30/11/10

Colonización 1.1.

Capítulo 1. Desaparecido

El comisario Servais había recibido ese día una denuncia poco común: un profesor de la Universidad Católica de Lovaina (Louvain-la-Neuve) no había concurrido a dictar sus clases, al iniciarse el año académico, y las autoridades de su facultad no habían logrado ubicarlo. Como no había ningún puesto de la PJF en la pequeña ciudad universitaria, el aviso había sido recibido en la central de la Policía Judicial Federal en Bruselas y el parte había sido remitido a la oficina de Servais. Indicaba que el denunciante era André Machtens, el decano de Filosofía, Artes y Letras de la UCL, de quien dependía el departamento de Historia y Arqueología al cual pertenecía el profesor perdido, de nombre Jean Pollion.

Servais llamó al número de teléfono que había sido registrado y habló con el decano Machtens.
- El profesor Pollion debió haber iniciado sus clases la semana pasada -le explicó éste-, pero no se presentó ni para la primera ni para la segunda y no avisó a su ayudante, como debería haber hecho en caso de estar enfermo, para que lo reemplazase. Su ayudante llamó a su casa, pero su teléfono no contestaba. El contestador automático seguía diciendo que estaba en una expedición arqueológica, la que estaba programada para julio y agosto. Así, su ayudante me avisó, pensando que podría contactar algún familiar que pudiese saber del profesor. Pero no tenemos datos de sus familiares por lo que no pudimos investigar más y por lo que hice la denuncia de persona desaparecida.
- Obró correctamente aunque, quizás, no debieron dejar pasar tantos días. Las pistas, desgraciadamente, suelen borrarse con el tiempo, o "enfriarse" como decimos nosotros.
- Es cosa frecuente que un profesor falte a una clase y no por eso es una persona desaparecida. Apenas supe que había perdido su segunda clase y no lo habáin podido ubicar, hice la denuncia.
- De acuerdo. Voy a enviarle un inspector para que le dé los detalles y hable con el ayudante. ¿Le parece bien esta misma tarde?
- De acuerdo. Lo estaré esperando y daré prioridad a este asunto. Espero que no le haya pasado nada grave al dr.Pollion y que lo encuentren sano y salvo. Es nuestro mejor experto en culturas antiguos.
- Bien. Cuéntele todo al inspector esta tarde. Mientras tanto enviaré a otro de mis hombres a investigar la residencia del profesor. ¿Me podría facilitar su dirección?
- La paso a mi secretaria, quie podrá dárselo.
- De acuerdo. ¡Hasta luego!
- ¡Hasta luego!

Después de recibir la dirección, Servais llamó a uno de sus subordinados, el inspector Jef Trompel y le contó la conversación, encargándole la encuesta. Debía ir de inmediato a la casa del profesor y, después, a la universidad.

El profesor vivía en la calle de las Dryades, en la comuna de Boitsfort. Trompel tomó el bus 33 que la dejaba a un par de cuadras. Jean Pollion vivía solo ahí, habiendo heredado la casa de sus padres. Pero tenía una empleada magrebí que pasaba a limpiar la casa dos veces por semana y se ocupaba de llevar su ropa sucia a la lavandería. Por suerte la empleada estaba ahí y Trompel no tuvo utilizar sus herramientas para abrir la puerta. La mujer le franqueó a regañadientes la puerta y respondió a sus preguntas con medias palabras, recelosa y miedosa ante un policía.

El detective buscó infructuosamente un computador. Sin duda el profesor tenía un laptop y se loa había llevado. O bien trabajaba únicamente en el computador de la universidad. Todo estaba en orden en la casa y nada hacía presumir un secuestro. La empelada confirmó que el profesor no había regresado de su viaje aunque ya debería estar ahí. Y estaba molestas porque, así, aún no le pagaba el último mes.

Así, Trompel regresó a su oficina sin haber encontrado información alguna.

23/11/10

Colonización

Nueva novela

Colonización
(Hace unos 10.000 años)

Advertencia

Aunque pueda parecerlo en algún momento, ésta no es una novela de ciencia ficción. Como se podrá apreciar al avanzar en la lectura, es más bien una novela de semi-ficción arqueológica, con visos tecnológicos, basada en descubrimientos reales.

