrado ahí mismo donde se había estacionado, cerca del Servicio de Impuestos, donde había ido a buscar un importante expediente acerca de la ONG "Ecología Nueva". Los inspectores de impuestos habían detectado importantes anomalías en su contabilidad: los ingresos y los egresos tenían justificaciones más que sospechosas y una encuesta sobre los actores se había hecho indispensable, pero escapaba a las atribuciones del Servicio.
Era evidente que Remy no había llegado de vuelta a su vehículo y había sido interceptado poco después de salir de las oficinas. Parecía claro que había sido secuestrado para obtener ese expediente e impedir la encuesta. Ésto significaba también que había una filtración, probablemente en el mismo Servicio, lo que abría también la necesidad de un sumario administrativo.

Si la ONG había sido así alertada, no serviría de nada visitarla con una orden de cateo. Sería necesario trabajar de forma indirecta. Servais encargó por lo tanto a Trompel que mobilizara a sus antiguos compañeros del diario "La Dernière Heure" ("La Última Hora") para recabar toda la información posible sobre la ONG.

Para evitar que sus antiguos colegas estén al tanto de la intervención de la policía, Trompel llamó al editor para pedirle una reunión confidencial fuera del diario.
- No quiero que mis antiguos colegas estén al tanto de nuestra conversación. Nada puede filtrarse antes de terminar la investigación, porque la vida de uno de los nuestros puede estar en riesgo. Júntemonos en el piso subterráneo del centro comercial City2. [Hay ahí un supermercado y cafeterías.] Simularemos un encuentro casual y tomaremos juntos un café. Te explicaré de que se trata. ¿Mañana a las once de la mañana? Creo que es el mejor horario para tí.
- De acuerdo, nos vemos mañana. Me tienes intrigado.

A la hora convenida, el detective encontró a su antiguo jefe sentado en una de las mesitas tomando un café. Lo saludó y fue a buscar su propia taza. Luego le explicó de qué se trataba.

- Algo raro está pasando con la ONG "Ecología Nueva" según nos han informado desde el Servicio de Impuestos. Ellos, con nuestros ingenieros, se encargan de rastear el dinero cuando tienen sospechas. Pero queremos saber más acerca de las intenciones et, sobre todo, de quienes dirigen la organización. Pero sin alertarlos más acerca de la investigación, ya que podrían tratar de borrar su huellas. Ya saben que el Servicio está inquieto y podrían ser los responsables de la disparición del agente que fue a buscar el expediente. Para no inquiteralos más, queremos un apoyo periodístico.
- ¿Podré publicar algo al respecto si colaboramos?
- Una vez que concluya nuestra encuesta tendrás las primicias. Nadie debe saber que el diario colabora con la policía, ni siquiera el o los periodistas que pongas a cargo, para que nada se filtre. Por ésto nos juntamos aquí. Sería conveniente que los de Ecología Nueva estén convencidos de que no son objeto de una investigación particular. Lo mejor sería hacer una serie de artículos sobre los movimientos ecologistas y que haya salido ya alguno antes de abordarlos. Un artículo a la semana, quizás en la edición del fin de semana o un suplemento, sería una buena solución para no recargar a tu gente y dejar tiempo para que la ONG se entere. Pero hay que hacer todas las preguntas impertinentes posibles, aunque sin aludir a lo que saben ya en la Oficina de Impuestos. Con el asunto de la bomba que estalló en la oficina de "Los Verdes", tendrías ya una justificación para explorar lo que ocurre entre los movimientos a favor y en contra de la política ecológica.
- En principio, estoy de acuerdo. Pero solo será posible si tu jefe pone al tanto al director en términos generales. Si no, me podría preguntar de donde surgió la idea de hacer una serie y la podría impedir. Por ahora, solo le intersaría el asunto de la bomba. No le gustan mucho los ecologistas y no quiere hacerles propaganda gratis.
- Avisaré a mi jefe. No creo que haya problema.
- Aunque, pensándolo bien, si abordamos los grupos contrarios a la teoría del cambio climático, la serie sería más objetiva y el director podría estar un poco más motivado.
- Me parece genial. Podrían hacer un artículo sobre "Los Verdes",a raíz de la bomba, y luego uno sobre los críticos del cambio climático, e ir después a preguntar a "Nouvelle Ecología" quiénes son, qué opinan y qué hacen.
- Perfecto. Pondré a alguién a rastrear primero los diversos grupos y luego empezaremos la serie. Te mandaré copia por e-mail de todo lo que llegue a mi escritorio.
- Bien. Te quedaremos muy agradecido. Y si surge alguna pista útil y hemos de actuar, serás el primero en saberlo.

Se despedieron cordialmente. Sin haberlo planeado, Trompel había conseguido más ayuda de la que había ido a pedir: datos sobre "anti-ecologistas", que podían estar involucrados en el atentado.