¡Feliz lectura!

Nota para quienes hayan leído "Omyx":
El calendario basado en la "Era Espacial" (EE) de Omyx fue fijado con el inicio de la translación cuántica o "viaje hiperespacial" instantáneo (año 2708 a.C. terrestre), pero hubo viajes espaciales anteriores, a través del "para-espacio" o cuarta dimensión (de las seis que conocían los omyxianos). Es en este período que se colonizó la Tierra (Atlántida).

***

Para diferenciar las fuentes de los textos aquí reproducidos, utilizaremos aquí el color habitual para nuestra propia redacción, el verde para las citas de autorres modernos y el rojo para la traducción de legítimos textos antiguos.


Prólogo

"A lo largo de los muchos millones de años de su interminable comienzo, el Hombre fue el hijo de la naturaleza; sobrevivía recolectando alimentos que crecían de forma salvaje, cazando animales salvajes, capturando aves salvajes y peces. Pero justo cuando los asentamientos humanos estaban casi desapareciendo, justo cuando estaban abandonando sus hogares, cuando sus logros materiales y artísticos estaban desapareciendo, justo entonces (entre el 27.000 y el 11.000 a.C.), de pronto, sin motivo aparente y, que se sepa, sin ningún período previo de preparación gradual, el Hombre se hace agricultor. [..] Los estudios genéticos confirman los descubrimientos arqueológicos, y no dejan lugar a dudas de que la agricultura comenzó exactamente allí donde el Hombre pensante había emergido antes con su primera y tosca civilización: en Oriente Próximo. Hasta el momento, no existe duda de que la agricultura se extendió a todo el mundo desde el arco de montañas y tierras altas de Oriente Próximo. [...] En el lapso de no más de 3.600 años -una noche, para los lapsos temporales de ese comienzo interminable-, el Hombre se hizo agricultor, y se domesticó a las plantas y a los animales salvajes. [...]

Sobre el séptimo milenio a.C, el arco de civilización de Oriente Próximo estaba inundado de culturas de la arcilla o la cerámica, que elaboraban un gran número de utensilios, ornamentos y estatuillas. Hacia el 5.000 a.C, en Oriente Próximo se estaban realizando objetos de arcilla y cerámica de excelente calidad y diseño. Pero, una vez más, el progreso se ralentizó y, hacia el 4500 a.C, según indican las evidencias arqueológicas, hubo una nueva regresión. [...] Después, súbita, inesperada e inexplicablemente, el Oriente Próximo presenció el florecimiento de la mayor civilización imaginable, una civilización en la cual estamos firmemente enraizados. Una mano misteriosa sacó, una vez más, al Hombre de su declive, y lo elevó hasta un nivel de cultura, conocimientos y civilización aún mayor. En Mesopotamia."
(De Z. Sitchin: "El 12ª Planeta", pp.7-10)

***

"La diferencia crucial entre los dioses y los extraterrestres con aspecto de dioses no reside en sus propiedades sino en su procedencia. Las entidades suficientemente complejas para ser inteligentes son el resultado de un proceso evolutivo. Por más parecidas a dioses que puedans ser cuando nos encontramos con ellas, no surgieron como dioses." (R.Dawkins)

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Del libro del Génesis, cap.6:
"Los hijos de los dioses vieron que las hijas de los hombres estaban bien; y tomaron por esposas a las que preferían de entre todas ellas. (...) Los nefilim estaban sobre la Tierra, en aquellos días y también después, cuando los hijos de los dioses cohabitaban con las hijas de Adán, y ellas les daban hijos. Ellos fueron los poderosos de la Eternidad, el Pueblo del shem."

Del II Libro de los Reyes, cap.21:
"Manases ... se prosternó delante de todo el ejército del cielo y le rindió culto."

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Algunas palabras del antiguo idioma sumerio (hace más de 6.000 años):

Adama (Adán) viene de adamatu (tierra roja oscura) y adatnu (sangre) = hecho de barro y sangre
Abzu (de donde proviene 'abismo'): Mundo Inferior, País de las Minas (sur de Africa)
Dyaus, viene de din.gir, «los puros de los cohetes ardientes»; de donde se derivó Zeus, Deus y Dios, como también Jupiter a partir de Dyaus-Piter (uno de los dyaus).
Nefilim (término que también está en la Biblia): derivado de la raíz semita NFL («ser lanzado abajo»), significa «aquellos que fueron arrojados a la Tierra», «hijos de las deidades que, en tiempos primitivos, cayeron desde los Cielos a la Tierra»
Shem = nave espacial (habitualmente mal traducido, proveniente del sumerio)
Igigi: «los que dan la vuelta y ven», «demasiado altos para la Humanidad» = los que no bajaban de las naves
Anunnaki: «los que descendieron del Cielo a la Tierra», dioses «de base», encargados del trabajo en la Tierra.
[Sitchin, El 12º planeta, p.91]


El relato empieza la próxima semana

16/11/10

La conspiración - Fin

Epílogo

El Tribunal Electoral decidió encargar a ingenieros de la Universidad Católica de Lovaina la revisión del proceso para ver si era posible obtener los resultados reales sin volver a efectuar la votación. Como la PJF contaba con el programa original de cómputo de votos y la versión alterada, pudieron calcular con exactitud los resultados reales que eran, evidentemente, muy inferiores. Pero como las máquinas habían sido instaladas en un número de mesas inferior al tercio del total -dado que se pretendía justamente realizar una experiencia piloto- los resultados para el PNI significaron apenas la pérdida de cinco escaños. Si la votación había sido influenciada por la propaganda del partido, ya no era posible remediarlo.##Pero la causa judicial contra el partido llevó a la anulación de su personalidad jurídica, lo cual planteaba un problema más complejo para los diputados elegidos: ya no pertenecían a partido alguno, cosa sumamente extraña en Bélgica, donde no está prevista la elección de candidatos sin partido. La mayoría optó entonces por afiliarse al Partido Verde y unos pocos a otros partidos. El dominio del PNI sobre la Cámara quedó así totalmente diluído.


Un año después...

El diario La Dernière Heure titulada en portada:##"Diputada Darbée se casa con policía que investigó PNI"


5 años después...

Cumplida su sentencia de cárcel por su participación en la conspiración, Oblensky es deportado a Rusia, que pidió su extradición para juzgarlo por otros crímenes en esa nación. Se le encargó a Trompel acompañarlo en el avión para entregarlo en Moscú a las autoridades rusas. El vuelo Bruselas-Berlín-Moscú debe cruzar el espacio aéreo de Borduria, un país que pertenecía a la órbita soviética y se ha mantenido bajo un régimen dictatorial comunista. Poco después de ingresar en este espacio aéreo, el piloto recibió un llamado de la torre de control de Stalinava, la capital del país.

- Acaban de penetrar en el espacio aéreo borduriano. Llevan a bordo un peligroso enemigo del pueblo y exigimos que aterricen para entregárnoslo.

Piloto a copiloto: - ¿Tenemos suficiente combustible para evitar el espacio borduriano?
- No para salir y proseguir hasta Moscú: el desvío es largo. Pero podríamos devolvernos a Berlín.
- Ésto no es ninguna solución: debemos llevar este avión a Moscú.
- Entonces debemos aterrizar.

Piloto a torre de control: - ¿Cómo se llama esta persona?
- Estepan Andronikov.
- Vamos a revisar la lista de pasajeros.

...

- No hay nadie a bordo con ese nombre. No podemos darles satisfacción.
- Hemos verificado en Bruselas que subió a bordo. Debe estar en su lista con otra identidad. Revisen los documentos de todos los pasajeros. Si no lo identifican, deberán desembarcar todos aquí y acusaremos a su tripulación de encubrimiento y atentatdo contra la seguridad nacional. Y lo identificaremos nosotros. No traten se salir de nuestro espacio aéreo: tenemos dos jets de combate que van a su encuentro.
- ¡No pueden hacer ésto: es contrario a las normas internacionales del transporte aéreo!
- Las suyas quizás. Pero aquí tenemos nuestras propias leyes y las aplicaremos como nos parezca.
- Haremos lo que podamos. Vuelo SB1542 fuera.

- ¡Estos bordurianos están locos!
- ¡Ellos,no: su presidente! Es el último dictador comunista y nunca ha aceptado la glasnost. Su servicio de seguridad es peor que la STASI y la KGB juntas. Todo el país es un gran campo de concentración. Nunca me ha gustado pasar por aquí y menos hacer escala en Stalinava. ¡Algo así tenía que ocurrir alguna vez!
- ¿Qué hacemos?
- Que las azafatas revisen todos los pasaportes. Los de Unión Europea no pueden ser falsificados. Que traigan aquí todos los demás. Pasaremos la lista a Interpol.


Cuando Trompel vió que revisaban todos los pasaportes y cuando una de las azafatas llegó a su asiento, preguntó qué estaba ocurriendo.
- Orden del capitán. Parece que las autoridades bordurianas pidieron cotejar la lista de pasajeros, especialmente los no-europeos.
- ¿Puedo hablar con el capitán?
- No, señor. Ningún pasajero puede entrar en la cabina y el capitán está demasiado ocupado para atender a los pasajeros.
- No soy cualquier pasajero: estoy en misión oficial de la Europol. - y le mostró su credencial de la PJF.
- Voy a avisar al capitán. Espéreme.

Un momento después volvió y le dijo que se acercara a la cabina. Lo acompañó y llamó a la puerta. El capitán salió y cerró la puerta.
- ¿Ud es policía? ¡A lo mejor nos puede ayudar!
- ¿Qué es lo que pasa? ¡No es común revisar los pasaportes durante el vuelo!
- Claro que no. Pero tampoco es habitual que los bordurianos nos obliguen a aterrizar y nos exijan entregarles a un pasajero cuyo nombre no aparece en la lista de pasajeros. Afirman que están seguros de que subió a bordo en Bruselas y que puede aparecer bajo otro nombre.
- Podría ser el hombre que acompaño. Es un traficante de armas que ha sido extraditado después de cumplir condena en Bélgica y que va a ser enjuiciado ahora en Rusia. ¿Qué nombre le dieron?
- Estepan Andronikov.
- Déjeme revisar el expediente que llevo conmigo. Lo conocemos como Oblensky, pero a lo mejor es conocido bajo otros nombres en otras partes, lo cual podría constar en el expediente. Le avisaré con la azafata.

Momentos después, Trompel confirmaba a ésta que entre los nombres utilizados alguna vez por Oblensky estaba el de Andronikov.

El aterrizaje debió hacerse "a la antigua", confiando solamente en los ojos: el aeropuerto de Stalinava no tenía siquiera el más sencillo ILS para guiar los aviones. La camioneta guía llevó el aparato cerca de un edificio con aspecto de garaje, cerca del cual lo esperaba un importante contingente militar. A pesar de que el capitán avisó que habían ubicado a Andronikov, la torre de control le ordenó que hiciera bajar a todos los pasajeros.Cuatro hombres empujaron una escalería hasta la puerta trasera y luego un oficial subió a bordo. Ordenó a las azafatas que hicieran bajar a todo el mundo en fila india y que se dirigieran hacia el edificio.

La tropa había formado una doble fila y los pasajeros avanzaron entre las dos filas de soldados, todos armados de metralletas. En la puerta había otro oficial que miraba con atención los rostros y hacía seña de que entrasen. Cuando Trompel llegó ahí con Oblensky, el oficial se cuadró y saludó al preso, hablándole en el idioma local. Luego se dieron un apretón de manos, se besaron a la manera rusa y se fueron hacia un lado. Trompel protestó:
- ¡Hey: debo llevar a este hombre a Moscú!
- ¡No irá a Moscú! ¡Llegó adonde pertenece y es bienvenido aquí!

Agregó una orden en borduriano y dos soldados encajaron sus metralletas en el pecho del detective. La fila de pasajeros se había detenido.
El oficial que había subido a bordo llegó en ese momento. Intercambió algunas palabras con su colega y luego anunció a voz en cuello que todos podían volver a bordo.
- ¿Y qué hay del enemigo que buscaban? - lanzó Trompel, que había sido liberado, hacia el oficial con quién había hablado.
- ¡No es asunto suyo! ¡Vayáse si no quiere problemas aquí!

Todos regresaron a bordo sin recibir excusa alguna y se dió al avión el permiso para despegar. El inspector llegaría a Moscú sin su prisionero.

FIN


La próxima semana, nueva novela:
"Colonización"

9/11/10

La conspiración 7.7.

En la casa de la calle de la Prospérité se había quedado un par de agentes para detener a quienquiera que se presentara. El mismo día que Servais interrogaba a Moens, entró un hombre que tenía la llave. Los agentes, preparados para ello, lo detuvieron antes de que se diera cuenta de lo que ocurría. Y, conociendo la foto, se dieron cuenta de que era el propio Oblensky. No se había enterado de que su escondite había sido allanado y había caído en la trampa. Y no había tenido la precaución de establecer un código con sus comparsas del interior a fin de asegurarse antes de entrar que la vía estaba libre y segura. Por fin estaba en manos de la policía. No pareció inmutarse, confiando en que -como siempre- no habría prueba alguna en su contra. Pretendió ser un honrado hombre de negocios, pero sin precisar el tipo de negocios. También fue llevado a la central de la PJF, donde se lo dejo meditar por algunas horas.

El comisario Servais prefirió limitar su acusación y su interrogatorio a lo obvio y seguro: había entregado un arma a la persona que había disparado contra el cardenal. La venta de este tipo de arma estaba prohibida en Bélgica, por lo que se lo consideraba cómplice de un intento de homicidio.

Oblensky protestó, reconociendo sin embargo que "ocasionalmente" vendía alguna arma a uno que otro "coleccionista". El amigo que lo recibía en su casa de la calle de la Prospérité había recibido el pedido y él la había conseguido y entregado personalmente, para asegurarse de que el comprador la conociera "y no cometiera el error de usarla para algo ilegal". Servais prefirió no profundizar y esperar que se cumplieran otras detenciones para confrontarlo y obtener informaciones más sustanciosas.

El día siguiente se producía la detención de todos los integrantes del "Núcleo". Bertrand fue el primero en ser interrogado por Servais pero se limitó a hablar de de los objetivos públicos del PNI, mientras el comisario insistía en preguntar por los objetivos reales. Y prefirió no tocar el tema de Moens.

Cuando Servais terminó de interrogar a Bertrand, se retiró de la salita de interrogatorio y mandó a que introdujeron en ella a Oblensky. Se quedó observándolos por el vidrio polarizado. Y notó claramente el sobresaltó de Bertrand al ver entrar a su socio. Sin embargo, los dos hombres no dieron muestras de conocerse. Se sabían obviamente observados y cualquier trato los perjudicaría. En consecuencia, no pronunciaron una sola palabra ni se volvieron a mirar directamente después del primer contacto. Oblensky estaba sentado en la única silla que habían dejado allí y miraba para el techo. Servais ordenó que los dejasen así por horas y pasaba de vez en cuando a mirar cómo se comportaban.

Mientras Oblensky parecía tomarse la situación con calma y dormitaba sentado, Bertrand daba vueltas y vueltas como león enjaulado. Algunas veces se apoyaba de espalda contra el espejeo, intentando quizás atraer la atención de su cómplice, pero éste no le prestaba ni la manor atención. Acostumbrado a mandar y creyéndose privilegiado por su grado, el ex-general empezó a reclamar a gritos, primero que le trajesen agua, luego algo de comer y, finalmente que lo sacasen de ahí. Fue entonces cuando se inició una conversación entre los dos detenidos.
- ¡Cálmese! De nada sirven los gritos. Es lo que quieren estos policías: que le traicionen sus nervios.
- ¿Qué sabe ud?
- Tengo algo de experiencia.
- ¿Problemas con la justicia?
- Oh no. Solo con policías idiotas que lo detienen a uno sin pruebas y tratan de obtener confesiones.
- En ésto estoy de acuerdo. Yo soy un general jubilado. Siempre he servido mi país como el mejor patriota. Y ahora me acusan de conspiración y subversión. ¡Habráse visto!
- ¿Y, siendo militar, no sabe de tácticas de interrogatorio?
- No trabajé en inteligencia ni en la policía militar. Me ocupaba de armamento. Y de administración de recursos.
- ¿Entonces lo detuvieron por vender armas? ¿O por cobrar comisiones?
- ¡En absoluto! Dicen que conspiré para matar aristócratas, para alterar el proceso electoral y para tomar el poder. ¡En un país tan pequeño y que, aún así, se ha transformado en federación! ¡Qué absurdo! ¿Y a ud, por qué lo tienen aquí?
- Dicen que vendí un arma y que fue usada para dispararle a alguién importante. Aunque la haya vendido, que culpa tengo yo de lo que se haga con ella.

Bertrand se enteraba así de la razón de la detención de Oblensky. Y de que el vínculo con él, a través del francotirador Moens, había sido establecido por la policía. Cosa que Servais no le había revelado. Se dió cuenta entonces de que su situación era más complicada de lo que creía. Y prefirió seguir callado.

2/11/10

La conspiración 7.6.

Entre tanto, en su oficina, Trompel había vuelta a analizar todos los datos que había recogido de los atentados, el blog republicano y los grupos de Facebook y, ahora, de los movimientos de fondos en las cuentas del PNI, de Durand, Bertrand, Verstappen e Ibn Sahlad desde el Banco Lambermont. Disponía ahora del software Parsifal, el que permitía cruzar datos de orígenes y formatos diferentes, adquirido recientemente por la policía especialmente para descubrir amenazas terroristas y actuaciones de narcotraficantes.

Después de varios minutos en espera, en que desfilaban por la pantalla los encabezados de los archivos y tablas consultados, empezaron a aparecer llamados de alerta. Mostraban que después de cada atentado se producían giros que partían de varias cuentas del banco Lambermont y seguían un mismo recorrido para terminar en un banco de las Islas Caimán. Las cuentas eran las de Ibn Sahlad y de Verstappen. También había habido un fuerte pago de Durand a Walckiers y pagos de Bertrand que, después de una vuelta por bancos extranjeros, habían llegado de vuelta a un oficial del Registro Civil, al sub-jefe de seguridad del hotel Lambermont, Philippe Moens, e incluso a un técnico de comunicaciones de la misma PJF. Las fechas coincidían cada vez, con unos días de retraso, a hechos registrados como sospechosos.

Cuando pasó su informe al comisario Servais, éste no pudo esconder su satisfacción.
- Hemos identificado los soplones y nos llevan a Bertrand. Y la cuenta de las Islas Caimán debe ser de Oblensky. El gobierno de allá no tardará en autorizar las investigaciones de las cuentas bancarias: le es cada vez más difícil resistir la presión internacional. Añadiremos nuestro pedido a la larga lista que ya tiene Interpol. Más temprano que tarde deberemos saber algo.
- Si no logramos que Oblensky o algún otro hable antes.
- Vamos a detener a Moens, el hombre de seguridad del hotel. Sospecho que será más blando que Oblensky. Y después arrestaremos a las cabezas pensantes y financistas. ¡Acabaremos con el PNI!
- Y los tipos del Registro Civil y de nuestras comunicaciones?
- Por cierto! Éstos no dudarán en confesar: tienen demasiado que perder.

Al anochecer, dos agentes se presentaron en el hotel Lambermont. Era la hora en que, según habían averiguado, Philippe Moens terminaba su jornada de trabajo. Cuando salía, lo detuvieron y lo llevaron a la comisaría civil más cercana. Le informaron que estaba acusado del atentado contra el cardenal de Villers y lo dejaron que reflexionara sobre su situación en una celda durante toda la noche.

En la mañana siguiente, después de un frugal desayuno y haber podido asearse, fue llevado a la central de la PJF donde le comisario Servais lo esperaba ya con otra prueba irrefutable: habían verificado que, a la hora del disparo contra el cardenal, el hombre se encontraba en la habitación donde habían encontrada el arma. Y había sido el único en salir de ella en los siguientes minutos. Servais lo enfrentó con este hecho y con el importante pago que había recibido, del cual sabía que había venido de Bertrand, aunque había dado vuelta por varios bancos extranjeros.

Moens aceptó finalmente que le había pagado Bertrand para disparar aunque pretendió que su objetivo sólo era herir al prelado, como había ocurrido. Preguntado sobre el origen del fusil Kalashnikov, terminó reconociendo que lo había tenido que ir a buscar a una casa de la calle de La Prospérité y la había recibido de manos de un ruso del que no conocía el nombre. Reconoció a éste en una foto de Oblensky que le mostró Servais. Finalmente tenían una prueba que ligaba claramente al ruso con la conspiración.